Eres un idiota pt2

1088 Words
Llegué 10 minutos después, una gran fila se encontraba esperando por entrar, me puse al final de ésta y comenzaron a decir mi nombre. —"¡Zoe Robeen!" —dijo un guardia. Levanté mi mano izquierda—. Acompáñeme —algo asustada me acerque a él. Lo cual fue un gran error, al estar frente a frente me asuste de lo alto y musculoso que era, el me regaló una sonrisa tranquilizadora—. Nos dieron la instrucción de dejarla pasar —supuse que era Nathan pero él no tiene el valor para acercarse a un guardia, ya que hace algunos 3 años aproximadamente fui a visitar a mis primos en el norte de Francia, junto a Nat. Ese mismo día fuimos a un bar y hubo un disturbio, estábamos a punto de irnos, pero un gigante de 2 metros golpeó a mi hermano en la mandíbula. Luego de eso terminamos en el hospital, bueno, mi hermano. Al caso, mi hermano no sería capaz de hablar con un gorila como el que tengo enfrente de mí. —¿Quién? —Dijo que no podíamos contarle, pero solo pase, creo que la espera en la barra. —Gracias, supongo —caminé hacia el lugar indicado, pero debía encontrar a mi hermano, antes que nada. Atravesé la pista de baile con algunos empujones y unas groserías por parte de chicas borrachas. —¡Zozo! —gritó alguien. Me giré y vi a Nathan junto a una pelirroja, la había visto en sus vídeos un par de veces. —¡Nat! —grité lanzándome a sus brazos. —Vamos a bailar —dijo la chica. —Nathan iré por algo de beber, ¿quieren algo? —No, pero gracias —me respondió la rojita. —Okey. —Espera, yo quiero Vodka. —Muy bien —caminé hacia la barra y me atendió un chico bastante guapo, era más alto que yo, iba vestido con unos vaqueros negros y una camisa de leñador. Lo miré a los ojos, error, me dije a mi misma, era nada más ni nada menos que Lincoln Jones, el amigo de la rubia, no me había fijado en su cara hasta este momento. —¿Cómo estás Zoe? —Genial, ¿qué hay de ti? —Bien, un poco agotado, está gente me explota —rió graciosamente, contagiándome—. Ten, va por la casa —me dio el chupito que pedí y el vodka. —Gracias, Lin. —Me dices igual que Neil. —¿Enserio? —Si, hablando de él, ¿dónde está? —No tengo idea, me dijo que vendría. —¿Estás sola? —No, claro que no —en ese momento escuché a Nat. —¡Zozo! ¿Dónde está mi vodka? —lo tomó y se fue. —Lo siento, a veces es un idiota —me miró con el ceño fruncido. —¿Vienes con él? —Si —sonreí. —Oh vaya. —¿Sucede algo malo? —me miró y se marchó, me di la vuelta y fui con mi hermano. Lo vi muy apegado a su "amiga" así que decidí ir a sentarme en alguna parte, tenía flojera y estaba cansada. —¡Zoe! —gritaron mi nombre, miré hacia el frente y vi a Henry. —¿Qué hay, rulitos? —sonrió y me enseño sus hoyuelos. —Vine a bailar un rato, ¿qué hay de ti? —Vine con mi... —sonó mi móvil—. Disculpa, siéntate, serán solo unos minutos. —Iré por una bebida, vuelvo enseguida —me sonrió de lado y se marchó. —Diga. —Zoe, ¿te estas divirtiendo? —era la rubia, se escuchaba raro. —Si, algo. —¿Tu cita está con otra chica? —¿Qué cita? —No me vengas con ese tipo de cosas —estaba borracho. —Lo siento, hablaré contigo mañana —corté la llamada y vi a Henry. —¿Todo bien? —Supongo, pero ricitos de oro está ebrio. —¿Enserio? ¿No has estado con él? Acabo de verlo junto a Lincoln. —¿Me podrías llevar hacia dónde está él? —Claro, pequeña. —No soy pequeña —lo miré a los bellos ojos. —Oye, a pesar de tener atuendo de "no me toques o te golpearé con una silla" eres bastante tierna. —¿Tú lo crees? —Si. —Eso es bueno, no me gusta aparentar. —¿A qué te refieres? —íbamos caminando mientras charlábamos. —Ya sabes, o sea, me gusta el rock y cosas así, pero soy un amor de persona, me cansa aparentar ser un cubo de hielo, soy normal y nada más. —Me caes bien, castaña. —Tú también rulitos —llegamos a una parte V.I.P, otro orangután apareció, miró a rulitos y luego a mí. —¿Viene con ella? —le preguntó a mi amigo. —Si —nos dejó pasar y vi a toda la banda, bebían y bailaban, había chicas de rasgos voluptuosos. —Neil, aquí está tu chica —caminó fuera de mi alcance y pude localizar al rubio. —¿Qué haces aquí? —preguntó molesto. —Lo siento, no sabía que te molestaba mi presencia. —Ahora lo sabes —lo miré incrédula, me sentí mal. —Neil, ¿por qué tratas mal a Zoe? —preguntó un chico bajo, bastante guapo. —Me invitó a salir, hoy es mi cumpleaños, te lo dije, pero al parecer quisiste salir con tu chico —lo miré enojada, le diría un par de cosas y me marcharía. —Eres un idiota. —Hey, no lo trates así, no es culpa de él que tu seas una zorra —me respondió una rubia. —¿Yo soy la zorra? ¿Estamos intercambiando el personaje? Mira, rubio mal teñido, te diré solo 3 cosas. Uno, te dije que saldría con mi hermano, y si Lincoln te dijo algo que vio, era mi estúpido hermano, dos no vuelvas a llamarme, tres hagamos como que no nos conocemos y quédate con estás zorras. —¿Qué? —me miró incrédulo. —Eres un idiota —me despedí de Henry y salí del pub, sabía que Nathan estaría ocupado así que solo fui a casa. Tomé un poco de té y dormí con Elvis en el sofá. No estaba triste, apenas lo conozco, pero hay algo que me molesta y no tengo ni la más mínima idea de lo que es.
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