Sigue mi canción

18. ♪ Bromeas ¿verdad? ♪

Desde que paso el huracán habían pasado alrededor de una semana donde varios días nos quedamos en el refugio por seguridad hasta que limpiaran todo. Durante esos días habia visto que lo que desencadenaba al Tyler gruñón era mi cercanía con Cristian, por eso reduje las interacciones con el a las necesarias. Josiah, uno de los integrante del retiro se fue por ende su cabaña quedo vacía, por Kai escuche que vendría una habitante que técnicamente debió entrar antes que yo, pero como vieron mi aplicación y me investigaron el señor Harry y la señora Mahina me habían saltado la cola para que entrara primero. Por ahora me encontraba tocando la puerta de la oficina de Kai, era principio de mes asi que sabia que significaba cambio de compañeros. Al entrar vi a Tyler totalmente relajado hablando con Kai, al verme este sonrió de una manera increíble como nunca lo habia visto en días anteriores.

—¡Si! Me vas a poner con Danielle de nuevo—sonrió como si fuera un adolescente acercándose a mi abrazándome sin dejarme la oportunidad de entrar.

Kai sonrió levemente sin decir nada mientras revisaba su cuaderno de nota. Tras unos minutos llegaron Mimi y Cristian donde todos nos sentamos, aunque Tyler no me soltaba en la mano.

—Chicos, como saben hoy es cambio de compañero, yo quería cambiarlos a como estaban antes, pero me di cuenta que —Kai señalaba a Cristian y a Tyler con su lapicero— ustedes dos creo que deben tener un mes para que se conozcan mejor.

—¿Disculpa? —Cristian alzaba levemente una ceja.

—¡Kai! ¡Es en serio! ¡Me vas a poner con el raro de nuevo! Prefiero que me dejes con la parlanchina de Mimi, al menos ella cuenta buenos chistes.

—¡Yo estoy de acuerdo! —Mimi emocionada me abrazaba— Tendremos diversión de chicas.

—¿En serio? —me emocionaba pues a Mimi la consideraba poco a poco como una buena amiga— Si, si quiero.

Tyler pareció tener una iluminación, una epifanía, sus ojos se posaron en Mimi y en mi notándolo totalmente nervioso.

—¡Ah! No, no, no ¡No! ¡Ella me la va a pervertir!

—¿Pervertir? Tranquilo, yo no le voy a hacer nada que no quiera, al menos que Danielle quiera sexo lésbico en mi cabaña, si no tranquilo todo estará bien.

Aquel comentario hizo que Cristian tosiera levemente, yo lance un chillido de sorpresa, Kai solo se rio levemente mientras que Tyler la miro con una mirada como si quisiera lanzarla por un acantilado.

—Kai ¿En serio permitirías eso?

—Técnicamente son dos mujeres adultas —este solo movía sus brazos en total inocencia de indiferencia— Recuerda que yo los enlazo dependiendo lo que siento que ustedes necesitan trabajar, y el mes pasado note que Cristian y tu necesitan arreglar sus diferencias.

Tras la típica sesión de Kai hablándonos sobre lo que debíamos trabajar mientras salíamos los cuatros al mismo tiempo Tyler me tomo de la mano corriendo conmigo como si estuviera enloquecido.

—¿Tyler?

—¡Vayamos a la playa!

Canción: Paper Rings por: Taylor Swift

Mientras corríamos como pequeños a la playa notaba a la distancia a Beatrice mirarnos algo descolocada, principalmente al ver a Tyler, era lógico pues su sonrisa era demasiada jovial, viva.

—A bañarnos.

—¿A que? —chille un poco sorprendida— espera ¡espera mis zapatos! ¡No! ¡No tengo bañador!

Intentaba escaparme del riéndome pero se me fue imposible pues Tyler me cargo como si fuese una princesa entrando conmigo a la playa lanzándome en ella.

—¡Ah! Eres un viejo ogro —chillaba al levantarme comenzando a chapotearlo con el agua de la playa.

—¿Viejo? Alcánzame si puedes.

Lo notaba correr esquivando mis chapoteos algo que intente evitar corriendo detrás del. El corría rápido, solo lo alcance cuando quiso y solo lo hizo para poder besarme de una manera tan pasional que hizo todo mi corazon temblar.

—Danielle —susurro deteniendo el beso— ¿Estarías conmigo si al salir del retiro descubres que no tengo nada?

—Si —mi sonrisa podia iluminar todo el lugar— estaría contigo, aunque no tuvieses nada.

—¿Incluso si tenemos que dormir debajo del puente?

—Seria un puente muy acogedor.

Sus ojos me llevaron a una burbuja donde solo estábamos el y yo. Sentía que Tyler tenia una capacidad rara, diferente, especial pues aunque yo era vista por muchas personas, admirada por otros y odiada por algunos no me sentía vista como era yo completamente, pero Tyler me hacia abrirme. No me sentía sola, sentía que podia ver un futuro y sonreír, quería abrirme, quería gritar, quería volverme loca y todo era gracias a el. Poco a poco sentía que Tyler y yo nos pertenecíamos ¿Por qué? Pues yo siempre intentaba encajar con todos, siempre me moldeaba dependiendo a las personas, con Charlie fue igual, me molde a lo que el quería olvidando mi esencia pero con Tyler yo podia ser yo y incluso más. Nunca deje de ser lo que era, el me ayudo a explotar a puntos increíbles de lo que era, me ayudaba a brillar por quien soy, no me cambiaba, al contrario, el me hacia aceptar quien era, mi esencia. Esa conexión era lo que buscaba, y el, comenzó a brillar en colores y notas musicales que nunca habia visto en nadie, poco a poco se estaba volviendo mi musa para la música de mi corazon, aunque las letras aun no salían.

Tyler ????

Me miraba en el espejo detenidamente, esa noche iba a invitar a Danielle a ver las estrellas conmigo en la playa, habría luna llena asi que sabia que seria una vista preciosa. Sonriendo como tarado me dirigía hacia la cabaña de Danielle tocando, nadie respondía algo que provoco un entrecerró de mis ojos.

«No le dije que la sacaría a pasear, pero…. ¿Dónde esta?»

«Técnicamente es un lugar donde no podemos hacer nada»

Bajaba las escaleras algo pensativo notando a Ronaldo cargando una mochila, al parecer como se quedó sin compañero se la pasaba paseando por los alrededores. Este me observo detenidamente.

—Tylerconda ¿Todo bien? Tienes cara de que te dejaron las bolas azules.

—Venia a visitar a Danielle, pero no está.

—¿No te dijo Mimi que la llevo a PinkPlace?

—¿Pink que?

—Oh no conoces el sitio porque no es de tu estilo, es una discoteca de estríper.

—De…. ¡De que! ¡Esa idea tiene que ser de Mimi! Voy a ir a sacar a Danielle de ese sitio ahora mismo.

—Tyler, eso será algo complicado hoy.

—¿Por qué?

—Hoy es noche de chicas, si no eres mujer no te dejan entrar.

Mis ojos se posaron en Ronaldo fijamente.

—¿Bromeas?

—No, yo he ido con Mimi varias veces cuando me visto de mujer.

—Te….te vistes de mujer….—lo observaba con detenimiento.

—Claro que si, no es nada, soy bueno maquillando, si quieres te maquillo—hablaba de manera orgullosa— yo podría hacer que Jason Momoa, Henry Calvin o incluso Chris Hemsworth parezcan mis universos.

—No hare eso.

—Te lo pierdes, solo te digo que hoy va el estríper estrella….y el usualmente escoge a las nueva.

Mi mirada de terror se dirigió a Ronaldo el cual solo sonrió de manera traviesa— Si te hace sentir cómodo puedo vestirme contigo y ir juntos a ti, ya a mi me conocen.

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—Dios, Tyler ¿no te interesaría tener una relación conmigo? Ahora cariño cierra los ojos que te pondré las pestañas.

Fruncia enseño mirándome en el espejo de la cabaña de Ronaldo. A pesar de que tenia cosas deportivas que se veía a lengua que era, en su closet tenia vestidos, maquillajes, pelucas, y zapatos que me sorprendía que nadie supiera de esto. El me obligo a afeitarme y tras esto me maquillo de una manera que debía admitir…..que si parecía una mujer. Me puso uno de sus vestidos cubiertos para ocultar mis brazos y sus zapatos de tacones mas cómodos. El por su lado se cambio con un vestido algo provocativo….demasiado para mi gusto que me sorprendía que sus testículos no se le salieran.

—Sigo pensando que esto no es una buena idea.

—Puedes quedarte, yo iba a ir de todas maneras porque Mimi me guardo un asiento.

—Ok…ok….solo voy porque Mimi es una loca.

La ultima vez que Mimi se fue al pueblo regreso dos días después diciendo unas historias de una orgia monumental que habia tenido, demasiada información para un día. Tras terminar con dificultad caminaba con los tacones caminando algo abierto.

—Esto no va a funcionar.

—Aprietas las nalgas y camina como señorita —me daba una nalgada— si caminas asi se darán cuenta de una.

—Dios….lo que tengo que hacer para proteger la integridad de mi campanita.

—En su defensa, esta imagen mental de maquillarte por ella es más que suficiente para reírme por unos días—se colocaba una peluca rubia después de colocarme una peluca castaña larga.

Como si fuese el peor reto de mi vida camine con esos malditos tacones ¡Como las mujeres lo aguantan! Aunque eran pequeños apenas podia caminar, me dolían los pies, la ropa interior me apretaba. Manejaba a la dirección que Ronaldo me dio ¡Lógico que no conociera ese lugar! Era como ir al inframundo, después de conducir por unos treinta minutos parqueábamos escuchando la música del lugar reventando, en la cola se veían solo mujeres por lo que busque a Danielle con desesperación, pero no lo encontraba.

—Tranquilo Romeo, deben esta adentro.

Ronaldo caminaba con tanta facilidad, que detrás parecía una mujer muy bien formada. Si no supiera que era un hombre fácilmente hubiera caído. El se dirigió a los seguridades del bar señalándome a mi mientras le hablaba, tras unos segundos levanto el pulgar haciéndome una señal de que podíamos entrar. Caminaba frustrado, enojado ¡Juro que si no crucifico a Mimi esa noche lo voy a hacer pronto! Confiaba en Danielle, pero Mimi, esa mujer era una muy mala influencia. Sentía el viento entrar en mis pelotas lo cual me dio algo de escalofrió, entrabamos al bar notando a todos los hombres en bóxer sirviendo tragos. Fornidos, con sus cuerpos brillosos y sonriéndoles coquetamente a las clientes

«¡Que la mato!»

—¡Buena noches a todos! —un hombre hablaba desde la tarima del bar— Esta noche tenemos al azotador que viene especialmente por ustedes niñas ¿Quién será la escogida por el? Suerte a todas.

Mire con desconcierto a Ronaldo— ¿De que habla?

—Es el estríper de hoy, va a escoger a alguien para hacerle un privado en la tarima.

—Bromeas ¿verdad?

—No, sus números son muy entretenidos, a mi me subió una vez y me erecte.

—Demasiada información, te pateare el culo si tu..

Me detenía de repente de hablar notando a la distancia a un hombre en traje de latex como un bombero pasar por las mesas deteniéndose delante de una avergonzada Danielle que miraba el suelo. En esos momentos corrí como loco a su mesa sujetándole de la muñeca cuando el intento tocarla.

—Ni te atrevas a tocarla o te rompo la mano—mi mirada asesina se dirigió a el.

—¿Pandita? —hablo Mimi confundida observándome.

—¿Tyler? —Danielle alzo su mirada hacia mi, sus ojos se abrieron como plato mientras su boca cayo de golpe al verme.

—¡Oh! Tenemos a una voluntaria, chicos tráiganla aquí —el hombre que tenía en el micrófono en la tarima hablaba.

—¿El que? —era empujado por varios de los hombres del bar— Esperen, esperen ¡No quiero!

Era empujado por ellos notando a la distancia a un Ronaldo muerto de la risa casi en el suelo, Mimi llorando de la risa y Danielle tan confundida que parecía que moriría de la vergüenza en esos mismos momentos. Me sentaron en una silla donde me amarraron, y allí tuve que aguantar el maldito numero del bombero que bailaba seductoramente en mi rostro. Me manoseo de una manera que si hubiera estado suelto lo mataba, su paquete casi me lo pego en la cara, pero aquello parecía emocionar al bar de mujeres que enloquecían al ver este tipo menearle el culo para ellas. El me movió el culo tantas veces cerca de la cara que juro que iba a tener pesadillas. La música reventaba, el alcohol parecía que enloquecía a las chicas que lanzaban billetes como si estuvieran poseídas, hasta que el maldito numero musical de este tipo termino acercándose a mi.

—Preciosa, llámame —me guiñaba un ojo mientras me desataba.

—Primero muerto.

Al desatarme me iba a la mesa de Danielle la cual no sabía ni cómo reaccionar, aunque Mimi tomando su margarita casi se ahogaba.

—Tyler, si me hubieras dicho que venias hoy te prestaba mis tangas, te hubieran quedado más bonitas.

—Mimi, muy graciosa —hablaba con un fuerte acento irlandés sin quererlo— No traigas a Danielle aquí.

—¿Por qué? Le pregunte si quería divertirse y me dijo que si.

—¡Pero no quería venir a un lugar de estríper! —hablo una nerviosa Danielle— nunca habia venido…y preferiría estar en mi casa.

—Danielle, eso es porque aun no te acuestas con uno de ellos —Ronaldo disparo.

—Y no lo hará, para eso me tiene a mi.

—Tyler, para cuando termines metiéndole el pene a Danielle se te hará polvo —Mimi le daba un sorbo a su margarita— Si quieres mi recomendación Danielle, te puedo dar el numero del mejor en la cama —guiñaba uno de sus ojos.

—Mimi…..te juro…..te juro por Dios que me vas a hacer caer en la cárcel esta noche.

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Eran las nueve de la mañana, Cristian se levantaba temprano para correr al igual que yo asi que ambos terminamos recorriendo la playa. Aunque no lo soportara lo único que hacíamos sin matarnos era eso, fue lo que hicimos la otra vez. Me dirigía hacia donde la señora Mahina para entregarle unos papeles que me pidió que firmara hace días atrás notando a una pequeña chica hablando con ella.

—Oh Tyler, que bueno que llegaste ¿Puedes ayudar a la nueva?

—Claro —me acercaba el mostrador entregándole los papeles.

—¿Tyler?

La pequeña chica se giro levemente haciendo mover su cabellera corta dorada. Sus ojos se posaron en mi al igual que los míos en ella.

—¿Maggie? Que haces aquí—susurre levemente al reconocerla.