Sentados en la costa de la playa sentía el agua calidad juguetear en mis pantorrillas. Mi cabeza estaba recostada del hombro de Tyler mientras veíamos el atardecer, ese sentimiento de calidez que podia dar ese estado del día y pronto, se volvería frio ¿Era eso? El frio de la noche que siempre me rodeaba con Tyler era lo contrario, se convertía en mi día, sus calurosos sentimientos eran abrazadores de una manera sorprende, pero… ¿por qué siempre de noche? Era como si el solo podia abrirse completamente a esas horas, lejos de lo que el era en verdad.
—Danielle.
Con un leve movimiento observaba a Tyler. Nuestras miradas se funcionaban como el mismo atardecer, su mirada que brillaba como el color del oro, el mismo sol mientras la mía retumbaba como el color del cielo de verano. Mis manos sudaban un poco, agradecida a los de arriba que mis palmas de las manos estaban en la arena.
—¿Si?
—¿Me dirás lo que te dijo Maggie?
Al escuchar el nombre de ella solo mire hacia la profundidad del océano.
—Depende, dime que son, como se conocieron, todo.
—Mmm —lo notaba alzar levemente su cabeza unos segundos como si estuviera buscando entre su recuerdo—Margaret y yo somos amigos de la infancia, nuestros padres eran mejores amigos en la universidad asi que no era de extrañarse que fuéramos amigos. Fuimos a todo juntos, hacíamos todo juntos con mis hermanos y su hermana Penélope. Ella es un poco….como decirlo —hizo una leve pausa— para nada táctil con los sentimientos de las personas, no sabe expresarse bien y sus filtros de sensibilidad no funcionan al punto que desde que éramos niños la apodaron serpiente, alacrán, escorpión….cualquier animal que lanzara veneno era ella. Asi que tuvo problemas para socializar con personas porque ella expresa su preocupación de maneras…algo poco convencionales……fuimos a la secundaria juntos y en nuestro penúltimo año ella termino insultando al chico que le gustaba tanto que se le alejo como la lepra.
—¿Por qué sí?
Rio levemente—si, solo porque si, a ella se le fundió un tornillo por ese chico y no sabia como expresarse. Ella quería que le ayudaramos a aprender a cómo tratar un chico asi que le pidió ayuda a mis hermanos mayores por la experiencia, pero como Jonatan estaba en segundo año de la universidad y Matthew habia cumplido la mayoría de edad recientemente ambos la rechazaron asi que fue conmigo porque no tuvo opción.
—Ya veo…y que paso.
—Lo odie —una leve risa ronca se escuchó— en los dos meses que practicamos ser pareja ella me dio a entender que no debo buscar en una chica y ella conmigo vio a quien debía huirle —su brazo derecho se enredó en mis caderas acercándome a el— Fuimos pareja si, pero no tienes que temer de ella —beso levemente mi cabello— créeme, tendrías que tener miedo de que te cambie por una piedra que por Maggie.
—Señor anciano ¿acaso tiene una filia con las piedras?
—No, yo soy Daniellefilico.
Aquello me hizo reír levemente.
—A ver que mas…..fuimos a universidades diferente, ella se fue a Inglaterra a estudiar porque su madre vivía allí. Yo me enamore y ella no se entero hasta que le pedí que fuera mi madrina de boda…….y ella odiaba a mi ex esposa a muerte —susurraba— todos andaban felices con ella excepto ella, yo conozco a Maggie y se que esa lengua no debió quedarse quieta pero mi exesposa no se dejo de ella….ella tenia una personalidad fuerte —al decir eso su tono se oscureció levemente— Maggie y yo terminamos trabajando juntos…..y tras el accidente ella me apoyo más que nadie….a su manera ¿Comprendes? Ella intentaba evitar que yo hiciera cosas…..pero al final llegue a un punto de ahogo donde no pude mas y uno de mis hermanos me encontró no una vez….si no dos veces…….
Sentía su tacto temblar algo que yo evite sentándome en sus piernas para abrazarlo con fuerza. Recostaba mi cabeza en su pecho, el me atraía con sus manos para acercarnos mas, olfateaba mi cabello y como si fuese un calmante lo notaba relajarse en mi leve toque.
—Discúlpame por hacerte recordar eso.
—No tienes que preocuparte —sonrió levemente— eso me trajo aquí, y aquí estuve esperando por casi cuatro años hasta que apareciste tu —su barbilla se apoyaba de mi cabeza— tal vez…solo te estaba esperando sin siquiera saberlo.
Mis latidos iban a una velocidad impresionante que me sorprendió el no tener problemas para respirar. Su abrazo, era como el hogar que mis padres me daban, seguridad, calidez, amor y incluso protección ¿Por eso amaba a Tyler? Si, pero lo amaba mas por lo que me hacia sentir. Quería confesarle a Tyler lo que me dijo Maggie pero por como hablaba de ella se veía su cercanía ¿Podría yo aceptar arruinar eso? No, no quería, por ahora solo le daría vuelta a la pagina y si insinuaba otra vez algo me defendería de la misma manera que Tyler me dijo que lo hiciera. Estábamos tan relajados en ese abrazo hasta que el sonido de algo compitió con el sonido de las olas provocando una leve carcajada por parte de Tyler junto a un sonrojo de vergüenza por mi.
—Danielle, si tenías hambre debías decirlo.
—No tengo hambre.
Otro grujido proveniente de mi estomago resonó. Su sonido parecía que era producto del infierno listo para devorar a quien sea.
—¿Ah no? ¿Y que fue eso? ¿Acaso te comiste un león?
Con mi mano le tapaba el rostro intentando no morir de vergüenza en ese mismo momento.
—Tu me secuestraste a las ocho de la mañana, no habia desayunado ¿Comprendes? Apenas me levantaba, iba a salir con Ronaldo y ahora ¿Qué hora son? Las cinco ¡No! Debe ser mas tarde ¡Es tu culpa! Eres un viejo desconsiderado que no piensa en …
Un cálido beso interrumpía mis palabras, su suave caricia en su espalda me relajaba en un punto sorprendente. Tras un muy pequeño beso este mordisqueaba levemente el labio inferior de mi boca haciendo que nuestras miradas se cruzaran, nuestras respiraciones se acompasaran.
—Cuando —al hablar soltaba mi labio que mordía— hablas tan rápido no puedo entenderte campanita —con su nariz acariciaba la mía —vayamos a comer mejor.
Ambos nos detuvimos a devolver la tabla que Tyler aparentemente alquilo. Tras cambiarnos y quitarnos los trajes de baños mojados conducimos un rato a lo que parecía ser otro pequeño pueblo de Hawai donde nos sentamos en un restaurante. Era pequeño, pintoresco, fresco y relajante, era al parecer un restaurante de comida típica. Estaba tan anonadada con los colores, los olores, las personas en sus propias conversaciones, me atraía haciendo una combinación de diferentes matices de lo que se vivía día a día. Sonreía como una pequeña niña en un parque de diversiones encerrada en mi propio mundo hasta que un leve toque en mi mano me devolvió. Al bajar mi mirada notaba que Tyler pasándome un papel con un bolígrafo sonriendo.
—¿Qué es esto?
—Estabas haciendo el mismo sonido que cuando surfeábamos,…no soy muy bueno reconociendo las partituras musicales porque hace mucho no tomo clases pero fue algo como esto.
¿Habia estado tarareando de nuevo? Al ver el papel notaba que había que habia escrito varias líneas.
—¿Yo estaba tarareando esto?
—Si —sonrió levemente— lo hiciste varias veces y aunque te hablaba parecías perdida —con un leve movimiento escogió su hombro— espero que no te moleste pero pedí pollo huli huli para ambos después de quitarle el bolígrafo al mesero.
Miraba el papel algo sorprendido, solo imaginaba aquellos en un acorde de guitarra, tal vez incluso con un ukelele para hacer un tono diferente.
—Tyler ¿puedo quedarme con esto?
—Tu la tarareaste campanita, yo solo lo plasme para cuando salieras de tu trance.
Indirectamente me estaba sintiendo apoyada sin saberlo. Mientras degustaba el plato que pidió Tyler terminamos hablando desde que queríamos hacer cuando saliéramos, yo le confese que quería hacer un evento benéfico para niños con leucemia en cuanto saliera, ahora también quería hablar con mi representarte para incluir también organizaciones de ayuda mental en mi agenda ¿Por qué? Viviendo en el campamento me habia dado cuenta que muchas personas estaban hundidas en sus propias mentes, pero no todos podia costear esas ayudas asi que quería aportar mi grano de arena, ya lo hacía, pero quería dar mas. No le dije a Tyler que a pesar de ser una artista que fui sumamente popular no tenia tanto dinero ¿Por qué? Lo que tenia casi todo lo donaba a hospitales de cáncer y organizaciones que ayudaran a niños de bajo recursos quedándome solo con lo suficiente para vivir y tener mi apartamento en New York, por eso vivía con pocos lujos pero no me importaba. Usaba la transportación publica, aunque Elliot me lo prohibía obligándome a viajar con su chofer por seguridad. A pesar de estar en el estrellato no quise olvidar de donde venia, una chica de pueblo que tuvo tantos problemas económicos cuando era joven. Sentía que mi música era un puente para ayudar a otros, una liberación para mí, por eso quería ayudar en todo lo que pudiera. Tras terminar de comer me tomaba una piña colada virgen notando a Tyler levantarse.
—Danielle voy al baño.
—Claro, te espero.
Mientras tomaba mi bebida pude escucharlo. Todo mi cuerpo se paralizo mientras el sonido angelical sonaba, aunque la voz, esa voz que pareció salida de los mismos demonios me devolvió a la tierra. Mi cuerpo se calentaba en unos momentos sorprendente sintiendo mis ojos aguarse, no de tristeza, si no de rabia. Por primera vez sentía….rabia…..usualmente cuando escuchaba esa canción solo sentía tristeza, decepción y incluso culpa pero ahora habia cambiando ¿Lo estaba haciendo porque un ogro me enseñó a alzar mi voz?
—¿Danielle? ¿Estas llorando?
—Esa…..
—¿Esa?
—Esa canción….. esa canción que suena……es una de las canciones que me robaron —por primera vez le dije a alguien lo que siempre supe y nunca quise admitir. Elliot me habia dicho que mi álbum fue robado pero no quería creerlo, no quería alzar la voz pero con Tyler se me salía sin quererlo— esa canción…..alguien le dio mis canciones a esa tipa y ahora se esta lucrando con mis canciones…..y lo malo es que no puedo demostrarlo…… lo odio….me molesta…..siento que me esta amargando poco a poco….no lo aguanto….
Tyler sacaba un billete dejándolo en la mesa jalándome enseguida afuera del restaurante.
—¿A dónde vamos?
—A disfrutar de la noche.
Cancion: Cry about it later por: Katy Perry
Mientras la noche caía aplacando completamente al ocaso notando pocas estrellas brillar en el firmamento como si guiaran nuestros camino. Esa noche quería dejarme llevar, no quería pensar, solo disfrutar lo que muchas veces no hice…..o hicimos. Nuestra primera parada fue una pequeña fiesta donde al parecer estaban bailando el baile típico hawaiano. Aunque Tyler pensó en regresarse yo me adelante dirigiéndome a las bailarinas que estaban dando una pequeña lesión, una de ella me puso una de la falda y tras unas lesiones sobre los movimiento de mis caderas me deje llevar por la musica. Mientras danzaba notaba a la distancia a Tyler sonreírme levemente tomando varios vasos de unas bebidas coloridas ¿Cuánta tomo? Tal vez tres mientras yo bailaba. Al termine me acerque a el.
—¿Qué toma?
—Es una bebida Hawaiana, son buenas, pero tienen algo de alcohol.
—¿Puedo probar una?
—¿Y que te pongas loquita? No, mejor no.
Sonreía un poco quitándole su vaso probándolo el dulzor aplacar levemente el picor del alcohol ¿era vodka?
—Solo me puse como loca porque todo lo tome rápido, vamos además no creo que tu me dejes poner asi de loca —le guiñaba uno de mis ojos sonriendo.
—En eso tienes razón.
—Tyler...
—¿Si?
—Cuando me diste el brazalete la primera vez me dijiste muchas cosas lindas...quiero intentar las cosas contigo...como pareja..o no se....Dejame entrar en tu corazón.... pero prométeme que no me lastimaras....
—Campanita tu estas dentro de mi corazón —un suave pico recorría mis labios— trabajare en todo lo que pueda para no lastimarte ni rompertelo.
Trago tras trago fuimos perdiendo la cuenta. Tyler y yo terminamos yendo a una pequeña discoteca donde con unos tontos pasos por el alcohol terminamos bailando salsa, nunca hubiera imaginado que Tyler fuera bailarín, incluso tomado. Su beso detenía nuestro baile haciéndome olvidar momentáneamente de todo, y todos, incluso lo que nos rodeaba. Me olvide de mi primer desastre amoroso, ese beso solo arranco un suspiro, un jadeo, una exhalación. Bebida tras bebida, risa tras risa solo nos conducíamos como dos adolescentes corriendo como tontos en aquel lugar donde terminamos en una playa hablando tonterías entrando a un hotel ¿Cuándo habia pasado? Quien sabe sentía que habia perdido algo importante de la noche, pero en esos momentos estaba en el aquí y ahora.
—Tyler te amo demasiado —reía algo atontada— ¿Me amas? —arrastraba mi voz.
—Creo que tenemos que beber más seguido—sonreía algo abobado olfateando el licor de entre sus labios— amo el tono con el que me dices que me amas.
Su abrazo me condujo a donde más quería estar, sus brazos. Su jugueton beso bajaba a mi cuello arrancándome un gimoteo en sus oído con suavidad. Sus manos acariciaban mi cuerpo como si fuese una guitarra deteniéndose en mis muslos donde apreto con posesión esa parte. Mis labios temblaban, mis piernas querían ceder a el y solo a el.
—Aun no me respondes….
—Si…si Danielle…te amo….Dios, que duro me tienes.
Con sus dientes me dio un firme mordisco que dejaría una marca me hizo estremecer. Clavaba mis uñas en su hombro arrancándole un leve gruñido. Ambos caminábamos totalmente desorbitados por aquel pasillo de hotel, unas manos totalmente abobadas intentaban abrir la puerta. Su lengua se adueñaba de mi hombro, mi cuerpo lo frotaba contra el del sintiendo la dureza de su cuerpo queriendo reclamarme. ….y tras esto solo quise dejar mi imaginación explotar……
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Abría lentamente los ojos notándome confundida, desorientada y algo acalambrada. Mi boca estaba tan seca como si hubiera tragado tierra, parpadeaba con rapidez intentando recordar donde estaba….en un hotel….recuerdo llegar…si….difusas imágenes mías de Tyler y yo besándonos me hicieron recordar. Recordaba parte de la noche entonces…no habia tomado como loca como mi primera vez. Sentía un leve cosquilleo en mi cuello que me dio algo de cosquilla algo que me hizo sentarme de golpe. Mi cuerpo se paralizo al ver a Tyler recostando a mi lado sin camisa.
—Pero….pero que hice anoche….
Mi voz temerosa dejaba entre ver lo que mi corazon sentía en esos momentos sintiendo un dolor de cabeza. Lleve mi mano izquierda por inercia allí tapando uno de mis ojos notando que no tenia…..no tenia blusa…..con pánico mire por debajo de mi sabanas notándome completamente desnuda ¡No! No, no, no, no podia ser.
«¡No puede ser! Por favor no me digas que me acosté ebria con el»
«O sea…si quería…pero no asi…»
«No recuerdo……¿Nos acostamos?»
Una jaqueca comenzaba a liquidarme mientras forzaba mi cabeza a recordar entre lo que era real o no escuchando un leve bostezo a mi lado.
—Buenos días —un soñoliento Tyler me observaba detenidamente— por tu rostro, imagino que no recuerdas nada —sonrió levemente— Campanita tu no estas hecha para el alcohol—su tono burlesco hacia juego con su rostro— ¿Quieres que te cuente lo que hicimos anoche? O puedes recordarlo.