Después de tan agradable baño que recibió Samantha, fue en busca de la capilla que había dicho Vlad. El clima estaba muy frío, incluso más que en su país. Hizo bien en ponerse un saco largo que llegaba hasta sus tobillos y la cubría por completo para que no se congelara. Al llegar al lugar indicado, Vlad ya estaba ahí. - Vamos. – dijo ni bien la miró llegar. - Mi hijo continúa dormido, no podemos dejarlo. – habló Samantha pensando en Matías. - No te preocupes, Lorena va a cuidarlo en nuestra ausencia. - Pero….. - Samantha no va a sucederle nada, esto es una fortaleza. – dijo al interrumpirla, tomó sus manos, estaban demasiado frías. – deberías de utilizar guantes, anda toma los míos, en el carro tengo otro par, utilizaré esos. – decidió retirárselos y él mismo se los colocó, haci