El extraño depredador

Hombre herido

Khloe no quiso contarle nada a su esposo acerca de lo que estaba ocurriendo, sabía que se iba a poner aún más paranoico de lo que ya estaba. Por eso, prefirió irse a la ciudad para hablar ese tema con su mejor amiga Lauren, quien por su cercanía a los temas paranormales podía darle una luz sobre el problema que estaba afrontando. A pesar de tener una mente tan racional, Khloe estaba empezando a creer que se trataba de algo no convencional. Cuando se percató de que su esposo estaba listo para ir a trabajar le pidió que por favor la llevara al pueblo, quería darse una vuelta por las calles que la vieron crecer y comprar algunas cosas que le hacían falta. Luego, ella se las ingeniaría para devolverse, incluso ya tenía una idea. A Blake le parecía magnífico que ella saliera un rato de esa zona, a su parecer, no era sano encerrarse tanto tiempo en cuatro paredes, la llevó muy a gusto y la dejó en el convento cerca de la iglesia donde mantenía su mejor amiga. Esa relación era muy extraña, por un lado, Khloe era muy racional y antirreligiosa, estaba casada por lo católico, pero más que todo por las concepciones que tenía Blake y su familia sobre el vínculo amoroso, ella no quiso ponerse en contra de eso, así que aceptó un matrimonio ante los ojos de Dios. A pesar de que su amiga Lauren tenía una forma de pensar muy diferente se llevaban muy bien, se conocían hace mucho tiempo y habían compartido muchos espacios. La monja fue amiga de los padres de Khloe, los cuales murieron en extrañas circunstancias, la joven siempre quiso investigar qué había pasado con ellos, pero su amiga la detenía, le decía que dejara eso en manos de especialistas y así lo hizo por su salud mental. Ahora quería precisamente uno de sus consejos, pues siempre que los seguía algo bueno le pasaba. En cuanto la vio la abrazó con un gran fervor, no dejó ni siquiera que le preguntara nada, de inmediato la sentó en un lugar privado y le comentó muy detalladamente todo lo que había pasado. Le describió perfectamente el hermoso rostro de aquel hombre y lo rápido que había escapado de lugar, quería saber de qué se trataba, o al menos qué consejo le podría dar a la hora de abordar ese tema con su esposo, pues en cuanto él se percatara de la realidad de lo que sospechaba la haría irse de esa casa y ella no quería abandonar ese lugar. Por primera vez en mucho tiempo le estaban pasando cosas interesantes, era enemiga de la monotonía y el ruido, en esa casa tenía todo lo que quería.

Su amiga se mostró muy aterrada, pues no tenía una razón muy lógica que alguien estuviera merodeando su casa y que tuviera la capacidad de correr de manera sobrenatural. Le advirtió que se cuidara, que podía ser algo muy peligroso, incluso le regaló un rosario, aunque Khloe no creyera en nada religioso, eso la protegería contra las cosas negativas. A pesar de eso la joven no se lo puso en el cuello, pues de inmediato su esposo sospecharía de ella, ya que no era el tipo de mujer que cargaba cosas religiosas, ni siquiera como accesorios. La monja le dejó a su disposición un número por medio del cual la podía contactar a la hora que fuera, aunque en ese tiempo eran un poco complicadas las comunicaciones, estaría al pendiente de cualquier emergencia. Khloe aprovechó para comprar algunas cosas y que su esposo viera que era cierto lo que había dicho en la mañana. Después de eso fue a un almacén de bicicletas y tomó la más fuerte de todas, le gustaba mucho la actividad física y ahora que vivía tan lejos aprovecharía para ir y venir en ella. Se dio un paseo por el bosque para ver si encontraba algo, pero al igual que la otra vez no pudo ver nada, sospechaba que esas manifestaciones solo se hacían en la noche, pero no entendía qué razón había para solo salir en la oscuridad. Eran muchas las cuestiones que la inquietaban, ella estaba creando el plan perfecto para acercarse al hombre de la ventana. Había comprado unas gotas relajantes para dárselas  a su esposo en una bebida en la noche y evitar que se despertara con facilidad. De esa manera podría intentar entablar una conversación con el extraño ser sin ser detenida por el paranoico de Blake. Por medio del libro se empezó a documentar sobre las posibles criaturas extrañas que vivieran en los bosques, para su infortunio no halló ninguna coincidencia con el hecho de correr demasiado rápido tal y como lo había notado en él.

Cuando estaba cayendo la noche llegó Blake muy cansado, ella aprovechó para darle la bebida como sobremesa de la comida y acostarlo a dormir profundamente. Él no sospechó nada, solo pensaba en todos los informes que tenía que realizar para el día siguiente en el trabajo, realmente le tocaba un horario muy complicado, a eso de las 9 de la noche ya estaba rendido, y más aún, con la ayuda que le había brindado su esposa por medio de la bebida. Khloe esperó pacientemente gran parte de la noche para poder atraer al hombre misterioso con sus palabras, quería al menos saber de qué se trataba y por qué se fijaba precisamente en su casa. Pasaron dos horas en las que todo concurría tranquilamente, pero luego de eso escuchó unos gritos cerca de los árboles, parecía ser un hombre muy desesperado, como si algo lo estuviera lastimando. De inmediato se puso un abrigo, unas botas y salió corriendo con una linterna a mirar qué le había pasado a la extraña criatura. Sin embargo, se topó con una gran sorpresa, no se trataba del mismo hombre que había visto la noche anterior por su ventana, este era un campesino y tenía una pierna cortada en dos partes. Eso fue realmente impactante, Khloe muy asustada rasgó parte de su camisa y le hizo una especie de torniquete para que no sé siguiera desangrando, le preguntaba insistentemente qué le había pasado, el anciano le respondía con el poco aliento que le quedaba que un hombre con aspecto de lobo lo había atacado ferozmente, había mordido su pierna hasta el punto de cortarla en dos pedazos. No obstante, no logró llevársela porque en ese preciso momento vio a lo lejos a la joven con la linterna, tal vez eso lo asustó un poco y decidió irse. Le pedía a su salvadora que por favor lo llevara a un hospital, no quería morir desangrado. De inmediato Khloe regresó corriendo a su casa a despertar a su esposo, pero debido a la alta cantidad de gotas tranquilizantes que le había dado resultó imposible, realmente su sueño era profundo. Así que tomó las llaves de su carro, lo arrimó hasta donde estaba el hombre herido, lo puso con mucha dificultad en la parte trasera y lo llevó al hospital más cercano.

Allí estaban los médicos realmente impactados, preguntándole qué era lo que había pasado y por qué no tenía una pierna. A causa del dolor el hombre ya estaba desmayado, no podía responder nada, pero Khloe les transmitió el mensaje que él quería dar a conocer. Aseguraba que algo fuera de lo normal lo había atacado, los médicos decían que posiblemente y debido de la oscuridad de la noche confundió las figuras, pero que era evidente que se trataba de la mordida de un lobo, así que no había mucho por discutir. Aun así, en la cabeza Khloe seguía rondando la idea de que no era un simple animal, pues el hombre decía que tenía aspecto similar al de humano. No sabía qué pensar, solo estaba esperando a que él se recuperará para poderle preguntar más detalles. Había dejado su esposo una nota en el nochero por si al despertarse ella todavía no estaba, lastimosamente le tocaría irse a trabajar en la bicicleta que había comprado, pues Khloe tenía el carro en el hospital y no pensaba irse hasta hablar con el anciano. Se quedó dormida en una de las sillas de espera hasta que uno de los médicos la despertó preguntando quién era el acompañante del hombre que había llegado sin la pierna. De inmediato se levantó, quería que se lo dejaran ver para preguntarle unas cuantas cosas, el médico accedió, no sin antes colocarle la ropa adecuada para poder verlo. En cuanto el anciano la vio se puso muy feliz, de no ser por ella estaría muerto en ese preciso momento. Además, era la única que podía dar fe de su testimonio, aunque ella no hubiera visto nada, con lo que le contó en el momento de pánico creía que era suficiente para dar una alerta a las autoridades.

Khloe le pedía recrear la historia nuevamente para saber con exactitud qué había pasado, el anciano le mencionó lo siguiente: Yo estaba caminando por el bosque porque mi medio de transporte se averió y vivo unos kilómetros más lejos que tú. Estaba muy cansado, así que decidí dejar mi bicicleta amarrada a un árbol y regresar por ella al otro día. Cuando estaba pasando cerca de tu casa sentí que alguien me estaba persiguiendo, como un ruido en los arbustos que no me dejaba del todo tranquilo, pensé que era un animal y me preparé para cazarlo, aunque no descartaba la idea de que se tratara de un ser humano. De ese modo, paré y empecé a preguntar quién estaba en el lugar, pero nadie respondía. La luna era mi guía y alumbraba intensamente, justo en el momento en que brillaba con más esplendor sentí que algo me atacó de manera brusca por la espalda. Me cayó encima y empezó a intentar morder mi cuello, como si quisiera matarme, me pareció muy extraño su aspecto, su cabeza era la de un lobo, pero no completamente, tenía orejas de humano y ojos muy brillantes, pero su trompa era similar a la de un lobo feroz. Sus manos tenían garras fuertes, pero su pecho era como el de un hombre muy fuerte y ejercitado. Estaba un poco confundido y muy asustado, pude darle una patada haciendo que retrocediera, pero en ese momento tomó mi pierna y de un mordisco la partió en dos pedazos, tan fuertes fueron mis gritos que lograste escucharme y llegaste, de no haber sido así hubiera terminado por demorarme completo. De verdad estoy muy asustado y sé que muchas personas no me van a creer, pero espero que tú sí lo hagas, ya que fuiste la única testigo de los gritos de dolor y desesperación que estaba dando a esas horas de la noche.  Jamás mentiría con algo así, por el contrario, me parece importante hacerlo público para que las demás personas no corran el mismo peligro.