Alexis comenzó a preparar todo para ausentarse una semana, el tenía muchas obligaciones, pero llevaría sus portátiles con el, desde la casa de Mildred, trabajaría, solo tenía que pasar una semana en ese maldito pueblo, así que lo superaría.
Un día antes de ausentarse Mary entró a su oficina, había llegado una visita.
Vanessa era una joven, con la que Alexis tuvo una noche de pasión, el solo lo hizo porque estaba muy bebido, ella había aprovechado y se lo llevó a la cama, el no recordaba nada, pero Vanessa le dijo todo lo que habian hecho, y desde entonces, la joven no dejaba de buscarlo, aun cuando el no le mostraba interés.
-Valla, otra vez ella, pff, déjala pasar.
-Si señor, otra cosa, la nueva secretaria, que me pidió contratar acaba de llegar.
Pasa a Vanessa, y por favor me interrumpe en 10 minutos para pasar a la Joven, no tengo tiempo que perder.
-Claro que si señor Redder.
-A y Mary!
-Si,, señor.
-Gracias!
La señora Mary, no sé muy mayor, pero ayudaba mucho a Alexis, sobre todo a escapar de Vanessa, el era amable con ella, pues el padre de Vanessa era muy amigo de el de ella.
-Hola querido.
Vanessa se acercó a el, y le dio dos besos en las mejillas.
-Pasa Vanessa toma aciento.
-Gracias querido.
-Dime, que puedo hacer por ti.
-Quiero invitarte la próxima semana, a mi fiesta de cumpleaños 23, que te parece, ya tendremos la misma edad cariño.
-Valla, lo siento mucho, pero devo viajar la próxima semana, me iré 7 días.
-No me digas eso, no puedes cambiar el viaje.
-No, la verdad es algo que llevo tiempo posponiendo.
-Valla, no sabía que viajarías.
Vanessa sentía el derecho de saber lo que Alexis hacía, ella se sentía como su novia por la noche que pasaron juntos, pero el no lo era, y siempre era muy indiferente con ella. Todavía no comprendía como se había metido con ella, el no estaba en sus cabales, pero aún así, habló con ella, si quedaba embarazada, el se haría responsable.
No fue así, y pudieron seguir con sus vidas, pero ella lo invitaba a repetir, lo quería para ella a como fuera lugar.
De pronto tocaron a la puerta.
- Señor la joven que viene a entrevista para el puesto de secretaria está aquí.
-Vanessa debo trabajar...
-Oh lo sé cariño.
-Hazla pasar Mary por favor.
La secretaria mandó llamar a la Joven que venía a entrevista con Alexis para el puesto de Secretaria.
Esa mañana Melissa había despertado muy temprano, había una gran empresa a la que aplicaría para puesto de secretaria ejecutiva de el dueño de la compañía, estaba muy nerviosa, pues había pasado ya varias entrevistas, y está sería la decisiva, si el no la aceptaba, todo el esfuerzo sería en vano.
Melissa había cambiado, terminó la Universidad, Empresariales, pero era difícil encontrar empleo, su único trabajo era en la panadería, donde se ayudó a pagar sus estudios, pero ya estaba ahí, tenía fe en conseguirlo, estaba preparada, había estudiado idiomas, estaba más que capacitada.
Llegó antes de la hora a la entrevista, la atendió una mujer muy amable, ella le explicó que su jefe era buena persona, pero exigente.
-Mientras tú des tu máximo, y no cometas errores, estarás bien, no hagas nada sin estar segura que es lo correcto, pues el es exigente, y claro es su empresa y su dinero, cualquiera haría lo mismo.
-Si por supuesto, entendido.
-Mary, soy Mary.
-Melissa, un placer.
Melissa fue anunciada, la secretaria, que tenía gran cantidad de trabajo se le comunicó que en unos minutos la pasaría.
De pronto Melissa fue llamada a la oficina del señor Redder. Estaba tan nerviosa, pero respiro profundo y camino.
Al entrar vio a una hermosa mujer Rubia, darle un beso en los labios al hombre que la entrevistaría, ella desvió un poco la mirada, sintió algo de pena, y se quedó en la puerta.
-No vemos después querido, y lanzó un beso a Alexis.
-Si Vanessa, hasta luego.
Después Vanessa al salir, golpeó a Melissa con el hombro, ella la vio un tanto molesta, Melissa no comprendió por qué, quizá porque los había interrumpido, pero a ella le dijeron que pasará y eso hizo.
De pronto, al ver al hombre que la entrevistaría, el que sería su nuevo jefe, no podía creerlo, aunque tenía la barba crecida, y se veía tan condenadamente guapo con la ropa tan elegante que portaba, supo que era Alexis.
Adelante señorita.
En ese momento Alexis pensaba en Vanessa, debía deshacerse de ella, era muy molesto que la gente pensará algo que no era.
-Y bien, dígame cuál es su nombre.
-Am, yo...
Me llamo Melissa Evans, vine por el puesto de secretaria ejecutiva señor Redder.
Alexis la vio a los ojos, y de pronto cayó en cuenta quien era, Melissa, recordó que la había invitado a salir, pero paso lo de su abuela y el jamás volvió a verla o buscarla, en ese momento evitó preguntar nada personal, y se enfocó a hacerle preguntas sobre su educación, y experiencia.
-Como lo ve soy una persona preparada, pero es difícil que te den la primera oportunidad, pues siempre buscan personas con experiencia.
-Lo comprendo señorita Evans, pues yo no tengo problema con ponerla a prueba, ya que necesito apoyo para Mary, ella sola lleva mucho trabajo, la empresa ha crecido rápidamente, y sé que ella hace demasiado, de modo que la contrataré de inmediato, cuando podría comenzar a trabajar.
-Ahora mismo si lo desea, estoy lista para comenzar.
A Alexis le gustó mucho su entusiasmo, el no la conocía, sólo hablo con ella una sola vez, pero se veían sus ganas de trabajar.
-Bien, entonces vamos a comenzar. Mery, podría pasar a mi oficina por favor.
-Si señor, enseguida voy.
-Mary, ella es la señorita Melissa Evans, desde este momento está contratada, se ve que tiene ganas de aprender, y vamos a probar sus habilidades, ya le informe que hay mucho trabajo, así que aceptó comenzar ahora mismo, que te parece.
Mary sonrió, estaba feliz, al fin tendría ayuda.
-Esa señor, es la mejor cosa que me ha pasado en semanas, necesito ayuda.
-Lo sé Mary, y disculpa por no haber contratado a alguien antes, sabes que hay mucho trabajo.
-Si señor lo sé, pues bien, vamos Melissa, es hora de trabajar.
Le dijo Mary a Melissa.
-Gracias por la oportunidad señor Redder, no se arrepentirá, se lo prometo.
-Así lo espero Señorita Evans.
Melissa iba rumbo a la salida y de pronto escucho.
-Bienvenida a Redd Melissa.
Ella se giró y sonrió, por un momento pensó que no la reconocio, pero si lo hizo, su corazón latio como un loco.