Hunter.
—¡¿Qué demonios significa esto?!
Mia se revuelve en mis brazos, alejándome de mí. Tengo tanto sueño que ni siquiera soy capaz de despertar al momento, pero sí en pocos minutos, notando que frente a nosotros tenemos un espectador que no está nada contento con lo que acaba de ver.
Su ceño fruncido, su mirada de desconcierto y además, cierto tinte de ira en sus ojos, es lo único que logro ver cuando me pongo de pie, notando también que ya amaneció. Hace rato.
—Michael—susurra Mia, completamente sorprendida. Se suponía que vendría hasta la próxima semana, por eso no tenía miedo de dormir con Mia, pero de haberlo sabido, claramente hubiera puesto el seguro a la puerta.
Suelto un suspiro.
—No es lo que piensas.
Me apunta con su dedo.
—Tú, vete de aquí, ahora.
Mia lo mira
