Blond

Eres un idiota pt1

Dormí apenas 3 horas, me levanté y fui a comer, mi estómago estaba vacío, sonó mi móvil, era mi hermano Trevor, él vivía de videojuegos, los subía a YouTube y lo llamaban genio por ser un pelmazo.

—¿Qué hay Trev?

—¿Disculpe, usted es la hermana de Trevor Robeen?

—Si, ¿sucede algo? —comencé a transpirar frío.

—Su hermano tuvo un accidente automovilístico y está grave en el hospital.

—¡¿Qué?! —mis ojos se comenzaron a nublar, el nudo en la garganta dolía. Luego de unos segundos escuché la puta risa.

—Eres tan ingenua Zozo —me llama así desde que tengo memoria.

—Eres tan imbécil, idiota.

—Lo siento, lo siento, no quise asustarte, es solo que me encontré con una amiga y te quisimos dar un susto —juro que iba a cortar pero hace mucho que no sabía nada de mi estúpido hermano.

—¿Qué quieres?

—Estoy en Londres, me preguntaba si querías ir a cenar conmigo y Michelle.

—No, gracias.

—Por favor, Zozo, no seas así con Trevor.

—No hables en tercera persona.

—Por favor... —suspiré.

—De acuerdo —fui a cambiar mi atuendo y fue algo sencillo, una remera de The Ramones y una jardinera negra, mis botines y listo, fui hacia el baño, me desenredé el pelo y me quité el exceso de maquillaje, dormí con él y se corrió todo. Tomé mis llaves, di de comer a Elvis y recordé que no me había dado la dirección.

—Idiota.

—Zozo, ¿vienes o no?

—Iría, pero no me dijiste a dónde.

—Es un pub.

—¿Cómo se llama?

—Funky Buddha, me hablaron de él y quiero conocerlo.

—Vale, revisaré la dirección por Internet y voy.

—Bien, te esperamos -pensé en arreglarme un poco más. Mi móvil volvió a sonar y en la pantalla pude ver el nombre "ricitos de oro"

—¿Qué pasa, blanquito? —el chico rió ante su apodo.

—¿Ahora soy blanquito?

-Tienes varios sobrenombres, pero me gusta "blanquito" me recuerda a la película de Jim Carrey.

—¿Ah sí? ¿Cuál?

—Me, Myself & Irene (Irene, yo y mi otro yo en latino-América)

—Vaya —escuché su bella risa del otro lado y si tuviera vello en los brazos se erizaría—. ¿Debo tomarlo como un insulto?

—Claro que no, ricitos de oro, me caes bien, no podría insultarte.

—Gracias francesa -mi sonrisa se detuvo. ¿Cómo mierda sabía que era francesa?

—¿Cómo sabes que soy de Francia?

—Tengo contactos, castaña.

—Rubia —dije yo.

—Castaño —me dijo.

—Rubia.

—Castaño.

—No soy un chico —le dije riendo.

—Y yo no soy una chica.

—Eso no lo sabemos —reí.

—¿Quieres comprobar qué soy un chico? —esa pregunta me tomó por sorpresa, había sonado en doble sentido, mi móvil cayó sin gritarme algo como "¡idiota reacciona, me caigo!" no, solo se quedó callado, hasta que sentí el golpe en el suelo. Creo que era más viejo que un Nokia.

—¿Zoe, estás ahí?

—Si lo siento, mi móvil se cayó. Rubia, debo irme, hablamos más tarde.

—¡Espera!

—¿Qué sucede?

—Verás, hoy o ayer no sé realmente la hora, estoy o estuve de cumpleaños, ¿te gustaría pasarla conmigo?

—Oh rayos, feliz cumpleaños castaño, me encantaría, pero saldré con mi hermano a un club, si quieres puedes unírtenos.

—¡¿Enserio?! —se aclaró la garganta—. Digo, ¿enserio?

—Si, claro, ¿por qué no?

—Dame la dirección, llegaré muy rápido.

-No me la sé, la iba a buscar, pero una rubia mal teñida me llamó y no he podido buscarla.

—¿Cómo se llama?

—Funky Buddha o algo así.

—¡¿Estas de broma?!

—No.

—Bueno te daré la dirección —ricitos de oro me dio la dirección y tomé un taxi hasta allá.