Fue tanta mi ira al saber lo que mi padre había acordado con los Ferris años atrás, que no me importó casi que sacar a mi mamá de mi apartamento, menos mal ella me conoce lo explosiva que puedo ser y también sería el colmo que no entendiera el porqué de mi mal genio al respecto.
Una vez salió por la puerta, no me aguanté las ganas de coger lo primero que encontré en a mi alcance y lo lancé con todas mis fuerzas contra la pared, intentando deshacerme de la frustración que sentía tras esa noticia… ahora por idiota me tocaba ponerme a limpiar el reguero de fideos y salsa que había quedado por toda la pared, el piso y hasta me había salpicado un poco.
«Tutto andrà bene» (Todo saldrá bien), me repito como si fuera un mantra con el que me pretendo convencer de que todo estará bien, per
