[MAIA] Al día siguiente: 28 de septiembre Me giro en la cama y sin darme cuenta me encuentro con él e instintivamente abro mis ojos y para mi sorpresa, él ya está despierto —¿Qué hora es?— Pregunto confundida y él sonríe. —Buenos días, ¿Cómo has amanecido? Yo muy bien, gracias por preguntar— Habla sarcástico y rio. —Lo siento— Digo en un susurro y sin que yo lo espere, él se acerca a mí y me toma de la cintura para acercarme a su cuerpo y luego darme un beso. —Es sábado, son las ocho de la mañana, y no hay ningún apuro por levantarnos de la cama— Me responde finalmente y sin rodeos me aprisiona contra su cuerpo de una manera en la que claramente no me dejara ir rápidamente. —¿Qué haces?— Le pregunto entre risas y trato de empujarlo, pero es imposible. —¿Lo recuerdas?— Cuestiona y de