Tyler ????
—¡Es que no la entiendo! —gruñía colérico— ¡porque se ríe con el! Acaso a ella le gusta el…
—Mmm —Kai movía su peón cerca de mi torre— Tyler ¿Te sientes inseguro de que Danielle este alrededor de otros hombres?
Durante todas mis sesiones tendía a jugar ajedrez con Kai, eso me relajaba lo suficiente para hablar con el. Durante las semanas anteriores hablamos de dejar atrás sentimientos negativos que llegue a sentir con mi exesposa y establecer límites saludables para seguir con mi vida. En una sesión sin esperarlo le habia confesado a Kai que me atraía Danielle pero no sabia si era mi imaginación, el me ayudo a dar el primer paso de confesarme pues decía que debía mejorar mi comunicación con ella pero verla con Cristian solo me enojaba aún más.
—¡Si! como no voy a estar inseguro —movía mi torre para tomar su peón el cual retire— Estoy enojado, me molesta, me frustra, no puedo soportarlo.
—¿Por qué? —Kai hacia un leve tono de pensar con su garganta moviendo su alfil— ¿Danielle te ha dado motivo para que estes inseguro?
Con mi dedo hacia una pinza en el puente de mi nariz dejando escapar un suspiro totalmente exasperado.
—No, pero….es que no puedo evitarlo —llevaba mi mano a mi cabello para acariciarlo de manera apaciguadora para reducir mi malhumor— quiero confiar completamente en ella pero tengo ese sentimiento que pase lo mismo que Elizabeth —movía mi caballo.
—Yo solo te diré que Danielle y tu exesposa son dos personas totalmente diferentes.
—¡Lo se! Créeme que lo sé, pero me causa temor…..lo de Elizabeth nunca lo vi venir, estábamos totalmente bien me decía que solo era una simple amistad con su ex ……y después de recoger a mi sobrina de un concierto cuando vuelvo a mi casa solo la encuentro…
Los pensamientos de aquella noche quemaban, me sulfuraban solamente al recordarlo.
Flash back
—Aurora, hermosa princesa ¿Puedes apagar esa radio ya?
Miraba de reojo a mi sobrina la cual estaba totalmente alegre cantando a todo pulmón.
—Pero tio, no puedo —chillaba emocionada— pude ir al concierto de mi grupo favorito y vi a Seraphina ¡Hoy estuvo genial! Además mira —emocionada levantaba su brazalete— ella intercambio un brazalete conmigo, me subió al escenario y todo ¡Ah! Fue todo un sueño —chillaba emocionada.
—Ash, no entiendo tus gustos musicales —suspiraba levemente dejándome arrastrar por una voz suave femenina que cantaba una de las canciones mas animada que pude escuchar en la vida.
Mi sobrina Aurora era el angelito de nuestra familia hasta que nació mi pequeña Caroline, esa noche habia acordado llevarla a casa de mi hermano después del concierto ya que llegue antes de mi reunión de Italia asi que le hacia el favor.
—Tío, deberías conocer el grupo donde toca Seraphina —gritaba emocionada— ella es como un ángel caído del cielo.
—Si, si, claro lo que digas Aurora —sonreía mirándola de reojo parqueando delante de la casa de mi hermano mayor— ahora ve a casa, hoy es mi aniversario y llegue antes para darle una sorpresa a Elizabeth.
—¿Hablas de la tía bruja? —hablo enojada— mi mama dice que es una arpía que solo está contigo por dinero.
Mire de manera entrecerrada a Samantha de modo de reprimenda.
—¿Qué? Eres mi tío favorito por eso te cuento todo.
—Dile a tu madre que ella y yo vamos a tener una conversación acerca de hablar mal de mi esposa.
—Ok tío —me daba un suave beso en la mejilla— ¡Bye tio! Te quiero.
Sonreía de manera algo atolondrada al ver a mi sobrina, me causaba temor tener a mi hija de adolescente ¿La protegería bien? Ella apenas tenia cuatro meses y sentía que era tan delicada, tan débil que cualquier cosa pudiera romperla. Me jure que la protegería con toda mi vida. Llegaba a mi casa lo más rápido posible sacando un ramo de rosas que tenía en la parte trasera de mi auto junto a una caja de brazalete que mande a hacer específicamente para mi esposa, un módico regalo de dos millones de dólares para mi no eran nada. Elizabeth y yo nos conocimos en nuestra adolescencia cuando estaba tomando clase de guitarra porque entre eso y el piano decidí la guitarra, nuestros padres eran una pareja que adoraban la música, asi que todos sus hijos aprendimos un instrumento. Ella era todo lo que se podia querer en una mujer, hermosa, de buen comportar, de una familia rica, una reputación impresionante, y unos contactos que eran primordiales para un empresario como yo, además de que me trataba como si fuera su único amor. Actriz y cantante desde niña, empezamos a salir después de que su loco ex novio cantante le termino por séptima vez en la universidad, la enamore cuando le cante la canción de All of me con mi guitarra, no era bueno cantando pero si lo suficiente para ganar su corazon. Revisaba mi telefono notando un mensaje de uno de mis hermanos diciéndome que vieron a Elizabeth vomitar cuando se vieron hoy, mi corazon latió de emoción ¿Seria este nuestro segundo hijo?
—No puede ser —sonreía totalmente emocionado— otro bebe….otro…..otro —riendo de manera totalmente estúpida salía del auto.
Sosteniendo el enorme arreglo florar junto a aquella caja aterciopelada caminando hacia mi habitación, eran alrededor de las once asi que Elizabeth debía estar durmiendo así que pensaba despertarla.
—¡Ah! ¡Ah! ¡Ah!
Hice una leve mueca subiendo la escaleras escuchando los gruñidos, suspiros y jadeo de Elizabeth .
«Esa pillina si que me extraño, te estas masturbando mientras no estoy»
«Creo que necesitara un poquito de ayuda para llegar al orgasmo»
Me adelantaba girando la manilla de la puerta hasta abrirla notando a mi esposa con los pechos al aire, su cabello castaño saltando al aire junto con ella y su rostro de placer. Mi cuerpo se paralizo dirigiendo mi mirada hacia la cama. El aire que tenia en mis pulmones desapareció, mi alma salió de mi cuerpo unos segundos mientras mi corazon cayo de golpe al suelo.
—¡Pero me estas jodiendo! ¡Maldita sea que es esto!
Soltaba los regalos los cuales cayeron al suelo y lo primero que hice fue jalar con rapidez a Elizabeth sacándolo de la v***a de ese mal nacido al cual comenzaba a darle derechazos al hombre que estaba en la cama. La ira que tenía me habia bloqueado la visión completamente de quien era.
—¡Tyler! ¡Déjalo lo vas a matar!
—¡Es que lo voy a matar!
Enloquecido por la rabia continuaba golpeándolo a mas no poder notando como un desnudo tipo me pateo con fuerza en el estomago con una patada golpeándome haciendo perder el equilibrio cayendo en el suelo. El comenzó a pegarme en el suelo, su sangre de su nariz rota caía en mi rostro.
—¡Isaac déjalo! ¡Déjalo!
—¿Quieres matarme? —continuaba golpeándome en el rostro— Ella siempre me va a pertenecer.
Le daba un codazo en la mandíbula haciendo que del golpe se despegara de mi para volver a golpearlo en el suelo con rabia.
—¡Maldita sea Elizabeth! —Seguía golpeándolo con fuerza en el suelo— ¡Con el maldito de tu ex! ¡Maldita sea!
—Tyler déjalo ¡Déjalo! —se acercaba intentando detener mi brazo— ¡Para! ¡Estoy embarazada del!
Mi cuerpo se paralizo de repente deteniendo los golpes. Mi mirada totalmente congelante se dirigió a aquellos ojos marrones que siempre tuvo mi corazon, siempre ella, para siempre seria de ella. Mis ojos destrozados la miraban fijamente cubriéndose con nuestra sabana de nuestra cama matrimonial con sus ojos llenos de lágrimas.
—…qu….¿Qué? —titubee con pánico de volver a preguntar.
—Estoy embarazada de Isaac, Tyler —sus ojos lleno de lagrimas me observaban— Debes entender Tyler, di a luz a nuestra hija porque mis padres me exigieron embarazarme de ti…..pero te odio….. ¡Nunca te amare!
Fin del Flashback
Agitaba levemente mi cabeza intentando organizar mis pensamientos, las mismas palabras que Danielle me había dicho en su momento mas lleno de enojo fueron las misma que me dijo Elizabeth. Lance un leve suspiro intentando reacomodarme.
—Jaque Mate.
Haciendo un leve enseño al tablero notaba que Kai habia ganado.
—¿Estabas recordando?
—¿Cómo lo sabes?
—Porque jugabas de una manera muy tonta, mira dejaste a tu reina desprotegida y eso afecto a tu rey —Kai apuntaba a mis piezas de ajedrez— Tyler, debes proteger siempre a la reina para que el rey sea fuerte —hablo con voz calmada— ¿Protegerás a tu reina?
Me quedaba en total silencio por unos segundos intentando organizarme.
—No se que hacer…
—Deberías ir poco a poco Tyler, primero debes limar asperezas con Danielle —comenzaba a guardar las piezas del tablero— No te puedo decir mucho porque también le estoy dando terapia, pero si puedo decirte que ustedes dos se complementan.
—¿Complementarnos? ¡Ja! Imposible.
—Ella necesita de alguien que le de su voz para defenderse, tu necesitas a alguien que te de la voz para expresarte emocionalmente —cerraba la caja— Escúchala Tyler, confía en ella y tal vez te darás una sorpresa —guiño levemente su ojo.
—Ella me odia….
—Odiar es una palabra muy grande —continuaba hablando en un tono agradable— solo necesitas dejar de ser tan idiota y ser amable con ella —hizo un ligero tono como si pensara— No te diré mucho, pero solo te diré que aunque Danielle parezca risueña oculta muchas cosas, asi que escúchala —cerraba el tablero de ajedrez.
—Como podría escucharme —hablaba entre diente— ella me pidió que me alejara de ella.
—Dos cosas, en este sitio se van a ver las caras aunque no quieran al menos que uno de los dos se vayan —su mirada penetrante se fijo en mi en modo de advertencia— o simplemente pídele disculpa.
—Es lo más maduro ¿No?
—No lo sé Tyler, tu dime.
Tras hablar unos minutos mas sobre como iban mis pesadillas del accidente salía notando a Mimi que estaba afuera esperándome. Mimi era otra que, aunque parecía estar feliz cargaba con mucho. Ella tuvo que ver el asesinato de su madre por culpa del loco de su hermano que intentaba matarla a ella tras consumir unas drogas extrañas. En ese retiro, todos estábamos rotos psicológicamente y Kai el pobre tenia que intentar ayudar reacomodarnos sin enloquecer junto a nosotros. Esa tarde intente acercarme a Danielle para disculparme, pero ella me repelía como la lepra lo cual era entendible.
«Como demonios me voy a disculpar si no me dejas acercarme»
Danielle ????
Ese lunes estaba en la cabaña de Beatrice, estaba sentada junto a Victoria haciendo collares de caracoles y algunas piedras que Beatrice le compro por su cumpleaños.
—Victoria, eres muy buena —tomaba el hilo de nylon exaltando algunos caracoles.
—Todos mis tíos vienen a hacer pulseras conmigo, mira —ella alzo su mano dejando ver una pulsera de caracol— Tio Cristian me hizo esta por mi cumpleaños.
—Muy linda —seguía exaltando los caracoles.
—¿Tu crees? yo siento que tú eres más linda.
Una voz ronca, retumbante, que me hizo temblar se escuchaba detrás de mi diciendo aquella frase.
—¿Qué haces aquí? —respondía totalmente enojada.
—Vengo a hacer pulseras con Victoria —se sentaba a mi lado— ¿Verdad princesita? —le guiñaba un ojo.
—¡Si! Tio Tyler es muy bueno también.
Hacia un leve sonido de molestia mirando hacia otro lado notándolo empezar a exaltar algunos caracoles.
—¿No te dije que te quería lejos de mi?
—Si —continuaba exaltándolos caracoles— Danielle, tal vez no me creas, pero lo siento mucho —suspiro levemente— Lo siento, siento ser un idiota.
—Tío Tyler, mami dice que no puedo decir malas palabras.
—Lo siento Victoria —reía algo apenado aun haciendo la pulsera— Danielle tal vez pienses que te digo tonterías, pero hablo en serio —su visión se mantiene en la pulsera— estoy roto pero me gustas mucho, no quiero cambiar porque me gustas quiero hacerlo porque no quiero lastimarte asi que te pido que me des tiempo y me comprendas.
Intentaba ignorarlo mientras continuaba exaltando el collar de caracoles.
—No.
—Danielle, no quiero sonar egocéntrico pero como me miras se que te gusto —sus ojos se desviaron levemente— solo déjame hablar contigo esta noche y decides si quieres que me aleje o no ¿Te parece?
Suspire levemente—bien, esta noche te vere.
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Canción: Break my heart Por: Dua Lipa
Un leve sonido en mi puerta se escuchaba, no quería admitirlo, pero tarde alrededor de una hora buscando una ropa ¿Por qué? Ni yo lo sabía, era como esa cita del chico que te gustaba que por fin te pidió salir, pero esa cita era con un Ogro. Habia decidido ponerme una falda de cuero con una blusa blanca junto a un abrigo n***o porque a esa hora estaba haciendo un poco de brisa. Salía notando a Tyler con un pantalón de vestir y una camisa de lino blanca cubierto con un saco informal sonriéndome levemente. Aquella sonrisa fue lo suficiente para hacerme estremecer, latir mi tonto corazon que intente mandar a la basura, pero el se negaba. Deje escapar un leve suspiro de gusto, nuestras miradas se sostenían por una buena cantidad de tiempo, suficiente para darme cuenta de que me estaba gustando demasiado aunque supiera que no debía hacerlo.
—Dios…..Estás preciosa…..
Su voz sonaba idiotizada mirándome algo que me hizo sentir ardor en mi mejilla momentáneamente.
—Danielle…. ¿Estas listas? —levanto levemente su brazo para que la tomara.
Mire su brazo con dudas por unos segundos, si le daba esa oportunidad de hablar no habría vuelta atrás. Mordí levemente mi labio intentando calmar a mi cerebro que estaba totalmente emocionado. Salía de adentro de mi cabaña para tomar su brazo tras cerrar mi puerta.
—Vamos, te llevare a un lugar que te prometo nunca vas a ver que no sea aquí.
Ambos caminábamos atravesando aquel bosque con tanta facilidad que me preguntaba cuanto tiempo paso en el retiro que hizo un mapa mental de todo. Tras caminar unos veinte minutos siendo iluminados por la luz de la luna tomados de la mano en total silencio subimos por una pequeña colina despejada dirigiéndonos cerca de un acantilado y allí vi algo que hizo mi corazon dio un salto de emoción. Mi corazon latió con fuerza, era un mar de estrella, tan brillante, tan iluminado que parecía haber sido firmado para una película. Lance un leve suspiro por la sorpresa soltando a Tyler para levantar mis brazos. El viento chocaba en mi rostro moviendo mi cabello sintiéndome totalmente libre.
—¡Que hermoso! —chille emocionada.
Los colores era un placer visual que nunca habia visto. La oscuridad de la jungla hacia que el firmamento de estrellas destacara en un punto sorprendente. Una enorme sonrisa se pintó en mi rostro pues nunca habia sentido que un fenómeno de la naturaleza que veía todos los días en la ciudad, en aquel lugar tan alejado de todos y todo resaltaba por lo más importante, su belleza.
—¿Te gusta?
Un abrazo cariño me devolvía al mundo terrenal que me habia sacado aquel pintoresco lugar. Mi corazon palpitaba con emociones que nunca pensé sentir en esos momentos, extasiada, estimulada, impresionada de maneras tan alucinante de tanto colores.
—Es precioso ¡Este lugar parece mágico!
Una ronca sonrisa estremeció mi oído derecho—En la ciudad no puedes ver esto, lo descubrí después de mis primeros meses aquí—suspiro levemente haciendo que el aire hiciera un cosquilleo en mi cuello— este es un lugar mágico que se convirtió un lugar totalmente especial para mi, sentía que debía traerte para decirte esto.
—¿El que?
—Danielle, necesito que confíes en mi, estoy trabajando con Kai porque quiero ser una mejor versión de mi —recostaba su cabeza de mi hombro— en serio me gustas mucho solo que no se como procesar todos estos sentimientos que me agobian.
—Tyler —alce mi mirada al firmamento de estrellas— no quiero ser lastimada.
—Por eso, déjame trabajar, no quiero lastimarte ¿comprendes? Y como promesa de esto —se despegaba colocándose delante de mí—tu eres y serás mi mas grande contradicción. Tu eres mi pelea interna sobre lo que mi corazón y mi mente quieren, eres una loca, una chiflada, una campanita que solo va por ahí alegrando la vida —metía su mano en su bolsillo— y para mi sería un honor si me dejaras caminar contigo este camino que estoy atravesando—de su bolsillo sacaba un brazalete de caracoles con un dije de estrella— será un largo camino, pero te prometo que si te quedas conmigo no te arrepentirás…..este brazalete no cuesta mucho, fui a comprar el dije al pueblo y los caracoles lo recolecte yo porque quería darte algo especial —sus ojos destellabas con la misma luz de las estrellas— si no me aceptas lo comprenderé, pero me harías el hombre más afortunado si me dejas estar a tu lado, si no quieres etiquetar lo que tenemos lo comprenderé, no quisiera empujarte a algo, quisiera ir despacio con esto por asuntos personales ¿Me dejarías conocerte?
Su voz sonaba tan llena de sinceridad que mi corazón corría a la carrera. No me importo que estuviera mal, no me importo que no era debido, no me importo que debía controlarme, pero le jale del saco para besarlo. Fue un beso lento que poco a poco se fue tornando apasionado. Al ser tan pequeña el me levanto levemente con sus brazos curvándome un poco para comodidad para ambos. Mis pies estaban de puntilla, mi lengua se dejaba querer por la del, mis sentimientos afloraban ¿Acaso estaba mal? No lo sé, quería arriesgar todo aunque al final me rompiera el corazón. Tyler, mi ogro gruñón…..Acaso ¿Romperás mi corazon?