El momento en que Harmon, con sus orbes claras y esmeraldas miró directamente hacia las de Amanda, hablándole con ese tono serio, ella supo que no había vuelta atrás, no podía negar la clara atracción que se sentía en el ambiente, una tensión provocada desde el primer momento en que ambos labios hicieron conexión. Una conexión bastante deseada por ambos. La chica no pudo refrenarse, así que cerró la distancia entre ambos, por primera vez tomando la iniciativa. Y es que el cabello desordenado del más alto, en combinación con la poca barba incipiente en su piel nívea y los labios más apetecibles que hubiera visto en su vida se juntaban, parecía ser la combinación más sensual a la que se hubiera expuesto en su vida. Su lobo estaba muy alterado, y sinceramente no entendía porqué había vuelt