El Olvido

-3-

Noelia y Rodrigo caminaron hasta encontrar un lugar que los convenciera, uno muy cerca de la estación de trenes. Entraron de inmediato huyendo del frío invernal y luego de pedir el café se quedaron en silencio. 

Las palabras sobraban, ambos estaban felices de haberse encontrado de nuevo. Noelia brillaba más que nunca, su nariz roja por el frío no opacaba sus hermosos ojos y él, por dentro moría de felicidad y sentía cosas que no comprendía ¿era posible que se estuviera enamorando de ella sin ni siquiera conocerla tan bien? 

—Me gustas Noelia — le salió de los labios sin poderlo contener. 

Ella se sonrojó y lanzó una pequeña risita que a Roy se le hizo tierna — no sé qué decirte.—

—No digas nada… aunque sería bonito un… “no estás tan mal Roy” — e imita su voz haciéndola sonreír más. 

—No, no es eso… lo que pasa es que… nunca me habían dicho eso tan directo y después de unos cuántos días.. eres mi primero.—

—Me alegra ser tu primero en algo — contestó. 

El café llegó a la mesa y Noelia tomó un sorbo — mmmmmmm, amo el café.—

Y Rodrigo amaba ver a Noelia tomar café y no sabía que ese recuerdo se le quedaría en la memoria por el resto de los años por venir. Sus miradas volvieron a cruzarse y se quedaron así por un tiempo. Rodrigo, con ese pelo castaño claro, esa mirada hipnotizante y esa sonrisa que la desarmaba le hacía pensar millones de historias de amor. 

—¿Entonces? ¿Cóm…? — dijo él pero Noelia lo interrumpió. 

—También me gustas… — contestó — lo siento ¿qué me ibas a decir? —

—Ya no importa… — y bebió un poco — 

—Si sabes que esto no puede ser…¿verdad? — habló Noelia en un tono tranquilo. 

—¿Por qué? ¿Es porque escojo agendas feas? — y se rió. 

—¡Nooo! — Noelia contestó con una risita en medio que la hizo sonrojar — porque, ambos tenemos sueños y… ¿cómo sabemos si más adelante van a empatizar? —

La honestidad de Noelia sorprendió a Roy tanto que su rostro cambió — lo siento — se disculpó — pero mi vida me ha enseñado que todo se debe decir a tiempo antes que algo diferente pase.—

—¿Qué clase de vida es esa? — preguntó Roy. 

—Una bastante difícil— murmuró — mira, Roy, sí me gustas y mucho.. no lo voy a negar, pero tampoco debes dejarnos llevar por todo esto. Tú tienes sueños por los que has trabajado y yo también.. si empezamos algo ahora ¿Cómo sabemos si podremos seguir? ¿No crees que sería una oportunidad desperdiciada? —

Roy sonrió, no importaba lo que Noelia le dijera, sabía que ella era para él. La tomó de la mano — tus manos están frías — murmuró y ella se sonrojó —¿Crees en las corazonadas? —

—Creo en el trabajo duro — contestó ella. Él puso una cara de decepción inmediata — ves, no todo es miel sobre hojuelas.. ¿qué te parece si antes platicamos un poco? Si nos conocemos mejor… tal vez soy una casa fortunas que te vino espiando desde el avión.—

—¡Qué específica información! Eso me hace pensar que no lo eres.—

—O quiero que pienses eso…— contestó y Rodrigo rió. 

No importa lo que Noelia le dijera, él tenía la corazonada que ambos terminarían juntos y que tendrían ese romance tan esperado por él, el que le daría millones de canciones de amor y lo haría sentir único y especial. Sí, tal vez Roy era un romántico empedernido pero eso no tenía nada de malo, al contrario, a él le servía o tal vez su alma de músico lo hacía así. 

—Te propongo si vamos a mi piso para refugiarnos del frío, platicamos mejor y pasamos el rato. Sí quieres.—

—Esa es una propuesta un poco atrevida, sobre todo si es a las casi 9:00 am… ¿Tendremos mucha plática de aquí a…?—

—Sólo platiquemos, no importa si te vas a las 11:00 am o a las 7:00 am del otro día, sólo… platiquemos.—

Noelia lo dudó un poco, pero asintió — Ok, sólo déjame hacer una llamada ¿si? —

—Vale, te espero.—

***

7:00 pm 

La plática se extendió hasta la tarde, entre risas, juegos de mesa, uno que otro momento de silencio donde cada uno hizo algo por separado, composiciones improvisadas hasta que él la invitó a cenar y sin pensarlo dos veces Noelia aceptó gustosa. 

—¿Pizza? — preguntó ella cuando Rodrigo entró con la caja al piso. 

—Y vino… es lo mejor que puedo comprar… por ahora— y ella sonrío. 

Abrieron la caja y directo de ahí comenzaron a comer — la verdad no sé si esta pizza es muy buena o tengo tanta hambre que me sabe a gloria.—

—Lo sé, el vino también sabe a gloria, es de los mejores que he probado.—

—Nunca había probado el vino, así que no te podría decir.—

Él la observó de nuevo —¿nunca habías probado el vino tinto? —

Negó con la cabeza — esta es mi primera vez.—

—Entonces me alegra haber escogido uno bueno. Mis padres me enseñaron bien eso.—

Noelia sonrió timida algo que alertó a Roy —¿Dije algo malo? — 

—No, no.. no te preocupes. No sé si mis padres me hubiera enseñado eso, primero tendría que conocerlos.—

Roy se sintió mal de inmediato ¿eso qué significaba? ¿A caso le estaba insinuando que no tenía padres? ¿Era adoptada? 

—Lo siento no fue mi intención.—

—No, está bien, en algún momento este tema tendría que salir a la luz, y ya no me molesta. Lo único raro es contárselo a alguien tan rápido ¿sabes? Siempre espero un año o dos.—

—No necesitas hacerlo.—

—No, está bien. Si queremos que esto llegue a algo es mejor hablar con la verdad, además te quedarás pensando toda la noche sobre esto y no dormirás nada.—

—Créeme, ya no duermo.—

Noelia tomó otro sorbo de vino — Soy huérfana, me abandonaron en un orfanato cuando era bebé. No sé quienes fueron mis padres, ni si tenía más familiares, sólo me dejaron y se fueron, no hay cartas, no hay fotos, no hay nada — dice melancólica — crecí en una casa de cuna y a los dieciocho tuve que salir y vérmelas sola. Trabajé en varios lugares, hasta que una familia me dio la oportunidad de estudiar, una familia Foster en Estados Unidos. Me fui a los veinte años para allá, seguí trabajando y ahorré todo lo que pude, y regresé a México a vivir. Empecé a trabajar como asistente por unos meses en un bufete de abogados — Roy se río —hasta que abrieron un concurso de escritura en una plataforma, subí mi escrito y ahora estoy aquí, bebiendo vino, con un chico muy guapo, en un departamento increíble y…—

Entonces Rodrigo la besó. Lo hizo en expresión de toda la ternura, el deseo y la pasión que sentía en ese momento. Ya no lo aguantaba más. Noelia lo había conquistado desde el primer momento que la había visto y ahora sólo quería quedarse a su lado y enseñarle lo bonita que era la vida con alguien. El beso fue largo y empezó a subir de tono, tal vez el vino hacía de las suyas. Ella se alejó separando sus labios poco a poco y sintiendo el reclamo de su cuerpo por no dejarse llevar. 

—Lo siento yo…— se disculpó. 

—No, está bien.. fue… — comenzó a hablar pero Noelia lo interrumpió. 

—No es que no quiera que esto pase, pero como ves, yo no puedo vivir de ilusiones de que algo pasará Roy. Necesito sentirme segura, saber que puedo confiar en ti, no importa lo que pase.—

—Puedes hacerlo… mira, Noelia. Hace horas te hablaba de las corazonadas, yo creo mucho en eso, y cuando te veo… eres la corazonada más segura que he tenido. Después de mi carrera, eres tú.—

Ella tocó su rostro y sonrió — pero…¿qué pasa si esto no funciona? ¿Si echamos a perderlo por algo que no es seguro? —

—Lo es… tengo la impresión de que tú y yo estaremos juntos muchos años, con 5 hijos y mucho amor.—

Noelia suspiro y se le hizo un nudo en la garganta — yo nunca planeo a futuro ¿sabes? Y tú ya hasta visualizas el final.—

—Está bien, es el equilibrio… tu mantendrás mis pies sobre la tierra y yo pondré tu mente en el cielo para darte más inspiración.—

—Esto no es seguro…— comenzó a decir pero Roy la volvió a besar nuevo encendiendo lo que con mucho trabajo había tratado de apagar. Ella se dejó llevar de nuevo y continúo el beso que de nuevo subió de tono —tengo un futuro planeado ¿sabes? — le murmuró ella mientras sentía las manos de Roy quitándole el abrigo. 

—Y yo quiero planear el mío contigo — murmuró y ambos cayeron sobre el sofá besándose.