Analu Tan pronto salgo de la UCI, no encuentro a Santiago por aquí, tal vez se haya ido. ¡No sé! Él me confunde, me desorienta con sus actitudes y no sé ni qué pensar. Pero confieso que ahora nada de eso me importa mucho, solo el hecho de que mi abuela esté reaccionando bien a los medicamentos ya me ha hecho muy feliz y no permitiré que el mal humor del Señor de las tinieblas me robe esa alegría. Instantes después voy a casa y me pongo a pensar, ahora que mi abuela está en la UCI, no es necesario que yo deje de trabajar, creo que podría volver. Siempre y cuando Santiago me permita hacer visitas, pero después le llamaré y veré qué tiene para ofrecerme. Llego a casa sin tener mucho que hacer, después de todo me he acostumbrado a mi rutina de servicio y cuando no tengo nada que hacer es h