Al llegar al departamento nos encontramos con unas cajas en el pasillo, estás son demasiadas cosas, pasamos uno por uno hasta llegar a la puerta, ahí estaba Jordan.
–Al fin llegaron –suspiró –. Los chicos del servicio subieron las cajas, pero como no tengo llave del lugar solo pudieron dejar mis cajas aquí.
–Ya me arrepentí –expresó Joe viendo todas las cajas.
–No seas aguafiestas, hermanito.
–¿Por qué tienes tantas cajas? –dudé.
–Mi ropa –señaló una caja –. Mis cosas de uso diario y algunos objetos de valor –señaló dos cajas –. Y lo demás es de mi trabajo.
Las seis cajas restantes eran de su trabajo, eso no me lo esperaba, se ve tan relajado que no creí que se tomará en serio su trabajo, es algo bueno, aunque deberíamos tener a alguien quien nos supervise, si todos nos enfocam
