Un nuevo trabajo.

2063 Words
Tomás* Ser él dueño de una empresa tan lujoso y exitoso no ah sido nada fácil. Comencé esta travesía impulsado eh inspirado por mi difunta esposa que siempre me respaldaba en todo. Mi querida AnaBella tan bella como su nombre lo dice o incluso más! Me dejo en nuestro #30 aniversario de bodas por ese maldito cáncer. Nos casamos joven yo sólo tenía 20 y ella 18 ... Fuimos bendecidos por 2 hermosos hijos que son lo más preciado que tengo! Un día más en mí empresa. Eh venido a supervisar que todo este marchando bien... De pronto noto una figura cocida y la sigo con mis ojos azules claros... De donde conocía a esa chica que acaba de salir del ascensor con dirección a la salida? ..Oooh si ya recuerdo es la joven que me devolvió mi cartera cuando salía del café recién inaugurado. ¿Que estará haciendo aquí? ¿Querrá una recompensa? ¡No! ¡Ridículo! Nisiquiera se quedó para pasarle la mano y preguntar por lo menos su nombre. ¿Qué estará haciendo aquí? - Señor Tomás lo esperan en la junta- esa voz que parece un repetidor de cada día. - Voy! Horas largas paso en mí empresa que parecieran minutos nada más con mil cosas que hacer. El doctor dijo que debía acortar mis horas laborales por mi salud. ¿Que sabrá ese doctor de como ser dueño de 6 edificios en todo el país importando en el extranjero también?! Pero si no llegó a casa para las cinco mi hija mayor se entera y me llama a reprochar y no hay quien la calle. Voy en mí auto paralizado y blindado manejado por mi chofer de mas confiada Carlos. De pronto vuelvo a ver aquella figura en el semáforo.. Iba cruzando entre la gente pero su porte era diferente. Esta vez llevaba el cabello suelto ondulado castaño claro y un vestido blanco manga larga acampanado hasta la rodilla con botas oscuros tres cuartos. No pude evitar imaginar que bien le quedaría un cinturón de mi colección con ese vestido y un ligero collar colgante... Uno y dos días pasaron y la volví a ver de nuevo. ¡En mi empresa! Demasiadas coincidencias. Llevaba pantalón y camisa y parecía apresurada con carpetas en el brazo. - ¿Pasa algo Tomás?- pregunta el vicepresidente y mi más grande y antiguo amigo Ezequiel Méndez al no responderle alguna preguta que me hizo. - No.. sólo me parece conocer a esa joven. !¡Rolando!- llamo a mi secretario. Un joven muchacho con una mente execcional y sobre todo discreto- averigua quien es la joven de allá.- ordenó señalando con la cabeza. -Si señor- responde al momento. -¿Quien es?- averigua Ezequiel curioso. - Es lo que quiero saber. Pasan las horas y la veo ir y venir por todos lados. Pareciera que trabaja aquí pero yo nunca la había visto hasta hace unos días. Pronto Rolando me trae la respuesta. Lo que más me gusta es la rapidez de éste y su gran porte aún midiendo sólo 1.69 con la ropa adecuada pareciera agrandar su altura. Siempre vestía bien ese muchacho. - Su nombre es Bela Amira Contrell y está aquí como cándida para el puesto de secretaria señor- -Entiendo. Gracias.- respondo sin más. Pasaron los días y semanas. Esa joven seguía trabajando y hacia notarse más con su porte elegante y destreza para acatar cada orden Corría cargando pesados libros o atendiendo teléfonos entre su cuello mientras escribía con una mano y con la otro acomoda las hojas. ¡Persistente! -¿Como van las canditas?- averiguo a Rolando -Bien señor; dos han desistido pero quedan cuatros aún. Falta una semana más para escoger a unos de ellos. -Bien. Bien Rolando. Me observa viendo hacia la joven Bela Amira y dice: - Si gusta puedo encargarme de darle una mejor oportunidad- musita en voz más baja. Lo miro desinteresado y sacó las manos bolsillo. - Ella no lo nesecita- respondo confiado curvando los labios mirando por mi gran ventanal. Si era tan buena, como aparentaba, sabrá valerse sola. °°°°°° Bela Amira* Fueron tres semanas ya de duro trabajo pero ya estaba en la cuarta y última. Tuve que renunciar a mi trabajo de camarera de lunes a viernes. Sólo me quedé con el de niñera de los fines de semana y en ocaciones de noche si así lo requería la señora Rebeca para poder salir con su esposo. Dejándome a cargo de su bella, preciosa y hermosa hija Lumi de seis años. Mi fondo bancario era poco. No podía darme el lujo de estar perdiendo el tiempo. Me enfoque muchísimo para poder se elegida entre los demás candidatos. Me dolía la cabeza hasta reventar de tanto cálculos.. mi cuerpo adolorido por tantos libros y carpetas. Mis pies reventados por mi tacó alto y aunque estaba acostumbrado al trabajo pesado; por lo menos en el restaurante podía usar unos zapatos más cómodos pero aquí no. Aquí la apariencia contaba y más cuando quieres resaltar Y ahí estaba yo entre un hombre y dos mujeres aún resistiendo. Ya dos había renunciado pues le fue mucho trabajo. Me había hecho amiga de varios funcionarios de la empresa en especial de Esteisy que siempre me pasaba una taza de café que tomaba de pasada a la corrida. Añoro mucho quedarme. Iba de salida cuando me llamaron de nuevo arriba. ¿Y ahora Que? Subí y lo primero que veo es una gran sonrriza en la cara de Estiesy; Ella era recepcionista. -Amira pasa con la licenciada Mónica- dijo apresurada. Algo sabía ella y esperaba que fuera lo que estoy pensando y añorando. Mónica era como nuestra jefa la principal encargada de evaluar a los candidatos. Una mujer con presencia, alta y robusta algo intimidante por así decir. Le pondría unos 40 años. Exigente, no permitía margen de errores y parecía no importarle tú persona sólo quería buenos resultados. Ni mi nombre sabía. Tocó dos veces la puerta y al escuhar la respuesta pasó, cerrando la puerta trás mío. -Toma asiento Señorita Contrell- me ordena. Bueno por lo menos sabe mi apellido. Algo es algo. Me acomodo en la silla y espero que hable. Se tomó su tiempo. Ella nunca se tomó un tiempo en las casi cuatro semanas que llevo. Estoy algo asustada. -Cómo se ah sentido en la empresa?- pregunta de pronto -Muy bien señora. Es una gran empresa. - Me alegro- y sin embargo ni una gota de alegría se veía en su rostro. Baja unas hojas que tenía en la mano y dice - Su desempeño a sido buena. Parece ser la candidata indicada para el puesto- sentí como mi corazón dió un salto de alegría y una sonrisa se reflejó en mí rostro. -Será usted secretaria personal del Vicepresidente Ezequiel Méndez. Empieza el Lunes. Sea puntual y recuerde todo lo que ah aprendido en estas semanas- concluyó ¡Lunes! hoy era jueves. Estaba tan felíz. -Muchas gracias por la oportunidad prometo no defraudarle- dije tratando de controlar mi obvia alegría. No hace falta decir el gran abrazo que nos dimos con Esteisy luego de eso. Fuimos al café de la esquina a festejar mi nuevo logró. °°°°° Pasaron los días y semanas hasta convertirse en meses... Dos meses ya llevaba trabajando con el vicepresidentes de la compañía. ¡Un jefe excepcional! Amable, respetuoso, recto ¡Sabio! eh aprendido muchísimo de él como una alumna. Aprieto el botón del elevador para poder subir a mi puesto. Me subo al abrirse y espero a que cierre... Una mano ataja la puerta repentinamente. Varios hombres se suben y me acomodo en un costado. Iban hablando de viajes y negocios como de costumbre. Se bajan cuatro de ellos en el séptimo piso y quedan solo dos a mis costados. Voy sumergido pensando en mis tareas de hoy cuando... -Eres la nueva secretaría No?- pregunta una voz. Alzó la mirada. - Si. Señor- respondo - Me recuerda? Recordarlo!? -Eh..-balbuseo intentando construir una respuesta buena. Si! Lo recuerdo! El señor Tomás Blacker! Dueño de la empresa. Lo había visto en fotografías de la empresa... Pero por que ah dicho "me recuerda?" si no lo había visto en persona antes ya que se había ido de viaje de negocios antes de empezar como secretaria del señor Ezequiel el día lunes. ...O esque si ya lo había conocido antes de mi contrato y de tanto trajín no lo recuerdo.. pero cómo? Si era el dueño! Obviamente lo recordaría Me incorporo rápidamente de mis pensamientos. - Es usted el señor Tomás Blacker, dueño de la empresa- digo al fin. Me pasa una mano para saludar y le correspondo igual. - Amira Contrell. Es un gusto conocerlo al fin- dije amable -Pero si ya nos conocíamos- me informa. Y me quedo revolviendo en mí mente cuando había pasado eso- Sólo que no nos presentamos debidamente- y suelta mi mano. - Lo siento. No logró recordarlo señor- digo apenada por mi mamá memoria. - No se preocupé. Llegamos a nuestro piso que era el penúltimo Me hago más para el fondo para que pueda bajar primero él y su; seguramente secretario personal ya que tampoco lo había visto estos meses; pues abría notado a ese apuesto hombre rubio tan elegante y a la moda. Pero entonces alarga su brazo en forma de pedirme que pase. -Primero las damas- dice cortés -Muchas gracias- y me apresuro a salir -Al menos que quiera resguardar que no se me caiga de nuevo mi billetera. Y justo en ese momento lo recordé. El señor "billetera caído" . ¿¡ Como pude no reconocerlo!? Entre abro un poco los labios por mi sorpresa y antes de poder decir algo, ya venía el señor Ezequiel y Rebeca a darle la bienvenida. No me quedo de otra que tragar mi asombro y dirigirme a mi lugar. El señor Tomás parece reservado y cerio dedicado a su empresa pero a la vez tenía un aura de amabilidad y confianza . Al menos eso note durante la semana que siguió. -Contrell pasa por mi oficina por favor- me pidió Rebeca al pasar frente mío. Su trato había mejorado considerarme que ahora hasta puedo decir que la tuteo. Me siento en la silla mientras ella se quedaba parada. -Contrell en tres dias el señor Tomás debe viajar al Medio Oriente en Abu Dhabi para ser exacta- comenzó a explicarme- Para negociar acuerdos con nuestra empresa. El problema esque su secretario personal Rolando tuvo que someterse hoy a una cirugía de emergencia y no estará disponible hasta dentro de una semana... Me pregunto que le habrá pasado a Rolando que aunque no nos dirigimos muchas palabras más que para trabajos, me agradaba. -... Yo no puedo subirme en un avión por mi condición de salud - seguía diciendo mientras yo asentía con mi cabeza escuchando con atención ya que ella no repetía dos veces las cosas!- Y el señor Tomás nesecita una mano derecha, aparte de nuestros negociadores y de mas profesionales que van acompañarlo. Amira- me mira fijamente pero no flaqueo- eh visto en tus estudios que hablas un poco de árabe. ¿Un poco? Árabe era mi segunda legua gracias a mi madre y a la madre de ella; mi abuela, que se casó con un árabe aunque no termino bien ese matrimonio... Tengo sangre árabe en mis venas. Mi nombre Amira es de origen árabe que significa "princesa" . - Si así es Rebeca- respondo -Estaría dispuesta en ir a ese viaje? Será por tres días solamente si todo sale bien- bueno aunque sea no seria por tres meses pense -Pero antes de aceptar debo decirte que deberás ser sumamente cuidadosa en ese País. Cualquier malos entendido podría arruinar todo convenio que se logre. Pero también que es una oportunidad increíble para ti para mejorar tú posición y dedicación con la empresa y sobre todo con el señor Tomás. Podrás hacerlo?- pregunto enarcando una ceja. -Puedo hacerlo- respondo sin nisiquiera tomarme un tiempo para pensarlo mejor. -Esta confirmado entonces. Prepara tú maleta. Salí un poco sobresaltado y emocionada ya que sabía lo que significaría este viaje para mí si todo salía bien, una simple secretaria novata en aprendizaje viajando como mano derecha del jefe y sueño. ¡Una gran oportunidad tocaba mi puerta y tengo pensado dejarlo entrar!
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