Su estado vulnerable me hizo feliz, me reí de ella con fuerza, burlandome de su debilidad y estupidez por no darse cuenta de mi cometido al haberla drogado todo por dejarse llevar por su sed de venganza.-¿Qué pasa...?, no qué hasta aquí iba a llegar-.
Me miraba con tanto odio cosa que me deleitó, quería moverse pero no podía y eso más la enfureció. - Maldito imbécil, me drogaste, por eso me hablabas para matar tiempo y me hiciera reacción -.
Me límite a sonreirle macabramente y tocar su cuerpo a mi antojo, ya no podía hacer nada para defenderse, toque sus piernas, sus pechos tan suaves qué no pude resistir a no poder sus pezones, con mi lengua jugueteaba con ellas sin quitarle la mirada a su rostro para ver su expresión, contenía sus gemidos y reaccionar a mis toques. - Ya no me toques qué me das asco, en cuanto se me pase el efecto volveré a tratar de matarte -.
Me reí ante su amenaza, no era fácil de quebrantar su espíritu o su domarla con facilidad, no podía negar que esto me emocionaba, a diferencia de otras mujeres que eran sumisas ante mi y rogaban por estar en mi cama, ella era lo contrario. - Estas vulnerable y debilitada de una forma tan patética... No puedo creer que en tu estado aun quieras hacerme daño...... -.
Deslizaba mis manos por sus piernas tomándolas y poniéndolas en mi cadera, ya no quería perder más el tiempo en volver hacerla mia. -pero de hecho, me hace feliz estar aquí contigo, me hace querér hacerte más daño -.
-Maldito bastardo, te juro que te haré arrepentír -. Eso me excitaba más, sus amenazas, su mirada de odio y rabia, por primera vez estaba mujer me ponía de esta manera, su fuera alguna otra mujer ya la habría matado, bese su cuerpo desesperación mientras mi manos recorrian su cuerpo.
-Puedes amenazarme todo lo que quieras pero yo ya te e hecho débil y no puedes hacer nada contra mi ahora. Yo soy un macho alfa dominante y esto es tan emocionante para mi....... Te puedo tener a la fuerza y hacer lo que quiera contigo -.
- - - - - - SCARLETT - - - - - - - - - -
Estaba qué hervía en furia, no podía pesar en más que matar a este bastardo, todo por no matarlo en ese preciso momento cuando lo tuve bajo mi, me sentía estúpida y asqueada. - Que no te vasta con haberme violado toda la maldita noche -.
-No.... No me vasto, tengo ganas de seguir hasta que estés realmente quebrada, completamente destrozada. Te lo haré hasta que seas una mujer completamente sumisa, pateticamente frágil y subordinada ante mi -. Lo decía con tanta firme en sus palabras, su rostro era una mezcla de locura y deseo, tenía una sonrisa burlona y macabra.
-jamás lo haré, aun que me violes tanto como tu quieras jamás seré sumisa ante ti, te juro que cualquier oportunidad qué tenga tratare de matarte -. Se rió de mi pero su expresión cambio a una de enojo, mis palabras lo hicieron enojar por lo visto no le gusto, apretó mis muslos a tal punto de hacerme daño, solo frunci el seño por el dolor. - No aprendes.... No importa por que te enseñaré con tanto gusto -.