Celeste Me remuevo con incomodidad en la cama, mi cabeza palpita del dolor y mi garganta se siente seca. Soy consciente de que no soy buena con el licor, soy muy consciente de que soy tan estúpida como para perder el control cuando ya me siento ebria, pero, aun así, sigo siendo tan estúpida como para dejarme llevar, al confiar en la gente. Leves recuerdos llegan a mi mente de la noche anterior, el buen momento que pasé con Benja, y luego, su propuesta, j***r, no estaba preparada para ese paso, pensé que me entendía con él y que tenía en claro que solo éramos amigos. Nunca le mentí, le fui sincera cada una de las ocasiones en las que salí con él: el sexo no era una opción, pero, al parecer, él nunca lo entendió de ese modo. Trato de abrir los ojos, trato de incorporarme, pero, sentirme