Harper… El día de ir a la empresa llegó, apenas pude dormir un poco, repasé todos mis documentos para que estuvieran en orden y desde muy temprano me fui a bañar y empecé a arreglarme para estar lista. Cuando Joe salió de su dormitorio con su reluciente traje, ya había terminado de hacer el desayuno. –El desayuno está listo –mencioné –. ¿Quieres fruta? –Solo tomaré café. Las cosas quedaron incómodas desde la noche de la cena familiar, de invadir mi espacio personal a cada momento y entrar a mi dormitorio sin avisar había pasado a alejarse de mí como si tuviera una plaga o una enfermedad contagiosa, obviamente ese comportamiento no estaba bien. –Mi madre decía que debemos tener un desayuno de reyes, es la comida más importante del día porque será la que nos da energía y ya hice