Greg Waldorf.
–Estamos llegando a conclusiones precipitadas, debemos esperar el reporte de la policía – mencionó Travis
Sin embargo, yo no había podido descansar en toda la noche, mi mente no había podido dejar de trabajar de solo pensar de que Leighton se había lanzado de ese puente, su ropa estaba ahí su teléfono estaba abajo no había otra explicación para esto.
Travis me mencionó de que la noche anterior ella había llegado a la fiesta y me había visto ahí besando a alguien, seguramente había sido a Sarah, yo no lo hubiera hecho nunca estando sobrio, últimamente me he pasado de copas pero nunca había bebido tanto para actuar de esa forma y tuvo que ser precisamente la noche en que Leighton llegó a verme ni siquiera sé por qué estaba ahí, tal vez tenía algo que ver con los documentos de divorcio que me dejó en la oficina yo no sabía que tan mal se sentía, sé que últimamente no he sido el mejor marido del mundo y que me he alejado por toda la situación que hemos estado viviendo pero lo que intentaba es que a ella no le afecte tanto como a mí, sin embargo, lo único que hice fue descuidar mi matrimonio y provocar todo esto.
Después de que llegamos a la ubicación donde nos había llevado el teléfono y encontramos el jersey de Leighton, Travis decidió llamar a emergencias para que se empezará una investigación, los policías y los bomberos llegaron y empezaron a buscar en el lugar pero hasta ahora no han encontrado nada solamente el teléfono y sus documentos, la licenciada de conducir y su documento de identificación estaban abajo también el teléfono destrozado toda la orilla del río un par de kilómetros abajo como si el agua se lo hubiera llevado y la corriente los hubiera sacado a la orilla, han estado buscando el cuerpo en el agua pero hasta ahora no han encontrado nada y no sé si quiero que lo encuentren y me den la confirmación definitiva.
Hace unos años la madre de Leighton se suic.idó y fue ella quien la encontró.
Leia había tomado unas pastillas y luego terminó en la cama, ese día cuando Leighton regresó del instituto pensó que su madre solo estaba durmiendo, hasta que pasaron un par de horas y no despertaba, entonces fue a despertarla y fue cuando se dio cuenta de que ella había se había quitado la vida, fue un suceso muy impactante para ella y es algo que hasta la fecha le ha causado al problemas para dormir, debí imaginar que algo similar podía llegar a pasar.
Travis había ido a dejar a Shelly a su casa y yo me había quedado en el lugar no me había movido de ahí desde que llegamos aunque los policías dijeron que no había mucho que hacer y que esperáramos en casa yo no podía moverme de ahí, sin embargo después de varias horas de búsqueda el jefe a cargo fue a hablar conmigo.
–Hasta ahora no hemos encontrado nada específico que vincule una caída, ordenare una búsqueda alrededor y los lugares cercanos.
–Eso quiere decir que hay posibilidades de que no se lanzará –cuestionó Travis.
Ya estaba de vuelta a mi lado y también estaba interesado en la búsqueda.
–No puedo asegurar nada –contesto el hombre –. Les aconsejo que verifiquen cuentas bancarias, movimientos de tarjetas recientes, cualquier pista ahora es una esperanza –mencionó –. Les aconsejo que se vayan a descansar y los llamaremos si encontramos algo, además, un detective llegará a visitarlos.
Travis le agradeció al hombre y yo no entendía que le estaba agradeciendo si no nos había dicho absolutamente nada.
–Vamos –me pidió cuando el hombre se fue.
–Dice que me vaya a descansar –reproché –. ¿Cómo quiere que lo haga si no sé dónde está mi mujer?
Travis me obligó a subirme al auto y condujo hasta mi casa.
–No saben hacer nada.
–Saben lo que hacen –comentó Travis –. Tienes que entender que si lo están haciendo y tenemos una esperanza si no encuentran nada, quiere decir que hay posibilidades que Leighton siga con vida.
–Y cada minuto que pasa y no la encuentran también significa que esté perdiendo la vida.
–Quiero que vayas y te des un baño, revisa los movimientos de los bancos despacio, también llama para ver las tarjetas, busca algo que dé con Leighton y espera al detective, dile la verdad por mucho que te cueste, eso es importante.
–Ya sé maldita sea –reproché –. Sé que todo esto es mi culpa.
–Ahora esto no es cuestión de buscar culpables, Greg.
Le daba la razón, le dí las gracias por dejarme en la casa, me fui a dar un baño, pero cuando entré a nuestra habitación todo me golpeó como un huracán de recuerdos, ahí estaban mis cosas y las de Leighton, sus joyas y su maquillaje, su cepillo para peinarse, recuerdo que el cabello siempre fue lo más difícil para ella, tenía un fleco precioso que siempre decía que se lo dejaba para ocultar su frente, a mi me encantaba como el resaltaban sus ojos, llegue a su ropa, aún tenía su olor, tomé una de sus camisetas, era lo que más usaba, camisetas y jeans, jersey en época de frío, pero lo que sea se le veía precioso, aspiré su aroma y fue como volver a verla, en serio quiero que la encuentren, aunque no exista ninguna posibilidad, quiero que esté viva y aquí conmigo, no sé que voy a ser sin ella.
Volví a hablar con Luisa y el chófer, me contaron de nuevo la historia, no entiendo nada, esa Leighton de la que ellos hablan es muy diferente a mi Leighton, a quien yo conozco, ella no haría esas cosas.
El detective llegó y por desgracia no apareció solo, mis padres venían detrás en su propio auto, seguramente mi padre no se había quedado tranquilo con la mentira que le dije sobre Leighton y ahora con las noticias había venido corriendo.
–Hijo, ¿qué pasó? ¿Dónde está Leighton? –preguntó.
–Cariño, tranquilízate por favor –le pidió mamá –. Recuerda tu presión arterial.
–Papá, Leighton desapareció, sé que tienen muchas preguntas, pero ahora les digo que está pasando –miré al detective que venía y me acerque a él.
–Buenas tardes, detective Fordman.
–Mucho gusto, pasé adelante.
Todos nos fuimos a la sala, el detective era bastante observador, veía la casa y las fotografías con detalle, ni modales porque debería ser más respetuoso.
–¿Cómo que Leighton desapareció? –cuestionó mi padre –. Díganme, ¿qué pasó? ¿Dónde está?
–Soy el detective Fordman y para estoy aquí, encontraremos a la señora Waldorf, no se preocupen. –sacó una grabadora pequeña y un su teléfono —. Señor Waldorf, ¿cúando fue la última vez que vio a su esposa.
–Ayer por la mañana –respondí –. Me fui a trabajar y ella se quedó aquí como todos los días.
–¿Usted no se fijó en algo o no se dio cuenta que había algo diferente en ella?
–No, ella estaba igual que siempre.
–Entiendo –murmuró tomando la anotación –. Necesito que me cuente lo que pasó exactamente ese día, todo lo que me diga podría ser de utilidad en su búsqueda.
–Me gustaría tener está conversación en privado –comenté.
–Nada de hablar en privado –comentó Daniel –. Yo soy su padre y Leighton también es como una hija para mí, quiero saber lo que sucedió.
No tuve opción, sabía que no se iba a ir, así que le tuve que contar todo al detective, porque como dijo, cada detalle es importante, le conté sobre mi llegada a la empresa, las personas con las que me reuní, luego lo de la fiesta de como bebí demasiado y finalmente llegué a la parte incómoda, el beso con Sarah, confesé que era la primera vez que me pasaba demasiado de licor y como había terminado en otro lugar al día siguiente.
–¡¿Qué?! –gritó mi padre.
–Papá, por favor.
Estaba demasiado alterado, lo tuvieron que sacar para controlar la presión arterial.
–Señor Waldorf, por favor continúe con la historia, necesito saberlo todo –me pidió el detective.
–Sí, cuando regresé a casa no la encontré, pero sí encontré papeles de divorcio junto con una nota y los anillos en su oficina, le pregunté a los empleados y me dijeron que ella estuvo mal, respondió de forma grosera a algunas preguntas, estuvo alterada, lanzó las cosas y finalmente subió a la habitación tomó algunas cosas y se fue.
–¿Es un comportamiento normal en ella?
–No –contesté –. Es lo extraño, Leighton es una mujer muy tranquila y comprensiva, ella jamás se atrevería a levantarle la voz a alguien, siempre ha sido muy dulce.
Lo llevé a la oficina donde estaba el acuerdo de divorcio firmado y la nota, le tomó fotografía a todo.
–¿Ustedes ya habían hablado de divorcio?
–Jamás –contesté –. Admito que nos casamos por imposición de mi padre, pero nos conocemos desde la infancia, pero yo la amo.
El detective no me creía ni una palabra, con todo lo que había dicho, estaba seguro que no me había creído nada, hizo otra cuantas preguntas y al final se despidió, fui al dormitorio que habían llevado a mi padre para controlarle la presión, al llegar ya estaba tranquilo, mi madre estaba a su lado.
–Papá, te aseguro que están haciendo todo lo posible por encontrar a Leighton y te prometo…
Fui interrumpido por mi padre cuando me golpeó en la mejilla, fue una bofetada que me hizo tambalear, la mejilla me ardió enseguida, mi padre tenía esa mirada furiosa directamente sobre mí.
–Papá, yo…
–Creí que había criado a una buena persona, un buen hijo, respetable y honesto, pero veo que me equivoqué.
Intenté mantenerme sereno ante sus duras palabras, la había cag.ado, ahora me tenía que enfrentar a las consecuencias.
–Daniel, está siendo demasiado duro con tu hijo.
–No, este ya no es mi hijo –se levantó –. Leighton era como una hija para mí, sabes lo que significaba y tu la mataste –se detuvo cerca de la puerta –. Haz lo que quieras.
–No es tu culpa –susurró mi madre –. Está molesto, sabes que esa niña se le metió bien profundo.
–Ya mamá –la detuve, sé que quería consolarme, pero ahora quería estar solo –. Te habló después.
–Está bien, cariño, nos avisas cualquier cosa que suceda.
–Sí.
Ya no sabía que responder, que tu padre te dijera eso era lo más doloroso que podía existir en este mundo y lo peor es que no tenía a nadie a mi lado, llegue a este momento en dónde ya no me importa nada más, solo quiero que esté aquí conmigo, ¿dónde estás mi Leighton?