Capítulo 4

4485 Words
Katherine Collins no ha dejado de visitarme, creo que a diario está aquí, y aunque me agrada su compañía yo quiero a otra persona aquí que se rehúsa a verme. Aunque desde ayer que vino a verme, siento algo que no me ha dejado dormir, me dio los anillos de Thomson y eso solo dice una cosa y es que lo ha asesinado ¿cómo supo que fue él? ¿Cómo lo encontró? ¿Por qué lo hizo? Necesito verlo, puede ser un hijo de puta, pero quiero verlo. — Te he dado el alta, así que te llevaré a casa porque creo que Collins está de turno en el Ast – me sonríe. – Ha estado aquí todos los días, no sabía que lo conocías. — Lo conocí en un bar – digo mientras me ayuda a ponerme mis zapatos. – Es un buen amigo. — Lo es, pero se nota que te desea – suelta una risita. – Es guapo y está soltero, además son buenos en lo que hacen. No me molestaría llenar un formulario de relación ¿eh? — Cállate, no quiero relaciones con nadie – sonrió mirándola. – Quiero una hamburguesa enorme. — Ahora pasaremos a comprar una – me sonríe. Salimos del hospital y subo a su camioneta. Quiero llegar a mi casa y dormir una vida entera, no hay nada como mi cama, porque la cama del hospital es horrible. — ¿Qué has sabido de Nygard? – preguntó sin rodeos. — Nada, desde ese día que le dije en qué habitación estabas – arrugó el ceño. – ¿Qué? ¿No te fue a ver? — Fue ayer. — Ayer no lo vi, yo le dije el sábado en donde estabas y tú estado, lo vi cuando fue a tu habitación y no supe nada más. ¿Fue a verme? Pero ese día jamás llegó a mi habitación, además aún seguía sedada. Eso significa que fue entre sábado y domingo que fue por Thomson, debió investigarlo, preguntarle a Elena y así lo encontró. No le digo nada a Maia, dejó que me platique cosas sin sentido que no escuchó, tomó mi teléfono y cuando estoy por llamarle a Loky, veo un mensaje de Elena, es más bien un artículo de prensa. Cuando lo abro me doy cuenta de que es un informe del FBI por la muerte de Mike Thomson. Según el informe fue un encuentro de pandillas que salió mal, tenía disparos en los pies y uno en la cabeza que terminó con su vida, el informe lo dio el Director del FBI Magnus Nygard. ¿Loky tiene un hermano en el FBI? ¿Cómo es posible eso? Alguien me tiene que explicar esto. Debo relajarme. Estoy enloqueciendo. Maia me deja en casa, con mi hamburguesa y papas fritas y se va para cubrir mi turno. Mientras como mi hamburguesa no dejo de pensar en Loky, es un desgraciado cabrón, pero es posible que él hiciera todo eso por mí. Aunque no tiene sentido, dijo que no era nada y que… Tomó mi teléfono y le llamo, pero de inmediato me llevó al buzón de voz. No me da el tono, le dejo un par de mensajes pero durante toda la noche espero su llamada o que venga a mi casa. Ninguna de las dos cosas sucede. Pasan dos días en donde trato de conciliar el sueño pero no puedo por culpa de Loky, no me busca, no hace nada y sé qué no debería buscarlo, no soy así, siempre han venido ellos a mí pero ahora no pasa. Así que me arreglo, me siento mucho mejor y los golpes ya no se notan cuando los cubro con maquillaje, subo a mi camioneta y conduzco hasta su casa. Cuando entró al sendero del bosque que llega a su casa, lo veo a lo lejos montando en un caballo, tiene a varios hombres a su alrededor reconozco solo un par de ellos, me dejan entrar sin decir nada, alguien se acerca a Loki y parece que le informan de mi llegada porque levanta la mirada hacía mí. Baja del caballo y se acerca a mí. — ¿Qué haces aquí? – dice mirándome. Quiero hablar, pero las palabras se atascan en mi garganta. Así que acortó toda la distancia y lo besó. Loky tira las cosas y me rodea con sus brazos, profundiza el besó, siento su lengua en mi boca, sus dientes mordisqueando mis labios y sus manos recorren mi espalda. Joder ¿cómo puedo sentir tan bien con esto? No debería, es un desgraciado, pero como me encanta. Jadeando separamos nuestros labios, pero no nos separamos es como si quisiéramos asegurarnos de que estamos juntos, de que no es una alucinación. Junta su frente con la mía y sus ojos azules me miran con intensidad, puedo ver un pequeño destello que acelera mi corazón. — Te odio – digo mirándolo a los ojos. – Eres un cabrón. — El sentimiento es mutuo, preciosa – me sonríe y se separa de mí para tomar las cosas que tiró. – ¿Qué haces aquí? – dice mientras caminamos a su casa. – Deberías estar recuperándote. — Eso mismo digo yo, un aparente robo a joyería y sospecho que la muerte de Thomson – entramos en su casa y parece que no hay nadie aquí. — ¿No leíste el informe de la prensa? Fue un problema de pandillas, yo consegui esos anillos en el mercado n***o – lo sigo a la cocina. — Haré que te creo – meto las manos en mis bolsillos. — Cree lo que quieras – saca un par de cervezas, me da una y la tomó. – Tengo cosas que hacer Natalia, así qué, ve a dónde tengas que ir. — ¿Por qué me quieres alejar? – digo mirándolo. – La he pasado fatal porque no me llamas, ni me envias mensajes, ni me has ido a ver, solo me dejas los anillos de Thomson y niegas algo que obviamente hiciste. Loky suspira y deja la cerveza en la mesa. — Kath lo nuestro fue sexo, no vamos a ser noviecitos ni nada por el estilo, no soy así ¿ok? Además vamos a trabajar juntos en la Élite y estar relacionados no es buena idea. Vuelve a salir y veo que va de vuelta con el caballo. Me enfurece ese imbécil. Trato de ser buena por una vez y él solo me trata como un trapo que puede tirar cuando sea. Pero no me iré, sí eso quiere no lo conseguirá, le jodere la vida. Salgo y lo veo sentado sacándole las vísceras a los pescados. — ¿Sigues aquí? – dice sin verme. — Y seguiré aquí hasta que te hartes de mí – digo mientras sujeto mi cabello, voy a montar con él, le guste o no. — Natalia, mejor vete y haz tus cosas, porque te hartaras primero y te iras al final – me mira. – ¿Qué diablos haces? — ¿Estás ciego? — Es un caballo que tengo que probar antes de una carrera. — Pues lo vamos a probar juntos – lo miró y veo como aprieta los labios, está enojado. No sé nada de caballos, pero no tiene que ser difícil, subo al banquito y monto, Loky parece que me quiere matar, pero monta, provocando que mi espalda choque con su pecho. Galopamos como media hora, Loky le da indicaciones al caballo que entiende bien y después de una hora, bajamos del caballo, Loky me tomó de la mano y me lleva dentro de la casa, dirigiéndonos al baño. — ¿Qué haces? – digo cuando comienza a quitarme la ropa. — Creo que es muy obvio Kath. Me enfurece que sea así… — Puedo quitarme la ropa yo sola – digo, cuando trata de quitarme el pantalón. — Pero yo lo hago mejor – me sonríe y yo pongo los ojos en blanco. Él se quita la ropa y me quedo mirándolo como una idiota, como si fuera la primera vez que lo veo desnudo, pero es que, es tan grande, sus músculos, su cuerpo, sus tatuajes, Dios, todo en el grita pecado infernal. Inconscientemente me acerco a él y pasó mis manos por sus pectorales, él me mira con una sonrisa arrogante. — Pareces una ninfómana – toma mis muñecas y me empuja a la ducha. — Te gusta follarme, y me gusta que me follaras – digo cuando abre la ducha. – ¡Hijo de puta! Está helada el agua. — Espabila de una vez – me quiero salir pero me vuelve a tomar de las muñecas y se pone frente a mí. – Dijiste que te quedaras y te quedas donde yo diga – se está desquitando el cabrón. – A ver si el agua fría te quita lo caliente – suelta mis muñecas cuando lo empujo, pero no logro ni moverlo un poco. – Katherine eres una diosa a la que cualquiera se arrodillaría, pero yo ya no cometeré ese error tres veces. — ¿Por qué? Si somos tan buenos en eso. No puede dejarme solo así, nadie me deja a mí. NADIE. Joder soy hermosa, pechos grandes, cons curvas definidas, grandes caderas y nalgas que me esforce por tener en el gimnacio. Todos estaban detrás de mí en mi servicio médico, en cualquier hospital todos estaban arrastrados por mí. Loky Nygard no es nadie para dejarme así… — En la cama eres magnifica, pero fuera de ella, eres un puto dolor de culo Kath. — Cómo si tú fueras un pan de Dios, puto drogadicto. — Ninfomaniaca que solo busca atención. Todo esto lo estamos discutiendo mientras nos enjabonamos y quitamos el olor a caballo. Y aunque estoy desnuda ante él, no me toca, pero si me mira con morbo y sé que se está controlando solo para joderme la vida. Quiero follarmelo pero también lo quiero a él, ¿es tan difícil? Salimos de la ducha, me extiende una toalla, y es cuando veo su gran erección. — Puedes decir lo que quieras Loky, pero tu pene dice otra cosa – Loky mira su erección y me mira a mí. – Los dos queremos lo mismo Nygard, solo te haces del rogar. — ¿Hacerme del rogar? ¿Yo? – sonríe en grande y cuando pienso que me tomara y me follara como tanto me gusta. Él toma su m*****o en sus manos y se masturba mirándome. – No necesito estar dentro de ti para encontrar placer. El muy cabrón se masturba frente a mí y yo solo quedo como una idita mirándolo y me esfuerzo por no ponerme de rodillas. Loky se corre, gimiendo y bufando como animal, veo como eyacula y se limpia con una toalla. — Lo ves – dice mirándome. – No necesito de ti para esto, sin embargo, tú estás chorreando y deseas que entre en ti, pero eso no pasará nena. Sale del baño como si nada. Estoy furiosa y caliente. Lo odio, pero no me hará caer tan fácil. Ya viví cosas peores como para dejar que este idiota me haga caer tan fácilmente. Salgo secando mi cuerpo del baño y entro a su habitación, no me importa lo que él quiera o piense, abro su closet y tomó una playera suya que me cubre hasta los muslos. Me voy a su cama y terminó de secarme los pies y el cabello. No dice nada de nuevo, solo siento su mirada cada vez que me muevo o cambio de lugar. Él sale primero de la habitación, debe estar furioso pero no lo va a demostrar, no va a flaquear y yo tampoco. Salgo de la habitación y escuchó el sonido de la lavadora. — Ya puse tu ropa a lavar – dijo sin mirarme. – Puedes irte cuando salga. Me siento en la barra con las piernas abiertas, sabe que no tengo bragas y que me acabo de sentar justo en su campo visual. — Que bien, pero no me iré – digo mirándolo. — ¿No tienes trabajo qué hacer? – me mira a la cara porque si baja la mirada vera mi sexo chorreando. — Tengo licencia por una semana más – sonrió mirándolo. – Y ya que no tengo nada que hacer, estaré aquí. — Pues yo si tengo cosas que hacer… — Pues ahora tienes compañía – suspire. – Nada de lo que hagas me alejará de ti Loky Nygard. — Todos flaquean Katherine Hyde – se acerca y me da una cerveza. – ¿En verdad te quieres quedar? Tiró de su pantalón y lo acercó a mí, atrapandolo con mis piernas. Tomó su mano y la llevó directo a mi sexo. — Si Loky, estoy así por ti, te subo el ego, porque solo tú me tienes chorreando – quitó su mano y me bajó. – ¿Harás la comida? Tengo hambre. Salgo de la cocina y voy a su habitación, tomó mi teléfono y veo que tengo mensajes de Alf, es un buen tipo y aunque ya me invito a salir, no lo quiero ahora, quiero al moreno de ojos azules que está cocinando. Quiero a ese desgraciado ahora mismo. Así que cancelo la cita, ya que nadie, ni Dios me sacará de aquí. Después de casi dos horas en las que me estaba quedando dormida, decido salir de la cama, su casa es grande, hay varias fotos familiares, objetos de valor, conozco el legado Nygard, una familia con poder, hasta que Magnus Nygard el padre de Loky la cago por completo, Loky tomó el mando de todo y por lo qué veo y sé, ha mantenido todo estable pero no es tan famoso como su padre, lo es solo como asesino serial. — La comida está lista, ¿vienes? — Sí. No me dice nada pero sé que le molestó bastante que viera eso. Ahora tengo muchas preguntas, dudas, que me tendré que guardar hasta que estemos en un punto medio. — Huele delicioso – digo cuando voy a tomar asiento, pero él me obliga a sentarme en sus piernas. – ¿Qué haces? — Alimentando tu ninfomanía – mete una mano entre mis piernas. – Come y dame de comer, porque yo estoy ocupado en otro manjar. De pronto estoy nerviosa. Siento sus manos recorrerme, mientras yo tomó un pedazo del pescado frito con ensalada, estoy por llevarlo a su boca cuando niega. — Come primero tú y por favor no tarde mucho – me sonríe. Será cabrón… Llevó el pescado a mi boca y… Dios, esto es suculento. Delicioso. — ¿Te gusta? – susurra a mi oído. Y en ese momento siento su mano abrirse paso entre mis piernas. – Kathe ¿te gusta? Siento sus dedos abrir mis pliegues, suelto un suspiró. — Me encanta – digo mirándolo. — ¿Cómo lo sientes? – pregunta mientras junta sus dedos de mi humedad, mientras yo llevo más pescado con ensalada a mi boca. — ¿Qué? — El pescado, nena, sino que más – sonríe, rozando su barba sobre mi cuello. — Ah… está delicioso Loky. Siento como sus dedos entran en mí, mientras su pulgar se mueve lentamente sobre mi clítoris. Quiero gemir y abrirme de piernas, pero me abstengo, sigo comiendo y ya no sé que está más delicioso. — Te diré como lo hice – comienza a meter y sacar sus dedos lo que me hacen soltar un ligero gemido con la boca llena. – Lave el pescado, quitando todo residuo de sangre, después lo bañe en vino blanco, con ajo y limón, mientras lo dejo marinar, corte verduras que puse al vapor unos minutos – aumenta sus movimientos y casi hace que tire comida, pero logró recuperarme. – Después de media hora, sacó el pescado y lo pongo con las verduras. Sujeto un gemido más fuerte, ignoro su risita y vuelvo a comer. Pero aumenta el frenesí de sus dedos, haciendo que me moje más. — ¿Me estás escuchando? — Aja – digo cuando tomó un trago de su cerveza. — Bueno, continuo – se acomoda y vuelve con el frenesí. – El pescado no necesita mucho tiempo, se cocina rápido, así que lo dejó como 20 minutos y lo sacó con todo y verduras, aparte hago un aderezo de pimiento y crema que le da el toque final a la comida. La ensalada es sólo lechuga y tomates rojos con un poco de limón y aceite de oliva – besa mi cuello. – ¿Te gusta? — Sí – jadeo. — Dime ¿te gusta? — Me gusta. Abro más mis piernas y dejó que haga conmigo lo que sea, dejó mi comida aún lado y comienzo a gemir cada vez más fuerte y entonces me corro. Mi cabeza queda en su hombro, respiro por la boca, siento un pitido en los oídos y mi corazón latir cómo caballo desbocado. — Rica – dice llevando sus dedos a su boca, saboreando mi sabor. – Creo que sabes mejor qué mi comida. — Lo dudo – sonrió como una tonta. Me acomoda en su regazo. — Dame de comer ahora. Sus manos están sobre mi cadera y yo le doy de comer, su mirada no se despega de mis ojos, con cada bocado hace un gesto diferente, le gusta cómo quedó su comida y la verdad es que sí, estuvo delicioso. Su forma en la que me mira… Dios, jamás creí que alimentar a alguien sería tan excitante. Tengo que apretar las piernas. Aún no terminó de darle de comer cuando su teléfono comienza a sonar, lo toma y responde después de ver quien es, vuelve a mirarme e indica que siga dándole de comer. — ¿Qué pasa pinche joto? – responde imitando el acento mexicano de Raúl. – Claro, es hoy ¿no? – no deja de mirarme mientras habla. – Iré preparado como siempre – acaricia mi espalda sin dejar de mirarme. – Perfecto, nos vemos en un rato, adiós. Corta la llamada y pone su teléfono sobre la mesa. Terminó de darle de comer y me mira. — Saldremos, tengo que ver unos negocios. — Entonces pasemos a mi casa para que pueda cambiarme de ropa – digo sin bajarme de su regazo. – ¿Debo ponerme algo en especial? — No – sonríe divertido. – Solo ropa normal, iremos a un club. — Está bien – me baja de su regazo y cuando está por irse, lo tomó del cuello y lo besó. No me iba a quedar con las ganas. Él me rodea y me besa con lujuria. — Eres detestable Katherine – susurra contra mis labios. — El sentimiento es mutuo Loky – sonrió acariciando sus mejillas. — No tardaré – pellizca mi nalga y se va. Recojo la mesa y limpio los platos. Trato de dejar todo en orden, cuando regresa, lo veo con un traje azul oscuro, impecable. — ¿Así vas a ir a un club? — ¿Qué tiene? — Parece más que vas a una reunión de negocios. — Déjame en paz – me tomó de la mano. – Vámonos. ************* Llegamos al club, estoy casi vestida como él, jens rasgados, un top n***o que deja ver el tatuaje de las huellitas de gato sobre mi vientre, Loky me toma de la mano, me he dado cuenta de que cuando vamos a lugares así me toma de la mano, lo mismo paso en el hipódromo y recuerdo que cuando salimos de la fiesta la primera noche juntos, me tomó de la mano. — ¿Se han reconciliado? – se burla Raúl cuando nos ve juntos. — Ya quisiera ella – dice Loky sin soltarme la mano. Quiero reirme pero no lo hago. – ¿Dónde está? — Vamos arriba. Loky no suelta mi mano, es más, la toma con un poco más de fuerza como si quisiera que no escape. Mientras subimos las escaleras veo a varios hombres armados, no me intimida ni me sorprende, he estado metida en este mundo desde los 16 años, sé de qué trata, pero Loky me cuida como si fuera una niña que no sabe nada de esto. Llegamos a la parte de arriba donde hay chicas muy drogadas bailando, hay otras de rodillas como sumisas y varios hombres de traje. — Raúl, llegaste – dice el hombre que tiene acento español. — Luis – sonríe Raúl. – Él es Loky y Katherine. — Un gusto, por favor tomen asiento. Loky se sienta y me jala para sentarme en sus piernas. — ¿Un aperitivo? – dice mientras una mujer se acerca con una bandeja con varias drogas. Loky toma un par de pastillas con whisky. — Ella no quiere nada – dice Loky, apretando más mi cuerpo al suyo. — Muy bien. — Vayamos al grano, las “pirulas” ¿las traficas tú? — Así es, son muy buenas ¿las has probado? — Supe que las probé dos días después – dice mirándolo. – No recordaba casi nada. — Eso es lo magnífico de la droga, es perfecta para lo que sea, pero en Rusia se usa para la violacion. Es básicamente una combinación de todas las drogas y un poco más de químicos – explica el español, LOky parece estar tomando nota de todo mentalmente. El español habla mucho sobre las pirulas, cosa que es por la que estamos aquí, Loky bebe y se droga como siempre, al menos me ha dejado tomar un trago de su whisky. — ¿Y quién es el portador? – dice Loky. – Me gustaría conocerlo. — Lorenzo D’angelo, está esparciendo la mafia de su padre en Europa, ahora está en Marbella, después irá a Londres, su droga está levantando un imperio y muchos aliados. — Si D’angelo está personalmente haciendo eso es porque no quiere que el mercado n***o la venda – le susurró al oído y él me mira. — ¿Y si quisiera traficar? ¿Cuál es el procedimiento? – pregunta. — Tendría que hablarlo con el jefe, solo los de confianza la pueden traficar y yo apenas le abrí el mercado en América. — Interesante – decimos los dos, Loky me sonríe y mira de nuevo al español. — Cuando puedas decirle de mí, quisiera hacer grande este negocio – sonríe. — Muy bien se lo diré, pero será difícil. — Soy paciente – me levantó con él, vuelve a tomar mi mano. – Gracias por todo. Raúl se queda con el español y nosotros salimos del club. Subimos a la motocicleta y Loky conduce hasta un bar que está cerca del muelle, entramos y veo que no hay mucha gente, él pide unos tragos y yo pido algo para comer, tengo hambre. — No quieres vender la droga ¿verdad? – digo mirándolo. — Le voy a joder el negocio en el mercado n***o, una amiga tiene su propía droga que está vendiendo en el mercado n***o, si las pirulas la opacan se caera su negocio. — Gracias – digo cuando el barban llega con mis papas fritas. – Además, ¿el líder de una mafia está haciendo sus negocios directamente? Eso significa que no quiere que nadie toque su producto – me mira y roba una de mis papas. — No debe confiar en nadie – dice mirándome. – Cuando la Élite este bien formada, debemos acabar con ese idiota. Por su puta droga no sé como termine en una orgia y con un maletín lleno de diamantes. — Vaya tortura – sonrió divertida. — ¿Cómo supiste eso que me dijiste en el club? — Loky estoy en el mercado n***o desde los 16 años – lo miró. – Sé muchas cosas y el mismo mercado n***o financio mi carrera de medicina. — Interesante – me sonríe. – Me gustaría verte en acción un día de estos. — Lo harás, te lo aseguro – acaricio su mejilla. Quiero preguntarle sobre lo que vi en la caja, pero no quiero joder el momento, así que comienzo a contarle anecdotas divertidas de mi carrera, cuando era pasante. Me encanta verlo reír, parece como si no hubiera reído en mucho tiempo, lo veo en sus ojos, un destello de brillo en esos ojos apagados. Al final vamos a su casa, donde me quito la ropa y me pongo una de sus playeras. No me toca, no hace nada, solo se acuesta a mi lado y yo no quiero intentar nada, tengo mucho sueño y en pocos minutos caigo dormida. Los siguientes dos días son casi lo mismo, Loky está investigando sobre esa droga y yo trato de hacer que me mire o repita lo que hizo en la cocina mientras comíamos pero no lo hace, no me besa, ni me toca, pero en las noches lo escucho masturbarse en el baño, lo que hace que quite sus ganas. Estoy harta, mis cambios de humor con él son horribles. En un momento estamos felices riéndonos o hablando como personas normales y al otro momento estamos discutiendo e insultándonos, lanzándonos cosas. Es hartante pero ninguno de los dos da su brazo a torcer. Pero hoy no será así, he ido a casa mientras él estaba arreglando su motocicleta, creyó que ya me había dado por vencida porque cuando regrese estaba por salir, se enfureció y no se fue a ningún lado. Me encerré en su habitación, me puse lencería blanca y salí justo cuando escuche que entró en la casa. Puse música y eso atrajo su atención a mí, que al verme se quedó pasmado. Me miró de pies a cabeza, detallando mi cuerpo con la lencería. Lo tomé de la mano y lo empujé al sofá. — ¿Qué haces? – dijo al ver que me sentaba frente a la chimenea que tiene en la sala. — Me canse de que seas solo tú quien se masturba en las noches, es hora de que yo consiga mi propio placer – sacó un vibrador. – Y lo veras, veras como me corro, como gimo tu nombre, pero no me tocaras. — ¿Qué no te tocaré? Estás en mi puta casa, puedo hacer lo que sea. — Tocame, y mañana habrá órganos disponibles en el mercado n***o. Loky borra su sonrisa y traga secó. Sabe que digo la verdad. Aquí nadie anda con amenazas. Nunca aprendí a bailar, pero si de algo sirve que mi hermana fuera bailarina en un club nudista, lo pondré en práctica. Los movimientos de mis caderas lo dejan casi hipnotizado, moviéndome sensual al ritmo de la música mientras voy despojando de la lencería, pasando mis manos por mis senos, estrujandolos, pellizcando mis pezones, soltando gemidos como una auténtica perra en celo. Veo como Loky se soba sobre la tela de su pantalón sin perder detalle alguno. >> No tocar, esto será tortura para ambos. <<
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