Al regresar a casa nos encontramos con los demás, Aria ya se había quedado dormida en el sofá mientras que Aiden se había pasado de ver videos a jugar lo de las operaciones matemáticas, le encantaba todo lo que tenía que ver con números y aunque tuviera mucho sueño iba a esperarme, tomé a Aria entre mis brazos que ya casi no la puedo cargar porque pesa mucho y la subí por las escaleras, Aiden se fue a mi lado, él se cambió solito, se tomó sus medicinas y luego se lavó los dientes. –Lo que dicen, es cierto. –¿De qué hablas, cariño? –le pregunté mientras le colocaba la sábana a Aria, era inútil se la quitaría en un segundo. –Que tienes mucho dinero y que hay un hombre que dejó sin nada a una familia. A pesar de que estaban en otra habitación y viendo vídeos tuvo la capacidad de presta