CAP. 2 GLORIA.

1237 Words
NARRA GLORIA.   Mi nombre es Gloria Winter donde acabe de cumplir mis 19 años hace una semana, nací y siempre he vivido en Bucaramanga, me gusta mi ciudad donde siento que puedo ser libremente lo que yo quiera, no debo vivir de apariencias debido a que vivimos en un humilde hogar donde aprendí de valores, creencias y respeto gracias a mi tía. ¿Por qué a mi tía? porque cuando tenía 5 años, perdí a mis padres. Según me cuentan, mis padres se encontraban conmigo en mi casa donde era pequeña pero acogedora, sus paredes eran café y su suelo en madera, teníamos pocas cosas, pero buscaban la forma de comprar todo lo necesario para mi crianza. Una noche, mi madre colocó a calentar la sopa de verduras que había hecho, dice mi tía que era la mejor sopa del universo. Mi padre, por su parte, se encontraba recostado en su habitación mientras miraba un partido de fútbol y yo estaba dormida en la cuna.    Me cuentan que, mi madre se debió de haber subido a la habitación a conversar con mi padre, porque allí fue donde encontraron los cuerpos hechos cenizas y sin reconocer. Debido a que, esa olla llegó a secarse al punto que inició a prender fuego y humos, donde por alguna razón que desconozco mi madre se había olvidado de ella, prendió fuego. Había fuego por todos lados, eso sí lo recuerdo porque el olor me despertó causando que me alterara porque me encontraba encerrada en mi cuna, donde no podía escapar a ningún lado gritaba fuerte ¡mamá! ¡papá! pero no contestaban, recuerdo que un señor desconocido fue el que logró rescatarme dentro del incendio, donde gracias a él estaba viva, después me enteré que había sido el cuerpo de bomberos que habían entrado, mis padres murieron y la única sobreviviente fui yo.    Así que, mi tía fue quien me crio al lado de mi prima de 15 años que para ese momento tenía un año de nacida. Mi prima se ha convertido como en mi hermana, nos contamos todo y ha sido mi confidente todo este tiempo; donde he tenido una relación a distancia a escondidas porque todavía no he sido capaz de contarle a mi tía, tengo miedo a que reaccione mal y me eche de la casa por no estar de acuerdo, debido a que nunca pude quererla como una madre a pesar de que me terminó de criar. El joven con el que salgo se llama Alejandro Sierra donde hace seis meses estamos juntos a pesar de tener que ser una relación a distancia debido a que él se encuentra realizando sus estudios académicos en la ciudad de Bogotá D.C., lo conocía desde pequeña; ya que él asistió a mí misma escuela aquí en Bucaramanga, compartimos muchos momentos únicos, travesías, pero se alejó de mí porque sus padres se habían ido a vivir a Cali. No volví a saber de él, si no hasta que un día nos dimos corazón mutuo en Tinder donde nos reconocimos y volvimos a hablarnos, fue lindo volver a recobrar esa amistad al lado de él.    Esa amistad se fue volviendo en sentimientos, sentimientos de amor y gusto donde no lo había sentido realmente por nadie más. No soy virgen, debido a que la perdí en medio de una apuesta que habíamos hecho en el colegio, con uno de los chicos más populares en ese instante llamado Raúl Méndez, fue una linda experiencia al lado de él donde solo fue esa vez y no se volvió a repetir. Como estaba contando, los sentimientos fueron creciendo hasta que un día el decidido volver a Bucaramanga de visita, nos vimos dándonos nuestro primer beso. Desde ese momento, decidimos intentarlo a distancia como nos iba, fue dura la despedida cuando tuve que dejarlo partir nuevamente a Bogotá, no lo niego. Pero han sido seis meses espectaculares, porque ha estado pendiente de mí en todo momento, él se encuentra estudiando Ingeniería Industrial donde les confieso que me ha repetido como veinte mil veces de que trata y todavía no lo entiendo además de un curso en fotografía. Mientras que, por mi lado decidí estudiar Psicología, apenas empezaba el primer semestre.   Mi novio es de tez mestizo, su espalda y hombros son anchos, no tiene un abdomen plano sino una leve pizca de gordura, pero igual así lo quiero. Ojos color verde, donde con su mirada me transmitía una paz indescriptible, cabello café, su barba sensual y pecas en sus mejillas. Tal vez, no era el hombre más guapo del mundo, pero estaba segura que solo me quería a mí. Mientras que, por mi lado soy morena, cuerpo tipo rectángulo, es decir, igual de proporción tanto arriba como abajo, pero me gusta hacer ejercicio donde practico gimnasia, mi mirada es dulce de color gris oscuro, cabello castaño claro largo y liso pero lo que más amo es mi sonrisa, amo sonreír e intentar disimular que todo está bien, porque no puedo negar que me hacen falta mis padres.   En este momento, estoy inventando una excusa en compañía de mi prima Sara para decirle a mi tía que debo viajar a Bogotá; ya que tengo ganas de verlo y él no puede venir si no hasta que sean sus vacaciones, siento que es hora de dar un paso más con él, algo más íntimo. Mi tía se llama Isabel siendo una mujer de 50 años, tez morena, su color de ojos es café al igual que su cabello, es una persona bastante seria, estricta y complicada. Decidimos que iba a decirle que tenía que ir a pasar unos papeles para poder iniciar mi tesis de la universidad, ojalá se lo creyera. Así que, decidí acercarme a ella.    — Tía ¿puedo pedirte un favor? — Manifesté mientras me acercaba a la cocina, donde ella se encontraba.    — ¿Cual? — Respondió, mientras reunía la sopa.    — Debo ir a Bogotá a entregar unos papeles para la tesis de la universidad ¿habría algún problema? — Pregunte con nervios mientras entrelazo mis manos.   — ¿Me estás diciendo mentiras? — Volteo a verme donde lo negué con mi cabeza llena de nervios — Esta bien, me imagino que necesita dinero.   Mi tía decidió dejarme ir; aunque era una persona mayor de edad al vivir todavía y depender de ella debía seguir ciertas reglas, entre esas estaba que debía pedir permiso para salir así fuera a la esquina ¿exagerado? sí, pero igual debía seguirla porque no tenía donde quedarme más. No recibí herencia de mis padres, debido a que nuestra casa se quemó toda y no teníamos nada más, debió sobrevivir con lo que me brinda mi tía. Decidí ir a la habitación a alistar la ropa, dinero y cédula. Tenía muchos nervios, porque quería ver a mi gran amor.   A la hora, me despedí de mi tía y de mi prima quien me deseo mucha suerte en secreto, amaba a esa mujer. Dios me había quitado a mis padres, pero me había dado una prima excepcional como una hermana, llegué al terminal de transporte, pedí el boleto y me senté en el bus. Era un viaje bastante largo, así que decidí colocarme mis audífonos para ir escuchando música clásica en el transcurso. Paso aproximadamente 9 horas de viaje, donde sentía que ya me dolía mi cola de tanto estar sentada, hasta que escuche al conductor decir que llegamos.
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