Cuando el rey Zander llegó al Gran Salón, vio a Aeron reunido con tres licántropos mas diciéndoles una historia posiblemente llena de mentiras de como había perdido la mano, en la cual ahora se había puesto una daga para suplantar sus antiguos cinco dedos. —¡Ahora miren esto, es de todo uso! —exclama Aeron entre risas cogiendo con su daga un pedazo del cerdo que se estaban comiendo mientras bebían cerveza. En el momento que todos los ahí presentes sintieron el aroma del rey, se levantaron de sus asientos para hacerles una señal de pleitesía que Zander le importó, poco porque él iba con su vista enfocada en Aeron que de inmediato se tornó serio, levantándose de donde estaba. —Vamos a un lugar privado —Es lo único que dice Zander esperando que Aeron lo siguiera, ya que en ese lugar no pod