Capítulo17

3459 Words
Katherine Tengo que entregar un informe de cada mes, estoy en mi oficina, pero mi cabeza solo rememora la noche de hace una semana. Chupo mis labios y dejó aún lado los papeles para pensar en eso de nuevo. No fue difícil saber quién era Loky, sentí su intensa mirada sobre mí en cuanto supo quién era y no tardó mucho… solo comprueba que es mi cuerpo el que conoce mejor que nadie más. Sus dedos en mi interior, la forma de tocarme, de frotar mi clítoris, solo él puede hacer eso. Nadie más ha logrado saber cómo masturbarme como él. La forma en la que me follo, sentir su gruesa y grande v***a en mi interior, sentir como se expandía mi interior, esa fuerte mirada que decía más que mil palabras… Junto mis piernas, me estoy mojando con un simple recuerdo. No, esto no es un simple recuerdo. Loky demostro lo que yo solo estaba pensando, nadie se le iguala en el sexo. Fijándome en la hora, me recargo sobre mi silla, abro mis pantalones y meto mi mano en mis bragas y… mierda estoy chorreando. Maldito sea Loky Nyagrd. Comienzo a mover mi índice sobre mi clítoris, siento una corriente eléctrica que hace temblar mi cuerpo, cierro los ojos y dejó que mi mente imagine que es él. Que Loky está aquí cómo antes, haciéndome perder el tiempo, juntas de administración del hospital solo porque está entre mis piernas. Sigo frotando con más fuerza, moviendo en círculos mi dedo, sintiendo como mis bragas se mojan más y más. Siento de nuevo una corriente eléctrica y entonces el orgasmo invade todo mi cuerpo, de pies a cabeza, tapo mi boca con mi mano y gimo. Mi cabeza de nuevo trae la mirada de Loky, haciendo que chupe sus dedos, y lo hago solo que son los míos ahora. Lo odio maldita sea. Abrocho mi pantalón y justo cuando tomó mi bolígrafo la puerta se abre y casi me da un infarto cuando veo que son Samuel y Kim. — Hola – sonríe Samuel y frunce el ceño cuando me mira. – ¿Está bien? — Sí – trato de sonreírle. – ¿Por qué? — Está muy roja de la cara y parece que estás sudando. — Me dio un bochorno – digo como si nada. – Kim ¿qué pasa? Creí que nos veríamos está tarde. — Sí pero Samuel quería que nos vieramos antes. — Vale, pues no he terminado aún mi informe mensual. — ¿Aún no? – Samuel me mira. – Hace horas que yo le di a Lara el mío. Sí bueno, pero tú no estás pensando cómo tu ex te follo y que te masturbaste pensando en eso ¿verdad? — Estaba hablando con Viktoria, me quito el tiempo. — Dejalo y te ayudo en la noche con él, vamos. Suspiró, dejó mis cosas, me quito la bata y voy con él. Salimos de la oficina y Sam comienza a decir algunos detalles de la boda con Kim, pero yo sigo pensando en la noche anterior. Maldición. Salimos del hospital y mi corazón se detiene cuando veo que hay una motocicleta igual a la de Loky, veo al conductor pero cuando su cabello n***o su cuela por el casco sé que no es él. Esa noche fue solo fue una noche de éxtasis de locura, una prueba de que si volvemos a las mismas andadas estaremos peor que antes. Tomó la mano de Sam y mejor dejo de pensar en eso. Nos vamos al restaurante favorito de Samuel, ordenamos de comer y comenzamos a hablar de la boda. — Tema vestido eso es entre tú y Kim – dijo Samuel. — ¿Ya tienes damas de honor? – dijo Kim. — Solo serán Elena y Maia, ellas me ayudaran con todo – digo mirándola. – Todo lo de vestido, ramo y demás lo hablamos mañana cuando nos reunamos con ellas. — Perfecto, ahora ¿banquete? Sabiendo que se casaran en la iglesia de aquí de Belfast y que la recepción será en la playa del Norte, ¿qué tipo de banquete darán? — Estaba pensando en platillos de aquí ¿no te gustaría? – dijo Sam mirándome. — No suena mal, pero quiero probar más opciones. — Invitados, su boda será con 150 invitados y estos son los estilos de la invitación. Nos muestra varios y suspiró, mierda no sé de estas cosas. Miró a Samuel y él sí parece estar viendolas con detenimiento, debería hacerlo también pero mi cabeza está en otro lugar. De pronto veo un grupo de hombres con traje oscuro entrar al restaurante, con mi rodilla muevo la pierna de Sam, levanta su vista y le digo que mire a esos hombres. No los había visto antes. Son cuatro hombres grandes y con traje, los cuatro suben a la planta de arriba y los dos miramos a dónde se fueron, cuando tardan en bajar volvemos al tema de la boda. Pero me da mala espina esos hombres, cuando los veo bajar de nuevo, me quedo sin palabras. Bajan más hombres, están escoltando a Loky y Katrina, su hermano y cuñada ¿qué demonios? Ninguno voltea a vernos, veo como Loky toma la mano de Katrina, tres camionetas llegan y se suben rápido. — ¿Qué demonios? – susurra Samuel. Sacó mi teléfono y llamó a Viktoria, pero su teléfono va directo a buzón. Samuel me mira y no le digo nada, entonces entra una llamada de Elena y los dos nos miramos. — ¿Hola? — Katy ¿dónde están? — En el restaurante del centro ¿por qué? ¿Qué pasa? — Vengan a la mansión en cuanto puedan, tenemos problemas. — Vamos para allá – cortó la llamada y miró a Sam. – Algo pasó, tenemos que irnos. — Mierda – susurra. – Kim, ve a nuestra casa en la noche y veremos lo de las invitaciones. Salimos del restaurante y subimos al auto, Sam conduce hasta llegar a la mansión y me sorprende ver varios autos y camionetas. Cuando entramos veo que hay demasiados hombres, muchos hablando en italiano, Sam me tomó de la cadera y me mantiene cerca de él. — No mi interessa, devi farlo – dice una mujer furiosa. — ¡Morgan! – esa voz la reconozco es Loky. — ¿Qué pasa? – dijo Samuel. Loky lo ignora y va tras la mujer. Entró a la sala y veo más movimiento, Elena se acerca a mí cuando me ve. — ¿Qué pasó? – digo mirándola. — Esposito D’angelo, eso sucede, acaba de meter una nueva droga en el mercado y está acabando con todo. — ¿Y qué hacen todas estás personas? – dijo Samuel. — Lorenzo D’angelo está aquí en Belfast, viene por todos nosotros, tiene a Alister y a Raúl. — ¿Qué? Loky regresa, me sorprende verlo pero está vez con su cabello amarrado, un chaleco antibalas y acompañado de la mujer a la que le gritó. — ¿Qué pasa? – digo mirándolo. – ¿A dónde putas vas así? — Voy por ese puto italiano – dijo sin mirarme. – Si tenemos una mínima oportunidad voy a ir por él sin importar nada. — Lo necesitamos vivo – dijo Magnus, él y Viktoria tienen sus uniformes del FBI. — Estará vivo, créeme – dijo Loky. — La custodia es mía – dijo la mujer. — Morgan no estás en Italia, estás en Irlanda del Norte, aquí haces lo que yo te ordeno – la mira. – Katrina necesito ojos y oídos. — Y estoy en ello. — ¿Qué puedo hacer? – dije mirándolo. — No estorbes, suficiente tengo que lidiar con la zorra italiana para que vengas igual. Lo tomó del brazo y lo volteó, me mira con furia y yo igual. — No soy la imbécil de antes que lloraba con tu pendejadas, ahora tú me vas a decir que hacer, voy a cuidar tu puto culo Nyagrd. — No sabes manejar una puta arma, esto no es asesinar a tipos que les sacas los órganos. — Dejame ir maldita sea, no pienso dejarte ir solo contra un puto D’angelo. — Eres una puta necia Katherine. — Katherine mejor escuchalo – dijo Samuel y me tomó del brazo. Loky miró a Samuel, entrecerró los ojos, me tomó la muñeca y me llevó con él a las malas. — ¿¡A dónde la llevas!? – dijo Samuel. – ¡Sueltala, solo la van a matar por tu culpa! Loky no le hacía caso solo me llevó con él hasta la camioneta, la cerro e ignoró los golpes y gritos de Samuel. — ¡Vamonos! – grito Loky. Loky tomó un chaleco y me lo puso, ajustandolo de dónde debía, me dio un arma y me miró. — Pegada a mí, te alejas y yo mismo te vuelo los sesos – me da un arma. — Entendido. Me aseguro de que tenga balas y la guardo, miró a Loky ponerse un pinganillo y entonces veo que en la camioneta lo que hay no son armas, sino químicos. Esto es a lo que Katrina se refería cuando Loky estuvo con Cáceres. — Esposito debió pagar una gran cantidad para cerrar bocas, apenas se supo lo de la droga hoy – comienza a decir. – Ya se extendió por Italia y Lorenzo ha venido aquí para expanderla personalmente en el país. — Estaba desesperado, es obvio que iba a hacer las cosas así – digo mirándolo. — Trató de matar a Raúl, lo dejó herido y se lo llevó, ahora está con Alister, él nos dio el aviso. — ¿Y qué hay de la italiana? ¿Es de fiar? — Ella quiere lo mismo que yo. No dice nada más, llegamos a lo que era su casa, bajamos de la camioneta y los dos hombres que iban enfrente bajan todos los químicos y los llevan al interior de su casa en el bosque. — ¿Qué es lo que vas a hacer? ¿No iremos por Lorenzo? — Para eso está el FBI, ellos lo van a arrestar pero yo haré más que eso, ya jodi una droga de D’angelo, lo haré de nuevo – saca una jeringa con un líquido rosa. – Su nueva droga. — Vas a alterar ¿no? — Y la voy a expandir en el mercado, diciendo que es el nuevo producto de D’angelo, con la droga pasada, fue Cáceres quien se encargó de hacer eso pero ya que yo sé hacerlo, voy a tirarle el negocio a D’angelo y voy a ir a Italia de nuevo. — ¿Para qué? Si vas te van a matar – lo miró. — No, sí sabes dónde atacar – me sonríe. – Tu prometido pensara cosas qué no ahora que estás aquí. — Qué piense lo que quiera, esto le beneficia a él también. Loky me da una pequeña sonrisa. — Quiero que estés atenta, hay muchos italianos aquí y van a venir por mí, así que arma lista. — Está bien. Loky se pone mascarilla, lentes y guantes, yo hago guardía aunque todo se ve tranquilo. Mi teléfono suena y veo que es Samuel, lo siento amor pero esto nos beneficia a los dos en nuestro trabajo. La noche cae, todo está demasiado oscuro y es perfecto para una emboscada. Aunque los hombres están fuera, son solo dos y si vienen veinte estamos jodidos. Me acercó a la mes ay veo que ya hay mucho líquido rosa, suficiente para joder el negocio de Esposito. Miró por la ventana y veo que hay algo de movimiento, miró a Loky, sacó mi arma y cuando escucha que le quitó el seguro me mira. — Hay que darnos prisa Loky – digo mirando la puerta trasera. — Ya está todo – comienza a guardar todo en un maletín. La puerta trasera se abre y yo disparo sin siquiera saber quien es. – Joder, estás loca Katherine – dice cuando ve el cuerpo de un tipo. — Vámonos o aquí nos van a matar. Loky toma su arma y yo recargo la mía, salimos y vemos que los dos hombres que nos cuidaban ya están en el pisó. La camioneta tiene las ruedas pinchadas. Ay Dios. — No te despegues de mí, mata a todo lo que veas. — Sí – susurró. — Regresemos. Entramos en la casa y Loky comienza a hablar por el pinganillo, yo me aseguro de que la puerta trasera esté cerrada, cuando veo que lanzan algo. Es una jodida granada. No lo pienso dos veces la tomó y la lanzó de vuelta, cierro la puerta y se escucha la explosion, Loky viene de inmediato y me ve. — ¿Fuiste tú? — Están aquí. — Morgan viene en camino, Magnus ya tiene a Lorenzo, pero saben que yo tengo la droga. — Mierda. Sigo a Loky y lo veo sacar varios frascos, me da una mascarilla y él saca otra y se la pone frunzo el ceño y me la pongo. — ¿Qué es eso? – digo. — Vamos a dejar que entren, romperemos estos frascos – me da dos y él se queda dos. – Esto es un gas que va a matarlos, las mascarillas solo funcionan el primer minutos, deberemos salir cuando las rompamos. — ¿Qué mierda hiciste cuando estuviste en Roma? – digo mirando el frasco. — Convertirme en un monstruo, amor. — Ya lo eras, solo que ahora eres más sexy – digo sonriendo y Loky se ríe. Nos quedamos callados y nos tiramos al piso, primero disparan lo suficiente para saber que podríamos estar muertos, las puertas se abren. Esperamos a que entren los suficientes y me da la señal para romper los frascos, los rompemos, toma mi mano y nos levantamos. Los italianos nos ven y tratan de dispararnos, pero el gas actúa rápido, salimos corriendo de la casa. Sin soltar su mano comenzamos a correr por el bosque, tratando de llegar a la carretera, pero de la nada escuchamos pisadas cerca nuestras y nos tienen rodeados. — Creo que ya estamos jodidos – dijo Loky. — ¿Algo que decirme antes de que nos maten? – digo pegada a su espalda y con mi arma apuntando. — Estás loca por seguir amándome. — Estamos locos, corrige eso. Se ríe y suspira. Estamos por disparar cuando un par de camionetas llegan y terminan disparandoles, los italianos caen al piso y veo que es la mujer de está tarde. — Lamento la tardanza – sonríe. — Llegas a tiempo – le da el maletín. – Guardalo. — ¿Dónde está Lorenzo? – digo mirándola. — Bajo la custodia de Dublín – suspira. – Alister y Raúl están bien. — Nada los mata a ellos, eso está claro – sonríe Loky y me mira. – Bueno vamos a casa y… Loky me pone detrás suyo rápidamente, el sonido de dos disparos se escucha, veo que detrás de mí estaba un hombre, pero Loky lo mató. — Mierda – digo y lo miró. – ¿Estás bien? Miró a Loky cuando no me responde y entonces lo veo, tiene un tiro en la pierna que lo tira al piso. — ¡Loky! – la sangre comienza a salir a chorros. — Puto chaleco de mierda – susurra Loky. — Te dieron en la pierna idiota – digo quitandole el cinturon para hacer un torniquete. — Por eso – gruñe. – La pierna no tenía ni madre. — Subanlo en la camioneta – dijo la mujer. – Lo llevaremos al hospital. Cuando los hombres lo suben a la camioneta me pongo a su lado, pongo mi camisa sobre su pierna para detener la hemorragia. Tomó mi teléfono y le envió un mensaje a Maia para decirle cómo está Loky. — Está perdiendo mucha sangre – dijo la mujer. — Le dio en la arteria y no tiene salida el disparo. — Mierda – susurró. — ¿Qué diablos están diciendo? – dice Loky. — Ya quisieras, yo no pienso dejarte morir imbécil – digo tomando su rostro. – Te lo dije una vez, solo yo puedo matarte y tú solo puedes matarme. — Qué romántica eres Hyde – sonríe y comienza a cerrar los ojos. — No cierres los putos ojos – tomó su rostro. – Dime ¿por qué sigues teniendo ese anillo? — Yo… – jadea y me mira. – Me lo diste para que te recordara y por eso lo tengo… es mi amuleto de la suerte – sonríe débil. — Idiota – susurró y trata de cerrar los ojos. — ¿Cuánto salta? – dijo Morgan. — Dos minutos – dijo el hombre que manejaba. — ¿Eras el de el Caribe? – digo tomando su rostro, sus ojos azules me miran y me da una sonrisa. — Nunca he ido al Caribe – susurra. — Dilo Loky ¿eras tú? Loky ríe débil, lleva su mano a mi mejilla y me acercó, sus labios besan los míos en un suave a casto besó. La camioneta se detiene y lo miró, tiene una sonrisa. — Siempre has sido tú – susurró mirándolo. Lo bajan y lo suben a una camilla, yo entró al hospital y varios me miran, estoy llena de sangre posiblemente, pero voy con él. Maia me detiene cuando lo ingresan. — Yo lo voy a operar – digo mirándola. — No, estás involucrada en esto, no estarás con él. — No te lo pregunte, voy a operarlo yo – la empujó y entró. Voy corriendo al vestidor, me lavo la sangre, me pongo el uniforme para cirugía, lavo mis manos y voy al quirófano, cuando entró veo que Samuel está ahí. — ¿Qué haces aquí? – digo mirándolo. — No vas a operarlo tú, solo vas a dirigir – me mira. – Estás involucrada y sabes lo malo que es eso, así que déjame hacerlo – suspira. – Confía en mí. — Confío en ti. Loky está completamente dormido, Samuel es quien comienza a hacer la cirugía y yo solo le pasó lo que necesito. Había daño en la arteria, pero no dañó ningún nervio, ni el músculo, es un cabrón con suerte. — Aquí está la bala – dijo Samuel cuando la sacó. Veo la bala de cerca y noto la marca D’angelo en ella. — Las balas están marcadas. — Para que sepan quien lo asesina – dijo Samuel comenzando a suturar. Salgo de la sala y dejó que termine sin mí, cuando salgo a la sala de espera veo a Magnus, Viktoria, Katrina y Alister. — ¿Qué pasó? ¿Está bien? – dijo Katrina. — Está bien, no hubo daño – dije mirándolos. – Estará bien. — Menos mal – suspiró. – ¿Y tú? — Estoy bien – miró a Damon. – ¿Dónde está D’angelo? — Aquí, por el momento, mi equipo lo tiene ¿porque? — Necesito verlo. — ¿Para qué? – dijo Magnus. — Dame solo cinco minutos con él. — Yo te llevaré – dijo Viktoria. – Mañana a primera hora. Me voy a mi oficina y termino el informe en menos de media hora, se lo envió a Maia y enseguida llega Samuel. — Está bien, ya está en una habitación – asiento con la cabeza. — Ya acabó, podemos irnos – dije mirándolo. — Tenemos que hablar – me mira. – Katherine, necesito saber que pasa. — No pasa nada – lo miró. — Lo que vi fue otra cosa, fue cómo si siguieras estando con él. Solo dime que lo sigues amando y acabamos con esto. Necesita escuchar lo que él quiere y yo no quiero perderlo. Loky lo hizo una vez conmigo, para no romperme el corazón endulzó mi oído… — Samuel – me acercó a él. – Una parte de mí siempre lo va a amar, pero entiende que no puedo estar con él, te amo a ti y quiero un futuro contigo, porque con Loky no llegare a tener un futuro así y hoy fue una prueba de ello. — Entonces… — Si confías en mí, sabrás que yo no volvería con Loky de ningún modo. — Está bien – susurró. – Vamos a casa. No debería mentirle de este modo, pero Loky es mi punto débil y no me importa lo que pase, siempre voy a estar con él pase lo que pase. A primera hora, Samuel me ve extraño cuando ve que ya estoy arreglada para irme. — ¿Tu turno no inicia en dos horas? — Sí, pero el FBI quiere mi testimonio – me acercó y lo besó. – Nos vemos en el hospital. — Ve con cuidado.
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