22 de noviembre de 2016 Querido diario, Hoy recibí una carta de Owen que me dejó completamente desolada. Nunca pensé que unas pocas líneas de texto podrían impactarme de manera tan profunda. La carta estaba escrita con su habitual caligrafía, esa que había llegado a conocer y esperar con ansias, pero el mensaje que contenía era algo que nunca esperé leer. La releí varias veces, mis ojos recorriendo una y otra vez las palabras, esperando que en alguna de esas lecturas el significado cambiara. Pero no lo hizo. Cada palabra parecía tallar una marca de dolor en mi corazón. Sentada en mi habitación, con la carta en la mano, sentí un nudo en la garganta y las lágrimas empezaron a correr por mis mejillas. Me costaba respirar, como si cada inhalación fuera una lucha. Con un dolor que me consu