El Olvido

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Qué preciso es el amor  que une a dos almas en el momento exacto en que deben de conocerse pero también es tan sabio que las separa. 

Noelia y Rodrigo no pensaban eso mientras se entregaban por primera vez  en ese pequeño piso, estaban seguros que su destino eran estar juntos. Ella temerosa de lo que no podía controlar y él de que ella no quisiera continuar con esto que a los dos les estaba dando vida. 

Ambos tenían ilusiones, sueños, metas, pero también una conexión nunca antes sentida o vista por ambos y la cuál sabían que si la cuidaban podía surgir en amor, aunque ellos, ya estaban completamente enamorados. Noelia no creía en los amores a primera vista por eso no escribía sobre ellos, ella decía que el amor se trabajaba y se creaba poco a poco, pero en este momento había perdido la razón entre los apasionados besos de Rodrigo. 

Comenzó a tocarla como nadie en el mundo lo había hecho antes, se sentía completamente amada y segura, feliz ¿será posible que él haya despertado todos los sentimientos que tenía enterrados? 

—Quédate conmigo esta noche — le pidió él mientras recorría sus manos por su pierna y moría por desnudarla completamente. 

Noelia separó sus labios y lo vio a los ojos — ¿Es en serio? —

—Sí, quédate… no quiero te que vayas.—

La respuesta de Noelia fue un simple beso que volvió a encender todo en el interior. Las ropas comenzaron a dejar sus cuerpos y de pronto Rodrigo ya tocaba la hermosa piel blanca de Noelia que, combinado a sus labios rojos, le da un aspecto tan sensual y único. 

Ella tocó su pecho caliente con esas manos frías provocando que la piel se erizara y todo se entibiara por un momento. Él comenzó a besar su cuello, luego regreso a sus labios, para volver a bajar poco a poco hasta su vientre y quedarse un momento besando cada esquina, cada centímetro de piel y después besar su intimidad para hacerla delirar. 

El frío de la habitación se había ido por completo y ahora los dos morían de calor como si un incendio se hubiera apoderado de ésta. Noelia, mientras sentía le placer el mundo jugaba con su cabello, lo jalaba levemente y se mordía los labios cerrando los ojos, disfrutando el momento. 

Parecia como si Rodrigo supiera donde tocarla, besarla, como provocar que sintiera todo en ese momento. 

Los nervios abandonaron el cuerpo cuando Rodrigo entró en ella y ambos cuerpos se fundieron, provocando un intenso gemido que inundó la habitación. Él la vió a los ojos y sonrío — ¿confías en mi? — le preguntó. 

Noelia asintió y volvió a besarlo, esta vez con más pasión y seguridad. Los cuerpos comenzaron a moverse tímidamente, como si cada uno estuviera probando el terreno, se estaban conociendo, reconociendo y después de la primera ola de placer supieron que hasta en eso tenían una increíble conexión. 

Ya con más confianza, Noelia comenzó a tocarlo más, a murmurar en su oído, a recorrer con sus manos toda su espalda, morder ligeramente sus manos, quería hacerlo sentir bien, único, feliz. 

—Te amo Noelia — se le escapó a Rodrigo de los labios para después verla a los ojos — sé que es muy pronto pero te amo.—

Ella pensó que el dejarse llevar por el momento había provocado que él le dijera esas palabras, pero cuando se lo volvió a decir mientras yacían recostados sobre el sillón supo que hablaba en serio. 

¿Era posible amar a una persona con la que apenas se convive? ¿A la que apenas se conoce? 

***

Eran las 8:00 am cuando Rodrigo escuchó que alguien abría la puerta del piso. Se levantó de inmediato y pudo ver a Noelia dejando una nota sobre la barra de la cocina para después salir por la puerta. 

— ¿Así piensas dejarme? —  le murmuró tranquilo. Se puso de pie para vestirse y caminó hacia ella. 

— No quería despertarte, pero creo que fallé en mi misión —  respondió tímida —  si ves la nota dice que tengo que ir a ver lo del departamento que voy a rentar además de ir a hablar con mi editora porque parece que el lunes tengo una junta.— 

— ¿Entonces no tratabas de huir? —  replicó. 

— No—  contestó ella mientras sonreía y negaba con la cabeza —  sólo que no quería despertarte, te ves tan lindo dormido.—  

Ambos se quedaron en silencio mientras se veían a los ojos. Rodrigo se atrevió a besarla de nuevo comiéndose sus labios y contándole la respiración. Cuando se separaron ella se sonrojó. 

— Si me siges besando así no podré marcharme.— 

— Tal vez esa es la intención —  contestó. 

Ella sonrío y jugó con su cabello despeinado —  Me tengo que ir. Tienes que hacer cosas y yo también. No quiero interrumpirte.—  

— No lo haces. Si sabes que tu profesión y la mía se pueden hacer en estas cuatro paredes.— 

— Por ahora—  dijo ella entre risas —  después serás tan famoso que ni siquiera pisarás este lugar.— 

— Si tu me esperas aquí, regresaría siempre.— 

— ¡Qué romántico! Por eso tus canciones son tan bonitas.— 

Rodrigo la tomó de la cintura —  Yo en verdad no quiero que te vayas —  le confesó—  me iré a ver a mi familia el lunes, así que todavía tengo un poco de tiempo para pasarlo contigo, porque en verdad me gustas mucho Noelia y lo que te dije ayer por la noche es verdad… te amo, y estoy enamorado de ti.— 

— Roy…— 

— El amor no necesita explicación, sólo llega cuando debe llegar. Quiero conocerte, quiero saber si tengo la posibilidad de que haya algo más entre los dos. — 

Noelia sintió que el corazón se le saldría del pecho, era la primera declaración de amor que había escuchado en su vida, digna de una historia de amor.

— Rodrigo ¿estás seguro de lo que dices? — 

— Estoy seguro de lo que siento. Las corazonadas son lo mío y tú eres la más grande que he tenido.— 

— Eso es lo más bonito que alguien me ha dicho en la  vida —  dijo conmovida. 

— Me alegra que te gustara, seguro irá en una canción que te dedicaré — suspiró —  Mira Noelia, sé que estamos a punto de empezar una vida nueva, y que tal vez esto no funcione, o lo haga de una manera fenomenal, pero… si vamos a empezar esto que tal si lo hacemos juntos.. ¿te parece? — 

Ella se mordió el labio y lo beso tierna. 

— ¿Ese es un sí? —  dijo él con los sentimientos a flor de piel. 

— Es un día más contigo —  dijo sonriendo —  un día más para pasarla juntos y mañana veremos que camino tomaremos los dos ¿te parece? — 

— Me parece. Es perfecto… mejor que nada—  y le besó la frente. 

— Ahora debo irme, de verdad, prometo que regreso en unas horas y estaremos juntos ¿si? — 

Noelia tomó la nota y estaba a punto de romperla pero Roy le prohibió —  es nuestra primera nota de amor—  y ella sonrío. 

Ella salió del piso y cuando Roy cerró la puerta se río. Estaba completamente loca, él estaba a punto de empezar una carrera que ella sabía sería muy exitosa y Noelia no tenía todavía idea de lo que le esperaba en este hermoso y nuevo país. Sin embargo, sintió que era el momento de arriesgar un poco todo ese futuro que tenía planeado a la perfección y averiguar si el que le esperaba con Roy, era aun mucho mejor.