Mientras tanto en el reino del Oeste, la hechicera Cora llegó directo a sus aposentos en el palacio real de Vitra, los cuales tenían una ventana circular donde ella podía entrar cuando se convertía en cuervo. Cuando la chica llegó, cayó como un peso muerto en el suelo mientras poco a poco se transformaba en su cuerpo original. Había perdido mucha energía y además sangre, es por eso que, en ese instante, su cuerpo se asemejaba como al de una persona en estado de desnutrición, donde su piel estaba prácticamente pegada a sus huesos y su rostro cadavérico impactaba a la vista. La hechicera prácticamente se arrastró hasta el lugar donde guardaba su sangre en frascos, y cuando llegó sostuvo uno bebiéndolo hasta saciarse, sintiendo como una vez más volvía su vitalidad junto con su belleza natural