La atmósfera cargada de odio, rencor y celos se mantiene firme, mientras John Robinson se convence de su mísera situación, estar delante de sus enemigos a los cuales ahora por genética también pertenece, lo lleva a pensar las repercusiones que tendrá esta situación para su padre.
Del otro lado del mundo, el general Robinson mantiene una acalorada discusión con el consejo. El estatus de su hijo «Perdido en combate» lo tiene al límite mientras la palabra «muerte» se dibuja en los labios del consejo.
—¡Pido permiso para atacar!—habla con desesperación estrellando los puños en la mesa de madera pulida.
El consejo puede perder a un capitán, pero el general Robinson es la cara del ejército y si padece en combate toda la esperanza se vendrá abajo. Niegan el permiso mientras el padre sale furioso sujetando con furia la SMG PM63 que lleva como arma. Da órdenes mientras se convence de que no necesita el permiso de ningún anciano decrépito, ordena reunirse y nadie refuta sus órdenes. Los helicópteros toman vuelo mientras los demás ignorar el destino que está por suceder.
… …
Del otro lado, Clare ignora todas las auras asesinas que emiten los dos hombres que complican su paz mental. Sujeta al capitán llevándolo con ella a otra habitación mientras de mala gana Wesley se queda escuchando el informe que da Ágata y Liz.
La FMA se compone de dos ramas, la gubernamental y la científica. Mientras la gubernamental es regida por el ejército, la científica es un caso aparte que mantiene sus conocimientos sellados. Durante el tiempo de infiltración, Ágata se encargó de buscar información sobre los cabecillas. Mientras tanto, Liz fue sometida a diferentes torturas y pruebas que eran llevadas con el fin de dar paso a una nueva generación.
Los humanos no tienen idea del poder genético que llevan los antinaturales y las pruebas solo dieron paso a una aberración más grande que pone en peligro a toda especie. Ellos lo llamaron. “Ghole” es una criatura con la inteligencia humana, poder y genética de los antinaturales.
Ágata confirma las palabras de Liz mientras confirma que es un secreto que solo conocen aquellos con nivel alto. Marcus se convence de los peligros mientras Wesley y los demás se encuentran pálidos con la noticia.
En su mundo un lycans es peligroso, no mayor a invencible y un vampiro es ágil, no mayor a inmortal, mientras tanto los brujos son más fáciles de tratar y un híbrido es venerado por su poder, pero siendo híbrido solo existen un número no mayor a veinte sujetos.
—¿Cuántos son? —habla Daez como todo guerrero acostumbrado a batallar en guerras peligrosas.
Liz calla demostrando que todo es una mierda demasiado jodida y que ahora todos están en peligro. Se debate y por la mañana siguiente los líderes de cada clan se presentan con banderas blancas. No es momento de guerra, es momento de una alianza y esa alianza se vuelve estresante cuando cada líder se expresa con más fuerza, otros se declaran demasiado fuertes para unirse a una alianza, otros temen, huyen y sollozan, mientras los demás se mantienen al margen.
La cumbre dura dos días y la alianza que se formó pende de un hilo cuando Vaiana Glodder planea sigilosamente la manera más fácil de deshacerse de su enemiga. Cómo la pérfida que es, se escabulle metiendo ideas en los líderes que ahora exigen un matrimonio con el fin de unirse a la causa.
—Estamos en el siglo XXI ¿Quién demonios exige matrimonio por alianza?. —reitera Marcus. El mensajero se contrae con las palabras llenas de odio del líder Freman. —¡Solo soy un mensajero!—reitera el hombre nervioso.
—¿Y? ¿Quién es el borrego de cambio? —pregunta Daez acomodando las solapas de su camisa.
El mensajero se contrae rodando los ojos con nerviosismo y habla en voz baja. —¡Mi señor exige a la chica Freman o la única mujer Brhazo! —el impacto de la verdad destruye el genio de todos los presentes.
Esta propuesta obliga a Daez y Marcus a elegir entre: familia o amor. Wesley se niega por Clare y como estuvo en su plan, Vaiana sonríe con victoria. Marcus la observa con enojo y ella se mantiene firme demostrando una preocupación fingida. El clan nórdico está compuesto por lycans y es uno de los más fuertes.
Todos se observan y es Joshua quien espabila negando con la mirada. —¡No me casaré y no creo que tú quieras a tu sobrina comprometida con ese bastardo! —le habla directamente a Marcus.
—No podemos perder al clan Nórdico. —habla Vaiana con la preocupación que no engaña a nadie de los presentes.
En esta guerra todos pasaron de enemigos a aliados. En su tiempo los cazadores eran cazadores hasta que Wesley se unió a Marcus y ahora el círculo se unió a una guerra por la supremacía. Dejan el tema a medias cuando se topan con Clare quien lleva una bandeja de comida hacia los calabozos.
—¿Desde cuándo alimentamos al enemigo? —habla Wesley. —Desde que así yo lo impongo. —habla ella.
La última discusión entre ellos no termino bien y el que Daez siga siendo un invitado solo empeora el humor del cazador que se niega haberse derrotado.
—Hicimos una promesa. —dicta el cazador. —Y la estoy cumpliendo. Llevarle comida a un amigo no es traición, ni faltarte el respeto. —se defiende ella.
—¡Es el enemigo! —se defiende Wesley.
—Deberías hablar por ti, una vez me dijiste que un cazador nunca deja ir a su presa. —el choque de miradas se acaba cuando Marcus cruza el umbral mirándolos fijamente. Detrás de él está Vaiana y un grupo de personas que compone el consejo de líderes.
Ambos se callan y ella encamina hacia los calabozos ignorando al séquito que la ven como si fuera una clase de muñeca.
La noche llega y junto a ello las preocupaciones y los sentimientos que confunden sus mentes. Daez está a dos habitaciones de la suya y se impacienta con deseos de cruzar esas paredes que los separan. Se escuchan pasos afuera y cuando agudiza los sentidos escucha la voz de su tío en una discusión acalorada con Joshua. No es un secreto para nadie que ambos están destilando un sentimiento culposo y Clare se mantiene calmada cuando las puertas de su alcoba se abren dándole la paso al sujeto que le calienta las neuronas.
Su aroma siempre es adictiva y no ayuda para nada llevando una camisa desarreglada que le luce el físico esculpido. «Belleza pura» no hay palabras, solo miradas que hablan por ellos.
El deseo masoquista de cubrir su cuerpo con el suyo y enterrar su rostro en cuello surgen y Clare da la espalda huyendo al balcón. La sensación de sumisión llega cuando los brazos la rodean por detrás y el aroma la impregna nublándole la mente. Quiere apartarse, ser cruda y mantener la promesa que le dio a Wesley, pero su acompañante no ayuda cuando entierra la nariz en cuello besando su nuca.
Se contrae con nervios y es que Daez le provoca un sentimiento de felicidad disfrazado con temor y nerviosismo. Alza su mano enterrando las unas en su cabello azabache mientras él sigue besando esa área que provoca electricidad en su cuerpo.
—¿Qué haces con el cazador? ¿Qué haces con el soldado? ¿Qué haces conmigo? —puede que la pregunta quedé a media, pero el impulso la lleva a aferrarse a sus labios y no, no se arrepiente.
El sol golpea intensamente y para ella fue una noche culposa y satisfactoria y por lo visto no fue la única viendo la sonrisa reluciente que lleva su tío, mientras Vaiana no dicta palabra alguna.
¿Qué demonios paso anoche? No lo sabe, pues estaba demasiado ocupada ocultando al individuo que se coló en su alcoba. El comedor da paso a los Brhazo y mientras la tía agacha la mirada con vergüenza, el sobrino mira por encima del hombro a todos. Toma lugar descaradamente al frente de su presa llamada «Clare Wilson» e ignora la mirada asesina del supuesto novio que está a su izquierda, él no es benevolente, sabe que esa mujer es suya y no le importa que los demás se enteren.
Por su parte, Vaiana analiza todo con asco y es que ella no solo abandono su hogar, sino a su familia y a su gente por seguir a Marcus y el notar que él nunca dará lo mismo por ella la hizo tocar fondo, lo que presenció la noche anterior, la hizo abrir los ojos y una mujer que respira por la herida es más peligrosa que un suicida.
Se levanta asqueada, convenciéndose de que su decisión es la correcta, que ellos fueron los que la traicionaron jugando con sus sentimientos, toma su maleta sacando él implementó de contacto que le contacta con el enemigo.
—¿Y? Si llamas es por qué decidiste cooperar. ¿Dónde está mi hijo?
CONTINUARÁ…