PARTE 25

2450 Words
No es un acto de cobardía, solo yo sabré mi propio dolor interno, puedo ser débil y demostrar que soy una persona como cualquiera que puede tocar fondo y desmoronarse, pero es hora de cerrar ese ciclo, no es momento de llorar o lamentarse, el tiempo sigue y la tierra sigue girando, mientras yo sigo detenida en el tiempo. Cómo lo veo, solo tengo dos opciones y ninguna de las dos son de mi agrado. La primera es encontrar a Eliot Morgan y usar esa estúpida obsesión que tiene a mi favor, la segunda sería, comprender que las cosas pasan por alguna razón, dejarlo ir, fluir, tener un cierre y poder sanar. Me tomo solo días comprender que mi Daez se fue, no es que cambio u olvidó, simplemente ya no soy importante para él, para mi propia lástima, ahora también soy quien ejerce presión sobre él. No lo culpo, incluso para mí es estúpido y quisiera salir corriendo. Cuando me enteré, estaba devastada, dolida y enojada, sentí que me hundía en mi propia miseria y dolor. Tuve que tomarme un tiempo para recapacitar y llorar. Cuando no pude encontrar la analogía de mis propios pensamientos, hui a un lugar solitario. En mis peores momentos Natanael Luck siempre ha estado para ayudarme, guiarme, pero esta vez, no estaba. Maldije por qué entendí sus palabras, mi error es nunca entender y creer que seguir intentándolo resolverá mis problemas, Miles de caminos y un solo destino, cualquiera de esos caminos me llevará a mi destino, pero algunos son más oscuros, más rubios y otros solo están para ayudar a mi crecimiento como persona. Debido a esto sequé mis lágrimas y aun cuando el pecho y las costillas me aplastaron el corazón, contuve el aliento lo mejor que pude. Tomar una decisión nunca es fácil, la tediosa voz en mi cabeza me exige olvidar. «Ya has sufrido demasiado, es hora de sanar y pensar en ti» la ignoro lo mejor que puedo, pero continúa volviéndome un martirio. “Él te abandonó" No fue su culpa, pero… “No lo está intentando" Estaba empezando a sentirme vulnerable y frágil, pero Liz insistió tanto que decidí salir al pasillo como ella me lo pidió y solo encontré mi mayor temor, ojos celestes que ya no me miraban brío y una mujer que salía de su alcoba. Mi miedo es quedarme estancada y solo poder ver cómo él avanza, como continúa, como sigue viviendo sin mí en su mundo, me ahogo con mi propio océano llamado “pensamiento” Mi propio mar se volvió lava, fuego que me quema y lastima cada célula de mi cuerpo y algo llamado perseverancia y terquedad salió a luz. No es su culpa, tampoco mía, pero depende de mí no rendirme y depende de él solo intentarlo. Pero… Sus palabras son tan secas que aun cuando intenté verme fuerte sentía como todo me crujió por dentro. Esa primera conversación no salió para nada bien. Y la segunda… Bueno, tampoco salió bien, el abuelo no encontró una cura y de Miles de caminos solo quedaron dos. Aquel que le daba paso a la superación y el otro dónde tenía que pisotear mi propia dignidad e intentar que alguna gota de sentimientos surgiera de él. En serio, quería ir por el camino de la superación, pero me puse a pensar y si me rindo sin siquiera intentarlo, eso solo significa que soy una cobarde y no me considero como tal. Y aquí estoy intentándolo, el sol empieza a esconderse y la oscuridad aumenta mi ansiedad, golpeteo los azulejos con mis botas, mientras juego con mis nudillos. —Quieres parar. —me exige Marcus. —Me estás causando ansiedad a mí también. Libero mis manos e intento escuchar el reporte. —Hay cosas buenas y malas. —dicta Wesley lanzando los documentos en la silla. —Las buenas: hoy tenemos menos enemigos que ayer. —presiona el botón y la enorme pantalla cambia de imagen. «No importa la razā, todos tenemos el mismo color de sangre» Miles de manifestantes se toman las calles defendiendo los derechos antinaturales, son buenas noticias, pero las siguientes imágenes contrae mis pensamientos, la FMA sometiendo a los manifestantes. —¿Qué paso con el general Robinson? —pregunto recordando que me culpa por la muerte del capitán. —Se retiró. —confiesa Wesley y necesitó acomodarme en la silla con la impresión. —¿Qué? Pero… —no puedo articular palabra alguna. —Esa es una de las malas noticias. —aclara Wesley. —Se retiró por qué la FMA está considerando la paz entre ambas sociedades. No quiere paz, quiere… Se detiene mirándome fijamente. —Venganza, matarme o castigarme. Afirma con la cabeza y las siguientes imágenes son del general en diferentes puntos del mundo, se ve mal, está deteriorado. Suspiro cuando la ansiedad aumenta a un punto dónde creo que necesito dejar de pensar. —¿Que hay de Eliot? —vuelvo la vista a Wesley. La pantalla se ilumina con un mapa mundial y él toma el plumón tachando los lugares donde fue visto antes de desaparecer. Explica que lleva desaparecido desde aquel incidente y no hay ninguna señal de dónde estará. —Estuve pensando y contemplé la idea de que esté usando portales naturales. La idea me contrae el estómago. ¿Portales naturales? Será posible que… Abren la puerta y su aroma me envuelve los sentidos. Reconocería su aroma incluso rodeada de estiércol. No me giró a verlo, lo escucho hablar con Marcus. Los preparativos para su partida están listos y de su mandato los únicos que se quedarán aquí son Joshua, que ahora su deber es estar al lado de su esposo y padre de su hijo, y por última Grey se quedará con el abuelo durante una semana. Me muevo incómoda en la silla y alzo la mirada detallando el mapa que sigue dibujado en la pantalla. Una oleada de recuerdos me invaden. Eliot Morgan, la cabaña y un campo de flores. Cuando le dije tal afirmación se vio más que interesado. Me quedo profundamente indagando en mis memorias intentando buscar más a fondo, pero mi mente bloquea esos recuerdos con diligencia. —¿Clare? —me hablan. Giró hacia ellos y no sé en qué momento me levanté de la silla. Me están mirando con extrañeza y tengo que aclarar mi voz para no verme como una tonta. —¿Está todo bien? —pregunta Wesley posando sus nudillos en mis hombros. La mirada afilada de Daez me traspasa por completo. —Estoy bien. —aparto con gentileza las manos de Wesley. Me arde el pecho y las pupilas se humedecen haciéndome parpadear con rapidez. Intento hablar y la voz no me sale. —Espero que tengas un pésimo viaje. —le digo y una sonrisa burlesca se le escapa entre los labios. Me abro paso entre ellos y me encaminó hasta el puerto dónde la aeronave está por despegar, me despido de mis amigos y Robert me entrega las llaves de su motocicleta. —Cuídala por mí. —me sonríe demostrando esa calidez que lo rodea. Le ofrezco los brazos y me abraza con fuerza. Daniel nos interrumpe y también lo abrazo despidiéndome, no sé cuándo vuelva a verlos y espero que no sea por mucho tiempo. —Sé que no debería decir esto, pero… —miro hacia Daez que está despidiéndose de su tía. —Se los encargo, cuídenlo. —les pido y ambos sonríen con disimulo. Los motores resuenan cuando la aeronave despega y todos los sentimientos me los trago cuando doy la espalda evitando ver cómo toda mi vida se aleja. La semana fue un martirio, las cosas están mejorando para nosotros, pero tampoco son lo mejor. Entro al comedor y veo a todos distraídos escuchando los noticieros. Hay una mujer de cabello azabache dando un discurso alentador, hablo sobre los derechos, sobre la convivencia, la sociedad y como podríamos ayudarnos entre nosotros si solo dejáramos atrás nuestras diferencias. —¿Quién es esa? —pregunto tomando lugar en la mesa donde están los Hugh. —Se llama Marta klen, es una vampira y ahora mismo es quien lleva acabo la protesta por un mundo igualado. Según lo que me dicen es alguien de admirar y Marcus lleva días intentando comunicarse con ella. Marcus cree que con su ayuda podríamos llegar a una alianza con los humanos. Tiene seguidores tanto humanos como antinaturales alrededor del mundo e incluso aquellos que antes no querían paz están considerando sus palabras. —¿Y pudieron contactarse con ella? —pregunto. Liam duda en contestar, pero igual intenta ser lo más precavido. —Lo intentamos, pero, se negó. Entonces le dejamos el trabajo a Daez y bueno, él tuvo más suerte que Marcus. ¿Suerte? Si claro a otro perro con ese hueso, sé muy bien cuáles son las prácticas que ejerce Daez para convencer a alguien. Me trago el disgusto y sonrió demostrando que no me interesa aun cuando me estoy muriendo por dentro. —¿Pero la chica acepto? —cuestiono regresando al tema. —Todavía no aceptado nada. —responde Wesley —Habrá una reunión pasado mañana. Regreso a mis labores y el día culmina, no ceno y me meto a la cama temprano. Abro el ordenador viendo las r************* e investigo todo sobre esa chica llamada Marta klen. Es alguien de admirar, en poco tiempo tiene muchos seguidores e incluso los mismos gobiernos la admiran, es el rostro de las protestas y claramente es alguien relevante para llegar a una paz. La notificación entra en mi buzón y rio sin ganas cuando veo las imágenes que me envió Liz. Ella, Mindi, los gemelos, Robert y… Daez, más atrás están Daniel y Kristen discutiendo como siempre y el nudo en la garganta aumenta cuando paso a la siguiente imagen y veo a Romanó sentada a un lado de Daez y él simplemente no se ve disgustado. Quiero gritar con solo ver esto y termino cerrando el portátil y lanzándolo hacia un lado con enojo. Me vuelvo un ovillo en la cama y sinceramente últimamente estoy sufriendo de frío y no puedo evitar sentir que estoy sola. La mañana llega y hoy más que nunca me siento enferma sin energía, Liam se mantiene a mi lado tratando de sacarme una sonrisa y aunque me hace olvidarme de los problemas solo vasta un instante para volver a recordar. El filo de la daga que Morgan enterró en mi pecho, sigue enterrándose cada que respiro y empiezo a ceder a la derrota. Siento que me estoy muriendo, puedo sacar la daga y tratar la herida para sanar, pero eso significa olvidar y rendirme y debido a esa perseverancia es que estoy muriendo con la hemorragia interna que está destrozando todo. El abuelo y Grey se marcharon hace unos días y su ausencia pesa. Me escondo en la sala de reuniones cuando los días pasan y todos parecen seguir sus vidas excepto por mí. Tuve que pedirle a Liz que no me enviara más imágenes y tuve que aislarme de todos para intentar no deprimirme. El mapa sigue en su lugar… Me levanto de la silla detallándolo con más claridad. Tomo el bolígrafo en la mesa, mientras lo agito en mis manos tratando de indagar a más profundidad en mi cerebro, siento que estoy dejando pasar algo y no sé qué es. Cuando todo falla empiezo a indagar en el conocimiento que ya tengo. ¿Portales naturales? No son rastreables, debido a esto se cree que Eliot debe estar trasladándose entre ellos. ¿Eliot Morgan? Sigue desaparecido y aunque sus seguidores están activos, él no ha mostrado el rostro. Tenemos un pasado que para él es importante. El jardín, pero dónde está ese jardín. Camino con desesperación cuando se me bloquea el cerebro por completo. Saco una copia del mapa y me dirijo al salón de archivos. Rebusco entre la información y encuentro lo que estoy buscando. Tengo dos mapas, uno tiene todos los lugares donde Eliot fue visto y el otro tiene la ubicación de todos los portales naturales hasta ahora descubiertos. Siento que aquí está la respuesta, pero no sé realmente que estoy buscando. Me quedo dos días en los archivos y al tercer día me estoy volviendo loca. —Te ves horrible. —se burla Liam. Hundo el rostro en la mesa. —Llevas días aquí, deberías descansar. —me pide. —Traje esto. Le arrebato la taza de café y lo bebo con gusto sintiendo como recorre por mi paladar. —Gracias. —agradezco. —¿Qué es todo esto? —mueve los archivos y se detiene detallando los mapas. —¿Qué buscas? —cuestiona. —A Eliot. Deja la taza sobre la mesa. —Ya buscamos por todos estos lugares. —me avisa tachando los sitios que no había tachado yo. Liam es quien se está encargando de rastrear a Morgan, me ayuda actualizando el mapa, me encojo de hombros viendo que no lo han rastreado en dos puntos claves. Oregón y Baxter. —¿Por qué no han investigado en estos puntos? —cuestiono. —Solo un loco desquiciado se escondería en terreno prohibido. —habla. Tiene sentido, Baxter es territorio de mi abuelo y Oregón es territorio de la academia y actualmente es el paraje donde Daez se planteó como base. Alguna corriente eléctrica me recorre el cuerpo como si intentara decirme algo. —¿En la academia hay algún portal natural? —pregunto. Liam ladea el rostro con extrañeza. —Sí. —confirma. —No sale en el mapa. —afirmo. —Es por qué es un secreto, muy pocas personas lo saben. «De acuerdo, puedo descifrarlo» me digo yo misma. Todos los portales naturales tienen un solo camino, hay personas que lo compara con un agujero de gusano, trasdiversa el tiempo y el espacio formando un camino más corto. Pero a diferencia de aquellos que creamos con magia, un portal natural solo te lleva a un solo punto. —¿A dónde te lleva ese portal? —cuestiono. Pregunto aun sintiendo que sé la respuesta. Me observa con disimulo, piensa que me estoy volviendo loca. —¡A las afueras de Hartsville, Tennessee! Me quedo en estado de congelación con la declaración. Camino como loca tomando el mapa de USA. Ubico Hartsville y salto con la victoria cuando me doy cuenta de que está a media hora de Baxter Tennessee. —Gracias, gracias. —le doy besos en el rostro a Liam y este me aparta con confusión. —Me preocupas. —advierte. —¿Qué está pasando por esa cabecita? —Lo encontré. —confieso. —A Eliot Morgan. CONTINUARÁ…
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