GENEVIEVE Apreté la revista contra mi pecho con un brazo mientras sujetaba el portabebidas con el otro. Sentí que de alguna manera la revista protegería mi corazón de cualquier insulto que él decidiera lanzarme, pero permaneció en silencio. Tenía un poco más de miedo de este Dominic. No pude evitar fijarme en su imponente estatura. El traje azul marino que usaba mostraba los músculos de sus brazos y espalda, como todos los trajes que usaba, por supuesto. La chaqueta del traje terminaba justo en la parte superior de su trasero y me di cuenta de lo ajustados que eran sus pantalones. Tenía las mejillas y los muslos a la vista y no pude evitar las sensaciones de mi cuerpo. Me había encantado clavarle las uñas en ese mismo culo cuando estaba encima de mí y no pude evitar que mis mejillas enro