Carolyn Bennett se encontraba frente a mí, lo que dijo me dejó sin palabras, volvía verla, incluso quería acercarme para ver si lo que estaba viendo era cierto, ella tenía su cabello ne,gro y largo suelto, su maquillaje era perfecto sobre su rostro delicado y su vestido carmesí se veía bien con sobre su piel blanca, siempre lucía muy bien, delicada y elegante, ante cualquier hombre era una mujer perfecta, pero lo que más me sorprendía era verla sentada en la silla de ruedas, sus palabras me dejaron estática. “Es así como me dejaste” Quiere decir que estaba así desde aquel accidente en el restaurante, ella había quedado en silla de ruedas después de lo que pasó ese día. –¿Qué pasa? –cuestionó al ver que no respondía –. No me quieres saludar, no te preocupes por esto –señaló su silla