Dos Almas Oscuros

Lo que quiero es a ti.

Se quedo en silencio pasando sus manos por su cabeza y agachando la mirada.

-Dios... No puedo creer, como... Es posible Scarlett.... Me estas diciendo que tenias 15 cuando entraste a la organización -

Su mirada lo decía todo, quería una explicación y una bien clara y estaba en su derecho a preguntar.

-Si..... Y te diré algo breve, no tengo familia, desde los 12 quede sola y tenía que buscar como mantenerme -

Sintió pena por mi, solo miró a la ventana del auto, no sabía si era por que se sentía decepcionado de mi o se sentía arrepentido.

-Aun no entiendo como es que te convertirte en una asesina a una corta edad-

Me miró con preocupación, tratando de saber mi razón de haber llegado a eso, yo no quería hablar de eso, apreté el volante con fuerza, de solo recordar mi infancia me causaba asco y rabí, de tuve el auto y me a parque, quedé en silencio con una cara amarga y con tristeza le dije.

-Si te lo digo, seguro sentirás repudio, asco y vergüenza..... Yo no estoy limpia -

El solto un suspiro largo y se acerco a mi tomando mis manos dando pequeños círculos en forma de masaje, su voz se volvió suave y tranquilidad.

-Me estoy dando una idea...... Asi qué dime, ¿quién fue el que te hizo tanto daño? -

Quería llora pero mis lágrimas no salía, me daba tanta vergüenza decirle quien fue, agache la cabeza, christopher al verme así me jalo sentandome en su regazo, me abrazó con fuerza y solo así salieron mis lágrimas, me sentía tan protegida en sus brazos por primera vez me sentía amada y no un estorbo.

-..... Fue mi padre -

Dije en voz baja sin levantar la mirada por la vergüenza, el susurraba maldiciones pero no me soltaba, me mantuvo así durante un buen rato, sin movernos mientras me acariciaba, ya me sentía más tranquila, me aparte de el y volví a mi a asiento.

-Gracias, la verdad me asia falta desahogarme -

Solo me sonreí y tomo mi mano enlazandolas juntas, yo también sonreí, después de 15 minutos llegamos a mi casa, entramos y lo hice pasar a mi sala era una casa grande y lujosa, me encantaba vivir bien y siempre me daba mis lujos.

-Quieres algo de tomar -

Estaba por ir a mi cocina cuando me abrazó por detrás, me jalo hasta caer al sofa encima de el.

-Lo que quiero es a ti Scarlett , entonces.... Serás mi mujer, por favor no quiero un romance de una noche, sino para toda la vida, no me importa tu pasado, te prometo que nadie te volvera hacer daño -

-Estas seguro, no te vas arrepentír de tu decisión -

Me tomo de la espalda dando una vuelta poniendose encima de mi ahora, me acaricio el rostro, su mirada reflejaba amor y deseo a la vez, bajo su rostro poco a poco.

-Estoy totalmente seguro-

Iniciamos nuestro amor con un beso tierno hasta pasar a uno de deseo y pasión sus manos me acaraciaban con suavidad pero con firmeza, la lujuria nos había invadiendo por completo.