— No cariño. Es que me ha gustado mucho y lo expreso así. Tu aprieta bien y dime esas cosas que has aprendido por internet. Carlitos se animó con esa explicación y la clavó con fuerza. Otro gritó desesperado salió de la garganta de Marta. — Ahhhhg! — Te la voy a sacar por la boca, zorra! – soltó a la vez que la daba un fuerte empujón hasta aplastar los huevos contra la vulva. — Joder, si que me has puesto zorra cabroncete, ahhh. Marta había levantado las piernas y sentía como su v****a se llenaba con la dura carne. Carlos le aplastaba las tetas con las manos y pellizcaba los gruesos pezones sin contemplaciones. Era como si le hubiese dado carta blanca para hacerle lo que quisiera y pensaba hacerla todo lo que había visto en los vídeos porno. Marta no tardó