Terminamos en el restaurante pidiendo algo de comer, ya era de noche y no creo que podamos llegar al apartamento para comer, por eso cuando Joe dijo que invitaba, acepté de inmediato, tomamos una mesa cerca de la ventana donde podemos ver el agua, el lugar está vacío, seguramente por la lluvia no ha venido nadie o ya es un poco tarde para cenar. –Solo espero que termine pronto –suspiré viendo a la ventana. –No me has dicho en qué estabas pensando hace un momento. Joe era bastante curioso en ciertas ocasiones, como está, por ejemplo. –¿Por qué quieres saber? –dudé. –Qué alguien empiece a reír cuando le ha caído agua sobre toda su ropa y esté mojada en un lugar extraño, no es normal. –Si qué sabes cómo animar el ambiente, ¿no? –bufé. En ese momento el mesero volvió con la comid