Katherine
“Asesinato múltiple ante un grupo activista por parte de otro grupo, los cuerpos suman 23 hasta ahora, se dice que podría ser acto de rebeldia o una amenaza pero hasta ahora no hay más reportes…”
— Se lo merecían, sólo jodian a cada rato y a veces hacían protestas en el hospital – dijo Samuel.
— Esto es algo de la política, ellos estaban muy metidos en eso – digo tomando mi taza de café. – Encontraron algo que no debían y los asesinaron.
— Y lo hicieron parecer que fue el otro grupo, inteligente ese acto.
Asiento con la cabeza y miró de nuevo la televisión. Es interesante, casi el momento perfecto y no hay testigos, más que una llamada anónima al 911 pero como dijo Sam, fue inteligente.
— Oh mira ya se presentaran los nuevos a la alcaldía – señala Sam y veo quienes son. – ¿Quién crees que gane la alcaldía?
— Te diría quien tenga más votos, pero conociendo cómo son los políticos, es quien asesina a más – sonrió divertida y Sam solo niega con la cabeza. – Joder es cierto, al menos el 70% de compradores y socios del mercado n***o son políticos.
— Sí, pero no todos – pongo los ojos en blanco. – Terminemos esto, tenemos que ver a los chicos para poner en orden las cosas ahora que los italianos perdieron socios.
Los italianos se han declarado fuera del mercado, lo cúal es fabuloso para nosotros, conseguiremos sus socios y podremos acabarlos por completo. Aunque también sabemos que los italianos no se quedan en el piso sin hacer nada, van a regresar y serán mucho peor que ahora.
La gran mansión de los Jackson es nuestro punto de encuentro, retirado del mundo y perfecta para hacer cualquier cosa. Veo que hay varios autos cuando llegamos, Sam me tomó de la mano y entramos, escuchamos ruido en la cocina y cuando entró veo que es Katrina.
— Katrina – digo y cuando se da la vuelta me deja casi sin palabras.
¿Dónde quedó esa chica linda libre de ser ella misma? Ahora tiene su cabello completamente n***o con algunas mechas grises, trae un traje n***o de marca, tatuajes en las manos y el cuello, y como si no pasaramos por alto la enorme sortija junto al anillo de bodas. Se casó. Danny me mira y sus ojos brillan con cierta malicia.
— Hola chicos – sonríe y se acerca a Sam primero quien la abraza. – Felicidades por su compromiso.
— Gracias y tú, enorme sortija.
Katrina solo me medio abraza y siento que ya no le agrado.
— Me case en Grecia – sonríe mostrando su anillo, y mierda, es más grande que el mío.
— ¿Oro blanco? – dijo Sam.
— Sí, es hermoso casi me deja sin palabras cuando lo vi – suspira.
— Tienes que contarnos del gran galán – dijo Maia.
— Él vendrá, de hecho – mira a todos. – Mi esposo traerá a Eric.
— No mames – dijo Raúl. – ¿Cómo pudo conseguir su contacto?
— Soy una gran hacker – le sonrió. – El sábado en la noche vendrá, acaba de realizar nuevos negocios aquí en la ciudad y se los presentaré – suspira y me mira. – De hecho, se les hará muy familiar Eric.
— ¿En serio? – digo mirándola.
— Sí, se les hará muy familiar.
Me da un guiño y eso me da muy mala espina… ¿Quién es Eric? ¿Por qué dijo que se nos hará muy familiar?
— Bueno, entonces esperemos a que Eric venga y podamos hablar de los socios de los italianos – dijo Elena.
Y sospecho que va a querer poner a Eric al mando, no tengo ni idea, pero más de uno los sospecha pero no dice nada.
— ¿Vas a poner al tal Eric al mando? – dije mirándola. – Tú y Matt han llevado la asociación juntos ¿porque necesitas a otro?
No lo hacen bien y sé que se están ahogando con tanto trabajo. Loky lo hubiera hecho mejor, claramente.
— Eric estará con nosotros y podrá estar al mando – dijo Matt. – Entiende que es un paz grande, ha estado en muchos lugares, joder estuvo en Grecia.
— ¿Estuvo en su boda? – miró a Katrina y ella solo ríe. – Bien ¿y eso qué? ¿Pondran a cargo a alguien que no sabe de está mierda?
— Kath, calma – dijo Katrina. – Eric conoce esto como la palma de su mano – me mira. – Fue él quien liberó el mercado de órganos para que tú pudieras hacer bien tu trabajo – suspira. – Nos vemos el sábado chicos, fue un gusto.
¿Él fue quien liberó el negocio de los órganos?
— Más vale que alguien diga algo – dije mirándolos.
— Danny hizo contactos – dijo Alister. – Dichos contactos conocían a Eric y sabemos que fue él quien tiró a los italianos, liberó el mercado de órganos. Es él quien ha estado limpiando el camino de los italianos, pero no por nosotros, sino por todos a los que los italianos jodieron.
Bueno eso tiene sentido. No digo nada más y damos por terminado todo, me voy con Sam y vemos detalles de la boda. Es en poco menos de 6 meses y queremos que todo esté listo. La boda perfecta.
Y mientras miramos detalles como el lugar, reservación para la iglesia, pasamos por la casa de la política o así le llamamos, veo una motocicleta junto a los autos elegantes, siento un pinchazo en el corazón. No es él. Lo sé. Pero mi corazón siente ese pinchazo cada vez que creo que es él, cómo la noche anterior, en la oscuridad de la noche cuando me toco turno doble, sentía a alguien mirándome en la oscuridad…
— Su fecha está reservada – dijo el Cura y reaccione.
¿Qué dijo?
— Perfecto – sonrió Samuel. – La fecha está reservada.
— Sí, perfecto – sonrió y trato de actuar que siempre he estado aquí y no viajando en mi cabeza.
Tengo que reaccionar. Loky regresara y yo estoy con Samuel no con él, ya lo superé, él no es más que mi pasado. Punto final.
Aclarando mi cabeza, continuo con los planes para mi boda y pasamos el día revisando los perfiles de las mejores organizadoras de bodas, aunque queremos hacerlo nosotros siendo doctores no tenemos mucho tiempo y necesitaremos ayuda.
— Soy Kim, es un gusto conocerlos – sonríe la morena mirándonos. – Debo admitir que son una pareja hermosa, me di el lujo de pasar por el hospital y se ve su química, me propondré hacer que su boda sea perfecta.
— Muchas gracias – digo emocionada tomando la mano de Sam. Me hace feliz esto. – Tengo muchas ideas, o bueno tenemos, pero yo tengo más.
— Por mí no es problema, quiero que mi nena tenga todo perfecto – sonrió Sam besándome la mejilla.
Y así comenzamos, Sam tenía turno en el hospital y saldría en la tarde para poder ir a la reunión en casa de Elena donde conoceremos a Eric.
Kim me agrada, es como tu amiga que te apoya en todo y eso me gusta, de tener un caos ella me ayudó a organizar todo y comenzaremos el lunes con los verdaderos planes de la boda. Cuando llega casi la hora de irme a casa de Elena, me doy una ducha y me pongo un vestido n***o que me llega al tobillo con una abertura hasta la pierna, un escote de corazón, me pongo un collar y acomodo mi sortija. Dejó mi cabello suelto y subo a mi camioneta, Sam me avisa de que me verá en la mansión.
Eric, realmente tiene un gran historial y me emociona saber quién es. Trabajar con él será un gran honor.
Cuando llegó, veo a Sam esperándome, lo besó y tomó su mano, varios ya llegaron y parecen estar esperando. Estamos en el gran salón, esperando su llegada. Pasan casi quince minutos y estoy apunto de decir algo cuando escucho el motor de una motocicleta, mi corazón late con fuerza, no, no es él.
— Llegaron – dijo Alister con una sonrisa.
Escucho los tacones de Katrina y seguramente, la puerta se abre y casi todos nos quedamos en shock, pero soy yo a quien las piernas le tiemblan. Es él. Su cabello está largo, tiene más tatuajes, tiene una camisa negra, jeans azules y botas negras, tiene una sonrisa que hace mi corazón martillear.
— Hola – sonríe Katrina. – Les presento a Eric, ustedes lo conocen como Loky Nyagrd y también puedo presentarles a mi esposo.
¿Su esposo? ¿Eric?
Ay Dios…
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Loky
Belfast, estar de regresó me hace sentir casi en casa. El volver a mi casa fue raro, hay demasiados recuerdos, abro las ventanas y limpio un poco. Nadie ha venido o eso diría hasta que note que alguien estuvo en la habitación donde tengo las armas.
Tal vez fue ella. No lo sé.
Dios, recuerdo porque vine a vivir aquí, estar lejos de la gente y de todo el mundo. Hace tiempo que no estoy lejos del mundo, tomé algunas cajas y tomé lo más importante, no viviré aquí. Está casa es solo para mí y ahora ya no estoy solo.
— Gracias por ayudarme – dije mirando a Alister.
— No es nada amigo – me sonríe. – ¿Y qué se siente estar casado? – dice divertido.
— Me case con mi mejor amiga, nada cambia realmente – cambió la cerradura de las puerta.
— La mejor amiga con la que te acostabas ya ¿no?
— Exacto – le sonrió y ajusto las cerraduras. – Nadie vendrá a robar.
Alister parece querer decir algo pero en vez de eso solo ríe un poco, y sé que se refiere a Katherine. Cuando vaya a presentarme como el gran Eric, todos estarán tan sorprendidos pero ella será la que podría desmayarse. Se acabó, Katherine y yo somos historia ahora, sé que se casará y bien por ella, yo no puedo terminar con Katrina , muy por encima del contrato no le romperé el corazón a mi mejor amiga. Estoy con ella sin importar nada.
Alister me lleva a la nueva casa, está por la zona de la playa, cuando llegamos veo mi auto y sé que Katrina ya está aquí, ella vino antes para dejar nuestra casa lista, yo solo traje mis cosas. Al entrar huelo pollo frito y se me abre el apetito, entró en la cocina y la veo modo cocinera.
— ¿Te quedas? – digo mirando a Alister.
— Obvio.
Me acercó a Katrina y le doy un besó en la mejilla antes de lavarme las manos.
— Te ayudaré enana – digo tomando el cuchillo para la ensalada.
— Ali, saca las cervezas – dijo Katrina y me miró. – Mañana me reuniré con los chicos, les diré de la reunión.
— Perfecto, conocerán que soy Eric , que tomare lo que es mío y sabrán que soy tu esposo – le sonrió.
— Y por cierto, paseando por la ciudad vi un negocio abandonado, parece que querían hacer un bar – me mira. – Dijiste que querías algo así.
Le sonrió porque bien sabe que quiero un bar, ella me sonríe y me da un guiño.
— Hagamos algo, mañana yo tengo que ir a conocer al candidato para alcalde, mi supuesto jefe – sonrió mirándola. – Ya te contaré que pasa, pero después de eso y de tu reunión con ellos, vamos a ver el bar.
— Me parece bien.
Terminamos de cocinar y servimos la comida. Alister nos habla de cómo está la asociación, diciendo que decayó un poco y por eso quieren los socios de los italianos, Tania vendrá la siguiente semana y le mostraré la ciudad, tengo que visitar a mis viejos contactos. Volver a las peleas, necesito volver a tener mi nombre no solo en la política, necesito volver a este ruedo.
Debo tomar la condición del FBI, del SWAT, así que a la mañana siguiente salí a correr por la playa y compre el desayuno en una cafetería cerca de la playa, cuando entró en casa dejó las cosas en la mesa y entró a la ducha, cuando salgo Katrina ya está desayunando y está vestida como si fuera a una pasarela.
— Te ves bien – le sonrió y tomó un café.
— ¿Saliste a correr?
— Debo mantenerme en forma preciosa – suspiró. – Mediodía en garaje central ¿sí?
— Está bien – se acerca y me da un besó en los labios. – Nos vemos Loky.
— Cuidate enana.
Dejó mi cabello suelto y subo a mi motocicleta, conduzco hasta la gran casa de los políticos, no ire como un puto político, nadie me hara vestrime de traje, si no lo hice en mi boda menos aquí. Veo a varios hombres e incluso algunos policías, y entonces lo veo. Elliot Parker, el futuro alcalde.
— Un gusto conocerte – sonrió Elliot. – Me ha fascinado todo lo que he visto de ti, Toscana fue brutal – dice admirado. – Y lo del SWAT ¿también lo hiciste?
— Fue un entrenamiento especial – digo mirándolo.
— Joder amo a este hombre – me hace sonreír. – Amigo, quiero tenerte cerca, mi gente son guardaespaldas, seguridad privada, ex militares y ex agentes, pero tú eres todo eso en uno solo.
— No me veras de traje nunca, si quieres que te vigile, lo haré con un francotirador.
— No hay problema – me sonríe. – El sábado en la noche haré una fiesta, te quiero ahí ¿entendido? – asiento con la cabeza. – Conoce al equipo.
En una hora me envuelvo en el ambiente de está gente, la corrupción es lo que más hay, policías sobre todo. Uno de ellos saca droga que confiscaron de una pandilla, inhalamos cocaína de la pura, sin duda los cabrones se quedan con lo mejor que confiscan. Esto me da muchas ideas…
— Debo irme, fue un gusto conocerlos y estaré el sábado en esa fiesta.
— Lleva a tu chica – dijo Elliot.
— Por supuesto.
Por supuesto que no la llevare.
Subo a mi motocicleta y conduzco hasta la ubicación que Katrina me dio, veo que ya está ahí la que era mi motocicleta. El lugar está casi en la zona céntrica, dónde hay dos bares populares y supongo que nadie quería hacer otro bar que sería la competencia.
— Tardaste en llegar, pero supongo que fue algo bueno.
— Lo fue, el sábado en la noche debo salir con el futuro nuevo alcalde – le sonrió. – ¿Y bien?
— No hay nadie, podemos entrar.
Cuando entramos veo que realmente el lugar se está cayendo, necesitará mucho trabajo esto, pero puede ser un buen lugar.
— Déjame hacer unas llamadas – digo mirándola. – Puedes investigar de quién era y hacer un trato.
— ¿Seremos socios? – sonrió divertida.
— Obvio – me acercó y la miró. – ¿Qué pasó?
— Todos se quedarán con el culo roto cuando sepan quien es Eric y quien es mi esposo, al menos Katherine está concentrada en los planes de su boda.
— Katrina, quiero que sepas…
— No, no lo digas – niega con la cabeza y suspiró. – Llamaré al dueño.
— Bien, yo empezaré a hacer llamadas.
Pasó dos días tratando de hacer llamadas, pero no contactó a nadie, necesito esperar a que llegue el sábado para hacer algo, mientras tanto solo estoy con Katrina haciendo el contrato con el dueño y apenas llega el sábado firmamos los papeles.
— Tenemos un bar – dijo Katrina.
— Vamos a tener un bar, ahora es solo una mierda – digo mirando el lugar. – Este lugar tendrá muchas cosas, me imagino todo lo que pasara.
Tomó mi teléfono y le llamó a Magnus, tiene meses que no hablo con él.
— Hola osito
— No estás muerto ya es un alivio, aunque tu esposa me dice todo, por cierto, gracias por invitarme a la boda.
— Magnus, por favor, te lo compensare – digo sonriendo.
— Está bien – suspira.
— ¿Qué pasa? ¿Estás bien?
— Estamos en un caos difícil, red de pornografia infantil, tiramos un sitio y salen como seis más, es horrible esto.
— Mierda, lo imagino – pasó una mano por mi cara. – Vengan a la casa, estamos justo en la playa.
— Vaya, vaya tu pisito en la playa – los dos reímos, cuando éramos niños decíamos que tendríamos un piso en la playa. – Me gusta, y sí, te tomaré la palabra y sirve que te dé la noticia en persona.
— ¿Qué noticia?
— Hasta que llegue te diré – carraspea. – Me tomaré unos días, yo te avisaré.
— Perfecto osito, también te contaré lo que he hecho aquí. Saludame a Viktoria.
— Le doy tus saludos, tú saludame a Katrina.