El rey se pudo dar cuenta que estaba demasiado cerca de la pelirroja, es por ese motivo que él prefirió levantarse de la tina y salir de ahí, porque por el momento no deseaba hacerla suya, al menos no antes que hiciera unas cuantas investigaciones antes de atreverse a penetrarla. Es ahí cuando él está fuera de la tina secando su cuerpo, que Esther observa como la entrepierna de su esposo se encontraba muy erguida, dura y no parecía que se “relajaría” en un tiempo. Ella no sabía como actuaba el cuerpo de los licántropos, pero lo que si podía asegurar la muchacha, era que la anatomía del rey Zander no era igual al de ningún hombre que había visto antes. «Es el primer hombre que veo desnudo, pero… él no se parece a los humanos, él es mas grande… en todos los sentidos» piensa Esther mirando d