Lemon Love

1091 Words
—Bien, llegamos —ricitos de oro me condujo hacia unas escaleras, subimos hasta un tercer piso y entramos a una gran oficina, la verdad era increíble, era rústica, el aroma era muy exquisito pero algo me aterraba y era la mirada de un señor, más viejo que mis padres. —Buenos días, señorita Robeen. —Hola —agite mi mano, el hombre estaba muy allá y realmente no quería seguir caminando. —Tomen asiento —hicimos caso a lo dicho y comenzó la aburrida reunión, fue hasta que aparecieron 4 chicos bastante lindos que cambiaron el ambiente. Mi mirada estaba fija en el trasero de Leo, no lo podía evitar, era precioso. Seguía mirando hasta que se dio la vuelta, mis ojos inspeccionaron a los demás y cada uno tenía algo que me dejaba sin aliento. —Tomen asiento —Isaac era guapo, ilegalmente guapo, se lamia el labio inferior cada 10 segundos y yo no podía apartar mi mirada, luego estaba Lincoln, él sonreía de una manera angelical, supongo que él es como el más cuerdo de los 5, luego miré a Henry, me atrapó en el acto y me sonrió coquetamente, haciéndome sonrojar, seguí la inspección y me detuve en Leo de nuevo, estaba riendo de algo que habían dicho, tomó un poco de agua y se la escupió a Isaac, él se sorprendió y creyó que Henry había sido; el rizado no lo pensó 2 veces y le escupió agua a Lincoln, el castaño tomo la tapa de un bolígrafo y se la lanzó a Neil. —¡Y es así como se provocan las guerras de agua! —dijo el rubio, los 5 alborotadores rieron a carcajada, de esas que te contagian. —¡Señores deberían comportarse educados cuando hay una señorita presente! —gritó el más anciano de la reunión. —Lo sentimos —agacharon la cabeza y siguieron riéndose. 2 horas después —¡Eso es estúpido! —grité mientras apretaba a Neil en una especie de abrazo. —Basta Zoe —me dijo Isaac-, haces que Neil se ponga nervioso. —Bien —suspiré resignada. La reunión había sido un fracaso, Albert, el hombre que estaba a cargo, se marchó diciéndome que debía actuar con los chicos, parecer amigos de siempre y "enamorarme" de Neill. Isaac me dijo que dejara de apretar a Neil, ya que al parecer es claustrofóbico. —Bien, ahora comienza la obra —dijo el rizado. —Ricitos de oro, ¿podrías ir a dejarme? —Me llamo Neil, recuérdalo, ámalo, saboréalo. —Como sea, llévame. —¡Deberías dejar de tratarlo mal! -me gritó Lincoln, la verdad es que ni siquiera sabía la razón por la cual lo trataba mal. —Lo siento, rubio. —Algo es algo—-caminamos hacia las camionetas, yo quería caminar, así que tomé la mano del rubio y me puse a caminar. —Debemos ir en la camioneta. —Ve tú entonces porque yo quiero caminar —el chico suspiro y se puso en marcha junto a mí. —Deberíamos conocernos mejor, ¿no lo crees? —me miró con pánico esperando una respuesta. —Si claro —mi móvil comenzó a sonar, lo tomé y era un mensaje de w******p. "Mamá" ¿Zoe cuándo vendrás de visita?  Resulta que mis padres son de París, oh sí, soy una Parisina que vive en Londres, soy genial. Pronto, no te preocupes. Bien, te amo mucho. Dejé el móvil en mi abrigo y miré al rubio, él tenía la vista al frente, podía disfrutar de su perfecto perfil, era todo un Adonis; seguí mi inspección, los ojos eran de un azul hermoso, sé que no existe ese color, pero si lo hiciera el sería el primero, bueno y su amigo Leo no se queda atrás, pero creo que los teñidos me vuelven loca. —¿Estarás mirándome todo el día? —había sido atrapada. —No estaba mirándote. —Ya -comencé a reír, la verdad no sabía el porqué de muchas cosas y esto contaría en mi lista. —¿Qué es lo gracioso? —me miró. —Tu cara. —Ha-ha-ha, eso no es gracioso, es perfecto —acarició su rostro mientras me sonreía. —Si tú lo dices —el chico comenzó a reír y yo me uní a él, nos miramos 5 segundos y pude sentir una conexión. —¿Por qué eres tan linda? —me dijo, no pude evitar sonrojarme. —No lo sé, es algo natural —comencé a reír, el solo sonrió y seguimos caminando—. ¿Qué hay de ti? tu tampoco estás mal, rubio. —Gracias —me guiño, me sentí volar, ¡POR DIOS! ¡SOY UNA MALDITA CURSI! —¿Rubio? —lo dije suave y tranquilo, no como siempre. —¿Alguna vez dejaras de llamarme así? —Si. —¿Cuándo? —Cuando me enamore perdidamente de ti, o sea nunca —era mala mintiendo. —Nunca digas nunca —sonrió de lado. —Torpe —golpeé su hombro y corrí, estuvimos riéndonos bastante, me subió a su espalda y comenzó a correr—. ¡Rubio me voy a caer! —No conmigo, señorita —reímos y me llevo a casa. Al estar ahí fuera de mi apartamento él me miró, lo miré unos minutos, pero no podía jugar a lo mismo, me puso la mano en la barbilla haciendo que lo mirara. —Hasta luego, princesa —mi corazón se saldría de mí, se acercó a mi mejilla y la besó, sonrió de lado y volvió a subir al ascensor. Al marcharse me deje caer al suelo, toqué mi mejilla, no me la volvería a lavar, voy a ser una vagabunda si sigue besando mi mejilla o quizás otra cosa. Entré a casa, y encendí la televisión, ¡cambié los canales y llegué hasta E! News, ese programa donde mienten hasta para rezar. —¡Hoy tenemos una noticia que no a muchas fans de Lemon Love les gustaría escuchar! —mierda que no sea yo y ricitos de oro—. ¡Hemos visto a una nueva parejita! ¡Quizás son amigos o quizás son más que eso! —la chica miraba a la cámara con tanta firmeza que sabía que esto era mi fin—. ¡Me han informado que son amigos, por el momento, pero nadie sabe lo que les espera en el futuro! —la chica siguió hablando, mostró algunas fotos donde me traía a caballito. Apagué el televisor y fui a dormir.
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