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El extraño depredador

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intro-logo
Blurb

Esta historia se desenvuelve en una zona rural del condado de Camp, allí vive una pareja de enamorados, que en busca de tranquilidad, optaron por vivir en una lejana y misteriosa casa. Son muchos los rumores sobre ese lugar, pero la racionalidad de la mujer hace que continuen con los planes. En ese lugar habita una extraña creatura que tiene impulsos destructivos. Esta pareja tendrá que lidiar con el dolor, la muerte y el cambio de paradigma que detona aquel hombre misterioso.

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Nuevo hogar
Eran casi las dos de la madrugada, Khloe tenía que entregar un trabajo escrito que no lograba terminar a causa del ruido de fuera, pues era fin de semana y las personas estaban celebrando su tiempo de descanso. Eso hizo que la mujer se replanteara el modo en el que estaba viviendo, quería un lugar muy alejado de su hogar, el cual estaba ubicado en el condado de Camp. Al otro día muy temprano se levantó, aunque no pudo dormir mucho, como todos los días despertó a su esposo Blake con un gran desayuno. Ellos llevaban cinco años de casados y su amor aún seguía siendo como el primer día, vivo y lleno de momentos mágicos. Blake siempre la comprendía, para él era muy importante que ella estuviera feliz, por eso, ante sus requerimientos de cambio de vivienda accedió sin poner ningún problema, aun sabiendo que le iba a quedar lejos de su trabajo. Tenía un cargo público en un importante banco, por lo que sus horarios eran muy estrictos, por suerte tenía un vehículo que le permitiría no tener mayores inconvenientes. Khloe muy entusiasmada empezó a buscar un lugar dónde vivir, había ofertas de casas campestres muy bonitas y ubicadas en zonas alejadas del condado, pero ninguna era como ella la buscaba, quería estar realmente lejos de todo, para así solo tener que salir los fines de semana por comida y demás cosas para sobrevivir. Después de una ardua búsqueda dio con un lugar muy extraño, era una casa de madera añeja, estaba aparentemente abandonada, pero era perfecta en muchos sentidos. Estaba lejos de cualquier casa habitada, para llegar a ella había que pasar un puente por el que corría un río muy caudaloso, el sonido del agua le daba la sensación de tranquilidad que estaba buscando. Contactó a su dueño para saber cuánto le iba a costar vivir ahí, para su sorpresa, el precio era muy económico, ella evidenciaba que la casa no estaba en las mejores condiciones, pero eso no explicaba lo barata que la alquilaban. Su dueño fue sincero con ella, pues no quería luego tener problemas, le contó que en ese lugar no duraban las personas, generalmente era ocupado por familias de escasos recursos que no tenían como pagar un lugar mejor. Sin embargo, esas personas afirmaban escuchar muchas cosas extrañas en el bosque, incluso hubo un tiempo en que desaparecieron algunos niños por esa misma zona. Debido a eso, cobraba poco, pues el solo hecho de irse a vivir a ese lugar ya implicaba cierto grado de peligro. Khloe era una mujer muy curiosa y racional, no creía mucho en cosas paranormales o fuera del margen de la física. Tampoco tenía una religión definida, a pesar de que tenía como amiga una monja que era de su total agrado. Muy decidida le confirmó al señor que iba a tomar la casa, aunque primero la arreglaría un poco para quitarle su aspecto sombrío, tal vez por eso las personas pensaban que el lugar estaba maldito, pues condicionaban su mente al terror desde el momento en que se percataban de la macabra fachada. Ella se dedicó toda la mañana a limpiarla tal y como ella quería, en solo cuestión de horas todo se veía muy diferente, aunque el aspecto de la madera no cambió. Ahora había cortinas de colores, cuadros alegres, decoraciones femeninas y una limpieza total. Contrató a alguien para que le ayudara a llevar todas las cosas de la antigua casa, aquella joven era muy eficiente, en solo un día logró dejar listo su nuevo hogar. Le dio las indicaciones a Blake para que llegara y le presentó lo que iba a ser su nueva morada. Él estaba un poco impresionado con el cambio tan repentino de vida, pero sabía que era el ambiente propicio para que su mujer pudiera trabajar, así que no le vio mayores inconvenientes. Aunque, no faltaban los imprevistos en el lugar, por estar retirado del condado contaba con poca señal para los teléfonos, pero en un lugar específico de la casa podían hacerse algunas llamadas. Khloe preparó la cena como de costumbre, puso una vela en la mesa para celebrar la tranquilidad que ahora tenían, alejados de los ruidos de la calle. Todo fue muy ameno, su esposo estaba feliz por verla tan alegre. Cuando la cena concluyó se fueron a probar la nueva recámara, tenía una ventana grande de vidrio que les permitía ver el bosque, era realmente fascinante esa imagen, aunque estaba de noche se veían las sombras de los árboles bajo la luz de la luna. El día había estado muy movido y el cansancio ya les estaba ganando la batalla, se fueron quedando dormidos en un brazo de amor, además, el silencio hacía que fuera mucho más fácil conciliar el sueño. Sin embargo, Blake escuchó afuera de la casa unos pasos extraños, como si una persona estuviera rondando el lugar. De inmediato despertó a Khloe para contarle lo que estaba pasando, a ella se le hizo muy extraño, pues el mismo dueño de la casa le dijo que por allí no pasaba generalmente ninguna persona, pues debido a su lejanía era muy complicado que personas sin vehículo rodearan la zona. Aunque no sabía a ciencia cierta de qué se trataba, trato de tranquilizarlo, argumentando que tal vez podía tratarse de algún animal, pues al estar tan insertos en una zona boscosa era muy factible que algún zorro pudiera estar por la casa. No obstante, Blake quedó con la duda, por lo que decidió salir a revisar el lugar con la poca valentía que le quedaba. Tomó una linterna y empezó a alumbrar desde la puerta de la entrada los árboles del bosque y sus rincones. No pudo ver nada, aunque seguía escuchando algunos pasos, salió de la casa y siguió el sonido, pero cada vez el ruido lo confundía más, daba vueltas sin parar, como si esa criatura estuviera huyendo de él. Decidió mejor volver a su cama y levantarse temprano para revisar si encontraba alguna pista, pues era muy tarde, y evidentemente, lo que fuera que estuviera por ahí estaba huyendo de él. Cuando llegó de nuevo a la entrada de la casa se percató de que la puerta estaba cerrada desde adentro, tocó insistentemente mientras le gritaba a Khloe que le abriera la puerta, ya no le parecía gracioso lo que estaba pasando. Ella seguía en la habitación de arriba, cuando lo escuchó gritar se asomó por la ventana y vio que él estaba muy desesperado. Sin embargo, ella al ver su enojo le reiteró que no había cerrado la puerta, de igual manera bajó a abrirle y le dio un poco de agua para que se tranquilizara. Muy seguramente el cambio de lugar le había afectado un poco, y más aún, teniendo en cuenta que se trataba de una casa con un aspecto sombrío. A pesar de eso, ella le recordaba que no había nada que temer, en general la mayoría de cosas extrañas que pasaban no dejaban de ser mitos que las personas a veces creaban o imaginaban según los contextos en los que se encontraban. Tenía que pensar de manera más racional, no siempre podía dejarse llevar por lo fantástico. Tampoco se podía olvidar de que estaban en el bosque, así que los sonidos extraños eran muy comunes, no solo por los animales terrestres, sino también por el choque de las hojas de los árboles cuando había mucho viento o por los animales voladores y vehículos que pasarán a lo lejos. Del mismo modo, él no quedó muy convencido con las explicaciones de su esposa, aunque reconoció que estaba un poco paranoico, nunca antes había vivido en un lugar así y gracias a las películas de terror que había visto tenía una idea equívoca de cómo eran esos lugares. La noche continuó y trataron de dormirse, pero Blake se despertaba a cada rato creyendo escuchar cosas, envidiaba la calma con la que podía dormir su bella esposa. Como bien lo había pensado, muy temprano se levantó, además en ese nuevo lugar le toca madrugar más porque para ir al trabajo tardaba cerca de cuarenta minutos a una buena velocidad. Aprovechó la luz del día para revisar si había huellas afuera, eso le permitiría confirmar o descartar si se trataba de algún animal. Muy minuciosamente empezó a recorrer todo el rededor de la casa en busca de alguna pista, para su sorpresa, encontró una evidencia a su parecer muy desagradable. Había unas pisadas de humano que sabía que no se trataba de las suyas, aunque él también rodeó la casa, se trataba de otro ser porque él tenía unos zapatos, en cambio, las que estaban ahí, eran de un pie descalzo parecido al de un hombre que podía calzar cerca de treinta y nueve. De inmediato se regresó a la casa para buscar su cámara, aunque en ese tiempo era un poco complicado obtener las fotos la iba a tener ahí en caso de necesitarla. Le avisó a su esposa lo de lo que estaba pasando y le mostró la pisada, ella se aterró mucho, pues toda la noche había tratado de convencerlo de que era un animal, pero ahora se daba cuenta de que, en efecto, una persona estuvo en su casa esa noche. Sin embargo, se hacía muchas preguntas: porque estaba justamente descalzo; quién a esas horas de la noche salía a merodear lugares sin zapatos teniendo en cuenta que la zona es un poco húmeda y el suelo podía hacerles daño a los pies. Tal vez podía tratarse de un hombre tipo cavernícola, que aún tenía costumbres de los tiempos anteriores, ella siempre trataba de justificar lo que estaba pasando, además, no quería alejarse de ese lugar, sentía que era la única parte en la que iba a poder concentrarse y terminar el libro que había iniciado sobre la enseñanza en los niños. Blake se fue a trabajar no muy convencido, pues no quería dejarla sola, le daba miedo que alguien pudiera llegar a lastimarla. Le recordó tener su celular cargado y ubicado en la parte de la casa que cogía señal por si pasaba algo lo llamara de inmediato, en caso de ser necesario bastaba con pedir un permiso para estar con ella. De camino al trabajo solo pensaba en cómo había cambiado el asunto de la tranquilidad, pues ella ahora podía escribir en silencio, pero él no iba a estar en calma sabiendo que un hombre estaba merodeando su casa y su esposa estaba sola. Lastimosamente, él no podía acompañarla, sus horarios eran muy estrictos y sus jefes también. Contrario a eso, ella no se sentía en peligro, a pesar de lo que su esposo había descubierto se sentía muy segura en el lugar. El solo hecho de salir afuera a recibir el viento, el olor de la naturaleza, el sonido de los pájaros y la frescura del aire, la hacía sentir totalmente plena. En la ciudad no pasaba eso, desde que se despertaba escuchaba el sonido de los carros y el olor a gasolina quemada, también estaban las vecinas que eran muy informativas entre ellas. Salió a dar un paseo por el bosque, quería cerciorarse de qué estaba pasando y así buscar una explicación racional a lo que había pasado, tenía la intención de encontrar al hombre que estaba esa noche en su casa. Para eso siguió las huellas frescas, aunque cada vez se hacían menos visibles y se confundían con las pisadas de algunos animales que sin duda pasaban corriendo y hacían que se borraran del suelo. Ella dejaba unas piedritas de colores en el camino para no perderse, ya que entre los árboles era muy fácil que empezara a dar vueltas en círculos sin llegar a ningún lugar específico. Por desgracia, no pudo hallar a nadie, incluso llegó el momento en que las huellas desaparecieron cerca de una zona donde había una cueva que se encontraba totalmente tapada por rocas, por ende, no podía entrar a revisar qué había adentro. Justamente en frente de las rocas desaparecieron las huellas, ella rodeo la cueva, pero se dio cuenta de que tampoco había nada. Empezó a gritar en busca de alguien que le respondiera para saber si había alguien ahí, pero no recibió respuesta, tal vez ya se estaba poniendo igual de paranoica que su esposo, así que decidió simplemente regresar a escribir y tener todo listo para cuando llegara su esposo. La tarde era tal y como ella la esperaba, mucho silencio y paz para escribir, logró avanzar lo planeado, ya solo faltaba que llegara su esposo a hacerle compañía para terminar un día perfecto. A eso de las seis y media de la tarde fue llegando, en cuanto salió de la oficina se fue rápidamente en su carro, tenía muchas inquietudes en su cabeza, quería saber si su esposa estaba bien o si había pasado algo malo en el tiempo que yo no estaba en casa. Desde afuera se sentía un olor muy rico, como a carne en bistec, su esposa sabía cocinar muy bien y le encantaba atenderlo. Mientras servía los platos le contó que estuvo en el bosque buscando alguna pista pero no encontró nada, esto puso un poco colérico a Blake, quién temía que algo malo le pasara por estar de curiosa. En el tiempo que tuvo libre en su trabajo, más precisamente la hora de almuerzo, consiguió un arma blanca. Se la llevó a ella para que se defendiera en caso de ser necesario, era una navaja muy afilada de bolsillo, era tan pequeña que podía tenerla en cualquier lado, aunque también era muy letal. También el esposo le comentó que estuvo preguntando a algunos conocidos sobre esa casa y descubrió que había muchos mitos alrededor de ella. Personas que afirmaban que había una criatura muy extraña que rondaba el lugar, parecido a un hombre, pero un poco deforme. Él les confesó a todas esas personas que había encontrado unas huellas de un pie descalzo y que no pudo saber de quién era. Todos inmediatamente se aterraron, antes pensaban que era solo un mito, pero ahora con la experiencia de Blake sabían que posiblemente lo que otras personas decían era verdad. Con esto el esposo quedó más intranquilo todavía, aunque sabía que perdía el tiempo diciéndole eso a Khloe, quién siempre quería defender el lado racional de las cosas sin apegarse a cosas fantasiosas. Él de alguna manera tenía que probarle qué ese lugar era peligroso, ya con todos los comentarios que había recibido quería que se fueran lo más pronto posible de ahí. Por desgracia, su esposa no era una mujer fácil de convencer, así que tenía que esforzarse mucho para conseguir lo que quería. No obstante, no contaba con el tiempo para hacerlo, de lunes a viernes tenía que permanecer fuera del hogar, lo que no le daría oportunidad de encontrar algo que le fuera útil, pero aprovecharía al máximo los fines de semana para intentarlo. Estuvo gran parte de la noche mirando a través de la ventana por si algo pasaba, pero fue inútil, solo veía sombras proyectadas por la naturaleza. Decidió dormirse, aunque un poco intranquilo, pero tenía claro que tenía que dejar de lado el miedo, de otro modo, no podría vivir en paz, además su trabajo le exigía un alto grado de concentración que requería de un buen sueño. Algo que le daba mucha tranquilidad era ver a su hermosa esposa durmiendo tan plácidamente, aunque no entendía cómo podía hacerlo teniendo en cuenta todos los rumores que se decían acerca de esa casa. Era evidente que estaba muy feliz, él mismo había visto todo lo que había logrado avanzar en sus escritos, asunto que jamás pasaba en la ciudad. Lo que no entendía era por qué tenían que irse para un lugar tan sombrío, habiendo tantas casas campestres modernas e incluso con piscina, jacuzzi y juegos. A pesar de que ellos no eran multimillonarios, gracias a su trabajo como funcionario tenía la posibilidad de pagarlo, pero ella siempre había sido muy humilde y eso precisamente lo había enamorado, prefería los lugares sencillos. Por fin se quedó dormido y esta vez la que se despertó fue su esposa, quién tuvo la sensación de sentirse observada. Se despertó muy asustada, empezó a alumbrar las paredes, pensó que su esposo se había levantado, pero estaba muy dormido, asunto que le alegraba debido a la paranoico que había estado por esos días. Se fue a la cocina por un vaso de agua, pero continuaba con ese sentimiento que le decía que no estaba sola. Alguien la estaba acompañando, aunque no sabía de qué se trataba. Se quedó oculta en la oscuridad de la noche por un rato largo y en silencio esperando a ver si alguien aparecía, y en efecto, logró su cometido. Por una de las ventanas se vio el rostro de un hombre, su cara era de una apariencia muy bonita, tenía los ojos totalmente negros, o al menos eso era lo que alcanzaba a ver. El cabello también era n***o y las facciones de su cara estaban muy bien definidas. Se acercó a la ventana con lentitud para no asustarlo, él solo miraba cómo su cuerpo estaba cada vez más cerca. Con un poco de miedo ella le mostró que no era peligrosa, con el gesto de sus manos trataba de tranquilizarlo, cuando por fin llegó a la ventana él salió corriendo despavorido. Ella empezó a gritarle que se detuviera, ya que solo quería hablar y saber por qué estaba afuera su casa, pero no fue posible. Este episodio la dejó muy confundida, no solo por la bella apariencia del hombre, sino por lo rápido que corrió. Jamás en su vida había visto una persona hacerlo de esa manera, debido a la oscuridad que había afuera no puedo ver cómo estaba vestido o si estaba descanso, solo vio cuando su sombra se retiró de ipso facto. Se regresó a la cama muy confundida, era evidente que ese hombre no era malo, pues en ningún momento intentó hacerle daño, por el contrario, se veía muy temeroso. 

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