El viaje ya había llegado a su fin, y en horas de la tarde Zander y Esther se embarcaron una vez más en el navío para regresar nuevamente hasta la ciudad real. El viento y el tiempo estuvieron en su favor, y como en el viaje de ida, todo el trayecto fue sin mayores inconvenientes que no fueran mas allá de los leves mareos de Esther mientras estaban navegando. Dos horas después cuando llegaron al puerto, los estaba esperando la doncella Meredith, acompañada por el lord Calen; ellos sabían que el rey y la reina llegarían en horas de la noche de aquel día. Drystan no estaba ahí porque no quería ser un hipócrita diciendo que les alegraba su llegada, quizás si le complacía ver a Esther otra vez, pero no diría lo mismo de Zander, es por eso que él prefirió esperar en el castillo por las noticias
