Leighton Waldorf. –Shhh… –No me hagas shhh. –Cállate que la vas a despertar. –Con tus shhh ya la despertaste. Mis ni.ños venían discutiendo desde afuera de la puerta, los había escuchado ya hace un segundo, estaba despierta antes que ellos, pero aún así me mantuve con los ojos cerrados y fingí estar dormida. –Ya casi. –Tenemos que hablarle. –No, hay que subir. Sentí que la cama se movió y entonces abrí los ojos y los atrapé. –¡Los tengo! –No, mamá, no –gritaron. Gemelos, resulta que tuve un embarazo gemelar, habían pasado cinco años desde que vivo en la casa de mi tío Kendal con Rachel y Martín, bueno, ahora Martín era un importante ejecutivo que viajaba constantemente para hacer negocios importantes, Rachel es profesora en el instituto y en su tiempo libre me ayuda con