Bruno Salvatore. La expresión en su rostro, el miedo que sentía e incluso el dolor que le provoqué me persiguen tanto que dejo que se aleje en el coche sin siquiera mirar atrás. Con todo lo que da avanza deprisa dejando un rastro en el garaje. Por si necesitaba algo más claro que eso para saber que le hice tanto daño que necesita alejarse de mí. Un puto día de casados. Eso llevamos. Un solo día y yo… La pesadez en mi pecho, la forma en que mis manos tiemblan al saber que son responsables directas de la mierda que le hicieron a mi esposa es tan fuerte que apenas soy capaz de controlarme a mí mismo en estos momentos. ¿Qué mierda estaba pensando? Perdido recordando la sangre brotar de su oído, yo… no puedo seguir aquí. Doy el permiso para que abran la reja sin importarme en seguirl