Capítulo 6

4809 Words
Loky Vladimir Petrov es un hombre imponente, mide uno noventa, usa traje n***o, cabello n***o con canas y ojos azules. Su hija por otro lado, tiene unos shorts negros, botas, un top rojo dejando ver su pircing en el ombligo, su cabello n***o está corto y tiene flequillo, sus ojos ámbar te atrapan a la primera, tiene un labial rojo y no es para nada la niña mimada de la que hablaban. Pero entre más la miró, más sé que la conozco de algún lado. Katherine está con las chicas hablando del mercado ngero y yo estoy con Alister y Raúl, pero los ignoró por completo, siento que la conozco y no sé de dónde. Me retiro de ellos y me acercó a Valdimir y Katrina, cuando me acerco ella me mira y tiene la misma mirada, como si nos conocieramos. Me quedo de pie a mitad de camino, un fugaz recuerdo del 2009 en Las Vegas abarca mi cabeza… chica de cabello rojo, esos ojos ámbar, risueña y que creí que era mi prostituta. Trago saliva. Tengo su nombre tatuado en el pecho… La veo acercarse a mí, mete el cabello detrás de sus orejas y me sonríe. — Dime que el Loky Nygard del que he escuchado eres tú – asiento aún embobado en sus ojos ámbar. – Y dime si es el mismo Loky Nygard que tengo tatuado en mi pecho izquierdo – mueve un poco el tirante de su top y lo veo. Mis ojos la recorren de pies a cabeza, Las Vegas 2009, estaba solo, ebrio, acabandome mi dinero en apuestas y con un plan final, pero ella llegó y me salvo… — Katrina – sonrió mirándola. Ella se ríe y me rodea con sus brazos, la envuelvo en mis brazos y huelo su fragancia de cerezas. Entonces recuerdo mi semana perdida en Las Vegas con ella, recuerdo que ella me abandonó, y que cuando vi el tatuaje en mi pecho no quise borrarlo porque era lo único feliz que tenía después de mi hermana. Rompo un poco el abrazo, pero aun sosteniendo su cadera la miró y tiene lágrimas en los ojos. — Mis deseos se hicieron realidad – susurra acunando mi rostro en sus manos. – Rogue tanto por volver a verte maldita sea, el rubio de ojos azules que me esposo a él – me río con ganas, lo recuerdo. — Ni siquiera sé de dónde salieron esas esposas – la miró con una sonrisa. — Se las robe a un policía – me mira, ese brillo en sus ojos me está consumiendo. – Te extrañe demasiado – me abraza dejando su rostro enterrado en mi pecho, escondo mi rostro en su cabello y me importa una mierda estar montando una escena, está chica detuvo que me suicidara en el 2009. – No te vayas de nuevo. — No lo haré pequeña – acarició su cabello y besó su coronilla. Limpia sus lágrimas y los dos vemos que somos el centro de atención, incluso Katherine me está mirando, pero no me importa, nadie entenderá que esa chica fue mi ancla en un momento difícil y que por eso mantengo su nombre tatuado en mi pecho. — Papá – lo llama y él se acerca. – Es él, Loky del que te he hablado. — Siempre creí que eras producto de sus alucinaciones – dice divertido. – Loky Nygard, tienes grandes acciones en una de mis empresas. — Así es señor – le sonrió. – Y ya puede dejar de buscar manicomios – digo divertido provocando su risa. — Gracias por ello – me sonríe. – Bueno, ya que estamos todos, vamos a la mesa. Katrina no me separa y yo tampoco apartó mi mano de su cintura, vamos a la mesa y ella se sienta a mi lado, recargándose en mi brazo, miró a Katherine que está justo frente a mí mirando a la chica, creo que tendré que explicarle quién es más adelante pero no ahora, la verdad es que ahora no me importa Katherine, solo la chica de ojos ámbar que está a mi lado. — Loky es quien nos está dando casi el pase de oro para esto – dice Elena. – Está directamente con Dixon. — Es lo que he oído, incluso supe lo que pasó en la jaula, asesinaste a su mejor luchador ¿no? – asiento con la cabeza. – Enhorabuena Loky. En está asociación no queremos cobardes y que tú seas quien atraviese con la lanza al bastardo me deja con ganas de ser el primer patrocinador de esto. Vladimir Petrov magnate hombre de negocios y el mejor distribuidor del mercado n***o. Katrina por otro lado aún no sé si está del todo dentro o no, pero ya lo sabré. Mientras todos hablan de como funciona todo, Kath y Elena explican sus finanzas en el mercado n***o, Katrina escucho todo con atención y la veo casi analizando todo. — Bueno, creo que es todo – finaliza Vladimir. – Seré uno de sus fundadores, les daré todo – mira a su hija. – Señor Nygard por favor acompáñenos a nuestro hotel, tenemos que hablar. Asiento con la cabeza. Le doy un vistazo a Katherine quien asiente con la cabeza, casi aprobando a que me vaya con ellos, le lanzo mis llaves de la motocicleta y me voy con ellos. Katrina se mantiene en silencio, pero no me suelta la mano, cerciorándose a cada minuto de que si soy real y no producto de su imaginación, lo que me hace creer que algo pasó en estos años que no la vi. Llegamos al gran hotel de lujo de la ciudad, bajamos y vamos directamente al salón que tiene, nos sentamos y nos sirven whisky a los tres. — No hacen falta las presentaciones, te conozco en el ámbito laboral – me recorre con la mirada. – No eres del tipo que presuma el dinero, es decir tienes casi la misma fortuna que yo y viste como un motociclista rebelde – medio sonrió. – Además de que Katrina habló mucho de ti, desde el 2009 va cada tanto a Las Vegas con el fin de encontrarte, ha contratado a detectives privados pero dos de ellos terminaron muertos… — Así que eras tú – la miró. – Nunca sospeche que fueras tú, yo los maté porque creí que eran cosas de mi pasado. — Soy cosa de tu pasado – dice Katrina. — Sí pero después de que desapareciste esa mañana creí que había terminado la diversión – se queda callada. — Haces bien tu trabajo, y hablo de ambos trabajos, me gusta tu forma de hacer las cosas, aunque creo que deberías pulirte en tus asesinatos. — Lo haré, de hecho en 15 días me iré para perfeccionar eso. — Bien – suspira. – Y estando en confianza ¿cómo ves la asociación de la Élite? ¿Realmente crees que sea mejor que la de Dixon? — No lo creo, lo sé, he trabajado con Dixon mucho tiempo y sé cómo hace las cosas, soy casi el limpiador de su mierda – lo miró. – Dixon es bueno, pero no tiene lo que nuestra asociación tendrá y es orden. Vladimir asiente con la cabeza, Katrina sonríe mirando a su padre y lleva el vaso a sus labios. Yo pruebo mi trago me gusta, es delicioso. — Te quiero cerca Loky, quiero verte más por las oficinas y Katrina quiere quedarse, esperaba ver quien era de confianza para que la meta en este mundo, ella no quiere que lo haga yo, pero yo quiero que esté dentro así que tú te harás cargo de mi hija ¿entendido? — Sí señor, Katrina estará en buenas manos. — Te lo advierto, le rompes el corazón y te asesino. Sonrió mirándolo. Si piensa que dejare a su hija está totalmente equivocado. — Captó la amenaza – terminó mi trago. — Un auto te llevará a tu casa – se levanta y se va. — ¿Nos vemos mañana? – dice Katrina haciendo un puchero. — Vendré por ti – acaricio su cabello. — Me alegra tenerte de vuelta, pequeña. — A mí igual – me abraza de nuevo y besó su cabello antes de irme. Nadie sabe esto y nadie lo sabrá, pero ver el nombre de Katrina tatuado en mi pecho sigue siendo un ancla en mis momentos difíciles. Cuando llegó a casa veo mi motocicleta y las luces encendidas, entró a mi casa y veo a Katherine en el sofá bebiendo una cerveza, voy a la nevera y sacó una antes de sentarme a su lado. — Es la chica del nombre que tienes tatuado en el pecho ¿verdad? — Es ella. — ¿Tu amante? — Mi ancla – me mira. – Te conte mi vida Katherine, desnude mi alma por primera vez – tomó su mano y ella entrelaza nuestras manos. – Conocí a Katrina cuando tome el mando de todo esto, Las Vegas era para mí una última escapada, pero esa chica apareció de la nada… – suspiró. – Ella sigue siendo mi ancla. Katherine acaricia mi mano y pone su mentón sobre mi hombro, me giro a verla un poco y hace un puchero que me hace sonreír. — Lo entiendo, no tienes que decir nada – acaricia mi mejilla. – Lo que dije está tarde es real, te amo, pero sigues sin agradarme. — Lo sé – le sonrió. — Ahora, basta de mierda sentimentalista – me río y la miró. – Llévame a la cama y follame. — Quien necesita romance ¿verdad? – me río cuando se sube a mi regazo. *************** Katherine Mis pies se deslizan por la sabana, mi espalda se arquea y pongo los ojos en blanco, sintiendo cómo la lengua de Loky lame todo mi sexo mojandome más, su pulgar frota mi clítoris, siento como mi cuerpo empieza a convulsionar, me encanta, me fascina su boca en mis labios… sus manos ahora aprietan mis pechos, siento sus diente tirar de mi clítoris y se me escapa un grito, puedo sentir su sonrisa sobre mi sexo. Me enloquece. Una corriente eléctrica hace que me mueva en la cama y mis gemidos cada vez parecen más sollozos, no me controlo, su lengua no para, sus manos, explotó tan fuerte que lo he mojado por completo, me tiembla todo. Loky se retira un poco y siento como sus manos palmean mi sexo haciendome temblar más, escucho su ronca risa y ahora quiero abofetearlo. — Mi delicioso desayuno – susurra a mi oído. Mis ojos se abren y se encuentra con su mar profundo que tiene en los ojos. – Deliciosa y exquisita como siempre. — Te odio – jadeo acariciando sus brazos cuando se acomoda sobre mí. — El sentimiento es mutuo nena – siento su m*****o pincelar mi sexo. Él baja la mirada y yo hago lo mismo, mirando cómo entra en mí, como me abre, como su grueso y palpitante m*****o entra en mí. Me muerdo el labio. Es tan morboso mirar como me folla. Lo tomó de la nuca y lo besó. Mis piernas lo rodean y mis pies se clavan en su culo, comienza a arremeter con fuerza y dureza en mi interior, la cama se mueve con cada movimiento suyo. Me lame el cuello, me aprieta el pecho y me mira, totalmente excitado y drogado por mí. Muevo mis caderas y entierro mis uñas en sus brazos, sus gemidos se acompasan con los míos. — Eres tan deliciosa nena – gruñe, llevando su mano a mi cuello. – Tan rica, tan mía – me mira cuando gimo más fuerte. – Doctora que grita como puta en celo. Aprieta mi cuello y arremete más rápido, mis gemidos se van ahogando en mi garganta, mis uñas me entierran en sus hombros, mueve mi cara para que pueda ver como entra y sale de mí, como mis jugos bañan su polla, como entra por completo dejándome tan llena. Suelta mi cuello y me atrae a su boca, mordiendo y lamiendo mis labios. Junta su frente con la mía y fundimos nuestros cuerpos en uno solo. El éxtasis nos abarca, yo grito con más fuerza y me vuelvo a correr, dejando un mar en mi interior. Loky arremete con más fuerza hasta que se corre, llenándome de él. Vuelvo a besarlo, lamiendo sus labios, deleitandome en el hombre que me enloquece, con el que pierdo la cordura por completo. — Te amo – susurró a su oído. Sé qué jamás oiré un te amo salir de su boca, sabe que mi te amo no son completos, porque los dos sabemos que al final de día es solo sexo. Sale de mi interior y se queda a mi lado, saca un cigarro lo enciende, le da una calada y me lo pasa, lo tomó y le doy una calada, sosteniéndolo entre mis dedos. Suspiró y sonrió, estoy satisfecha. Loky no me pide más y yo hago lo mismo. Pero tenemos una gran confianza, guardamos secretos en el otro, nos convertimos en la caja de pandora del otro. — Tenemos que darnos prisa, Vladimir quiere que estemos en su cena – dice levantándose. – Son solo unos cuantos días nena, y esto se acabara – entra al baño y sé que no saldrá porque se está dando una ducha. La asociación la Élite está creada, tenemos todo. Los socios, los inversionistas y el mercado n***o nos ha dado un gran pasó. Esto se ha creado por fin. Loky lo hizo posible, porque aunque él lo niegue, fue por él que todos nos unimos y creamos esto. Las últimas semanas Loky había estado trabajando, en cuanto Vladimir se fue los socios y los trabajos nos llegaron. Yo tuve muchas horas de cirugía retirando órganos que serían para personas de poder o que se vendieron a buen precio en el mercado n***o. Loky también tuvo varios trabajos, ha estado yendo más seguido a ver sus acciones y ahora Katrina pasa más tiempo con él, siempre los veo juntos. Me siento celosa, porque esa chica se está llevando al hombre que yo quiero. Pero cada que esos pensamiento me avasallan, me recuerdo que es sexo y que en cuanto Dixon desaparezca, él volverá a su vida y yo igual. Me levanto y voy al baño de invitados para ducharme, cuando termino Loky ya está vestido y afeitado, me encanta verlo afeitado, parece más joven y me recuerda a esa fotografía de su casa que encontré en su casa. Lo veo meterse dos pastillas de colores en la boca y suspiró. Si tan solo dejara su adicción sería perfecto, y entiendo porque lo ha hecho, la droga oculta el dolor que siente y además también es su condena. Me pongo un vestido blanco, me amarro el cabello y me maquillo. Loky sonríe cuando llegó a la sala y antes de salir me da uno de esos besos que me dejan en las nubes. Le doy las llaves de mi camioneta y nos vamos al restaurante que ha sido cerrado solo para nuestra cena. — Mañana me veré con Dixon, se siente ahogado por lo que está pasando, tengo que verme como un amigo antes de que me lo cargue – comienza a decirme. – Me pedirá una prueba de “lealtad” y me pedirá matarte. Así que cuando eso ocurra, vamos a pelear, vas a decir toda la mierda que tengas guardada para mí y cuando esté a punto de matarte, lo mataré a él y tú te cargarás al resto de sus hombres. Y así terminará todo este martirio. — Al fin te libraras de ese cabrón, ya me tiene harta. — No más que a mí – suspira. – Pero ve el lado bueno, tendrás tu gran sala de cirugía para el trabajo. — Y tú podrás aprender de la maestra – le doy un guiño y medio sonríe. – ¿Qué harás tú? No dice nada. Se quedó callado mirando el camino, suspiró y prefiero no decir nada. Loky Nygard puede haberme contado sus secretos oscuros, los demonios que lo atormentan, pero sigue siendo el hombre más cerrado del mundo. Llegamos al restaurante, todos están elegantes y miró a Loky, tiene un traje n***o impecable, es demasiado elegante, incluso para mí, pero me gusta demasiado, joder. — Eso es ser elegante y respetuoso. — El traje hace al caballero – me da un guiño y le sonrió. Suspira y me mira, recorre su mirada por mi atuendo, acaricia mi rodilla y me sonríe, pero esa sonrisa no es real, no la veo en sus ojos. Bajamos de la camioneta y caminamos juntos, lo tomó del brazo y entramos. La cena es enorme, hay varias mesas llenas, todas de asesinos y socios, personas realmente poderosas y sanguinarias, y todas ellas usando traje. Miró a Loky pero no veo incomodidad en él, yo me siento un poco cohibida así que suelto su brazo y él no hace nada, ningún gesto. Odio cuando se pone así. — ¡Loky! – escucho la chillona voz de Katrina. Los dos volteamos y la veo llegar con un vestido rojo muy corto y escotado, zapatillas y se hizo rizos. Por algo se llevan tan bien, la punzada de celos me abarca por completo, se ve tan sexy así. — Katy – se acerca y me da dos besos en la mejilla. – Estás preciosa. — Es un evento formal – digo mirándola. — Una cuna de víboras no es nada formal – dice riendo. – Vamos, estamos en la misma mesa. Las dos caminamos junto a Loky, cuando llegamos a la mesa me voy con Maia y Elena que están bien vestidas, mientras que Loky se queda con Katrina, los dos hablando y riendo. Me tienen harta. — ¿De verdad no les dirán nada? — Kath por favor, ellos pueden venir y actuar cómo si nada y no les diremos nada – dijo Elena. – Loky es quien tuvo la idea de hacer esto y Katrina es la hija de nuestro mayor socio, además es su estilo. — Y así te enamoraste de Loky – dijo Maia mirándome. — No estoy enamorada de él, que tengamos sexo no significa que quiera casarme con él. — Por favor, destilas amor cuando lo ves y ahora lo que destilas son celos – dice Elena sonriendo. – Admite que te enamoraste ¿y quien no? Loky es hermoso, el cabrón es tan caliente que derrite el polo sur. Creo que mi cariño por Loky no es tan grande como el de las dos mujeres que han estado obsesionadas con él Una de ella ya se acostó con Loky y la otra desea hacerlo, soy la única de las tres que ha mantenido una relación larga con él. — Deberías empezar a mirar doctores que te ayuden – dice Maia. – Te presentaré a alguien, tiene varios contactos. — Le enseñaré a Loky – digo sin mirarla. – Él me ayudará. — Eso está bien, pero Loky se irá seis meses tienes que tener alguien que te ayude. — ¿Qué? – la miró. — Sí Kath, no puedes hacer todo el trabajo tú sola y además… — No hablo de eso ¿cómo que Loky se irá seis meses? — Lo sabe casi todo el mundo, en cuanto asesine a Dixon se irá, él dijo que tiene que perfeccionar su trabajo lejos de aquí y con los mejores, la verdad no sé de qué hablaba. No lo sabía. Con razón había estado distante los últimos días, haciendo llamadas, preguntando por departamentos o casas en renta. Se irá y no me dijo nada. Creí que teníamos la suficiente confianza para hablar cosas así. — ¿Y se irá solo? — Claro que no, se irá con Katrina, su padre se la encomendó para que la metiera en este mundo y ya que se irá a perfeccionar su gran labor, la meterá con él. Se irá. No me lo dijo, ¿porque no me dijo nada? Lo miró y él está tan embelesado con la pelinegra que ni siquiera me mira. Siento que mis ojos se llenaron de lágrimas. No. No voy a llorar por algo que no es mío. Fue culpa mía involucrarme más. Él me lo dijo desde el inicio, pero yo quería más, necesitaba saciarme de él y ahora… — Ha llegado el tipo que te digo, vamos – Maia me tomó del brazo y apenas reaccionó. Carraspeo y me recompongo. No voy a estar mal por un hombre. – Es sumamente guapo, pero es gay, así que tranquila. Suspiró y llegamos a una mesa del centró. Un hombre rubio de casi metro ochenta con un traje azul y una copa de champán está con otro hombre que es un poco más alto de color está con él. — Kian, que gusto verte – Maia lo saluda amigablemente. – Ella es mi amiga, de quien te he hablado. — Katherine hermosa creo que se mucho de ti – estrechamos nuestras manos. – Soy Kian Carrera y él es mi colega Chris. — Un gusto – sonrió estrechando su mano y por la forma en la que me mira confirmó que no es gay. — Katherine hará pronto su gran sala de cirugía para esto, pero necesita compañero, una mano derecha. — Ah mira, Chris busca compañero también – dijo Kian. – Los dejamos para que se conozcan. Kian se lleva a Maia y me deja sola con Chris quien sonríe cuando nos dejan solos. — Vamos al bar y me hablas de lo que tienes en mente – ofrece y sonrió. — Claro, vamos. Me ofrece su brazo y lo tomó, quiero ver si Loky me está mirando pero lo veo tan metido con Katrina, Vladimir y Alister que ni se inmuta de mí. Llegamos al bar y me ayuda a sentarme en el banco alto, le sonrió y me siento, él se sienta a mi lado. — Un whisky y la señorita lo que pida. — Una cerveza, por favor – digo al barman y creo conocerlo, es amigo de Loky. — Entonces Katherine, he oído cosas de ti, la doctora Hyde – me sonríe. – Me impresiona tu trabajo, porque siendo mujer te abriste pasó tu sola en el mercado n***o. — Tuve ayuda, no lo niego. — Sí, Thomson ¿no? Trago saliva, sabiendo lo que me hizo y cómo se vengó de mí, sabiendo como Loky lo asesinó por mí. Loky solo me miró de lejos cuando hizo todo eso por mí. Bajó la mirada un poco apenada, pero es que él es así, quemaría el mundo sin decir que lo hizo por ti. — Sí, fue una pérdida su muerte – digo y agradezco cuando el barman nos pone nuestro tragos. — La verdad sí, pero así es este mundo – le da un sorbo a su trago. – Entonces ¿quieres una mano derecha? — Sí, necesitaré un compañero ¿te apuntas? – le sonrió cuando llevó mi cerveza a mis labios. — Claro que sí, de hecho yo estoy en busca de un lugar de trabajo que me permita ejercer mi profesión en ambos bandos. — Maia podría darte un lugar en el hospital y así estarías conmigo. — Estar contigo – sonríe coqueto y lo miró coqueta. Esto será divertido. – ¿Tienes planes mañana? — Ninguno. — Salgamos, muéstrame cómo quieres hacer tu lugar, dónde será, quiero ser parte de esto desde el inicio. — Sí, de hecho apenas iniciare y… – y se lo quería contar a Loky pero claro, él no me dijo que se va a ir. – Podemos ver mañana eso – digo con una media sonrisa, tomando mi cerveza. — Perfecto. — Hablame más de ti Chris – me reclino un poco y lo miró. Chris tiene 33 años, es medico cirujano desde los 23 y está en el mercado n***o desde los 26 años, es muy bueno y ha estado en los mejores hospitales. Es dedicado y apasionado por su trabajo, casi tanto como yo, nos gusta lo que hacemos. Y tras varios tragos ya estamos riendo y contando anécdotas de nuestras pasantías. Es agradable hablar con alguien que te entiende. — Oye vamos a bailar – ofrece Chris. — Sí vamos, amo bailar. Nos vamos a la pista y bailamos juntos, una canción movida que nos hace reír algunas veces. Pero de pronto suena una cumbia, no soy buena bailando música latina y Chris parece que tampoco, así que nos retiramos de la pista, pero antes de regresar al bar, alguien toma mi mano y me lleva a la pista, cuando me doy cuenta de quien es casi siento mi corazón en la garganta. — No sé bailar Loky. — Son pasos simples y sencillos, déjate guiar por mí – me mira y veo algo en sus ojos. – Claro, solo si confías en mí. — ¿Tú lo haces? – levantó una ceja, pero me dejó llevar por él. — No pensaba decírtelo – comienza cuando me da un par de vueltas. – Porque te iba a llevar conmigo la primera semana, era una sorpresa, te iba a presentar a Magnus. — ¿Tu hermano? – preguntó cuando me pega a su cuerpo y me muevo con él. — No conozco a otro Magnus – sonríe de lado. — Imbécil. — La invitación está en pie si quieres ir, Maia ya me dijo que tienes compañero para tus cirugías. — Apenas lo conocí – vuelvo la vista a Chris que me está mirando. – Es agradable. — Si crees que será buen compañero – me da tres vueltas y vuelve a pegarme a su cuerpo. – No lo dejes ir, yo no sé cuando volveré. — ¿Por qué te iras tanto tiempo? — Se lo debo – mueve mis caderas con sus manos y me sonríe. – Katrina está pendeja, ella debe aprender de cero y yo debo hacer cosas que dejé pendientes. Entiendo. Sabiendo cuánto tiempo pasó sin hablar con Magnus, supongo que habrá muchas cosas que dejó mal y a la deriva. — Lo tenías bien calculado ¿no? Treinta días. — Sí – me mira a los ojos. – Además qué, asesinar a Thomson tenía una deuda y también debo pagarla, todo se paga en está vida – la canción termina y me da una última vuelta. – Disfruta la velada Kath. No dice nada más, me deja ahí de pie en medio de la pista mientras él regresa con Katrina y Maia, trago saliva y vuelvo con Chris. No lo vi celoso. Él me quería sorprender, le dijo a todos que irá con matones pero realmente va a conectar con su familia de nuevo, y una vez más, es un secreto que entierro en mi corazón. — Creí que no sabías bailar – sonrió Chris cuando regresó con él. — No sé bailar – le sonrió. – Pero Loky es un buen maestro. — Lo note – me da mi cerveza. – ¿Se conocen bien? — Algo así – lo miró. – ¿Por qué? — Bueno, es que para el fundador de esto, se me hace raro que sea tan relajado. — Es su estilo y quien lo quiera lo acepta así – lo miró. – Además su forma de vestir no cualifica quien es y lo que hace. — No juzgo eso, solo se me hace raro – suspira. – Bueno, hagamos el juego del tequila. Veo a dónde está Loky, pero veo que ya se va con Katrina y Raúl, ni siquiera mira a dónde estoy, sólo se va. Suspiró y me quedo con Chris. Creo que esto es mejor así. Pasan dos días en los que me encuentro con Chris, lo estoy conociendo mejor y eso es fundamental para nuestro trabajo, conocernos y llevarnos bien. Loky no me ha contactado, no sé nada de él desde esa noche. Me cuesta admitir que me enamore, porque no soy así, aunque lo ame, sé que no es real nada de eso y que lo nuestro acabará, por algo me está dejando con Chris. Porque Chris es diferente a él. — Tengo que verme con Maia para hablar de un lugar en el hospital – besa mi mejilla. – Nos vemos Kath. — Nos vemos Chris, cuidate. Estoy por subir a mi camioneta, cuando veo que dos hombres se acercan, no los reconozco, van encapuchados y vienen hacía mí… mierda. No tengo ningún arma cerca y cuando me apresuro a subir vienen contra mí, pero les doy pelea. Le doy un codazo a uno y una patada que lo tira al suelo, pero él otro viene detrás de mí y cuando quiero quitármelo siento un pinchazo en el cuello. Todo se vuelve oscuro.
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