CHELSEA JONES
Un horrible escalofrío recorrió mi cuerpo al ver a Byron entrar a la casa sin poder contener el llanto. Él simplemente había corrido hacia mí en cuanto me vio, para después dejarse caer de rodillas frente a mí.
—¡Byron! ¿Qué pasa, mi amor? —le pregunté, al sentir como un horrible nudo se instalaba en mi pecho al verlo desecho de aquella manera, sin siquiera entender el por qué.
—Mi amor, cariño… ¿Estás enfermo? ¿Te duele algo?
Sus brazos me rodearon, atrayéndome a él, al punto de que me hizo caer para estar a su altura.
—Byron, estás asustándome —musité, al sentir lo fuerte que sus brazos me apretaban.
Dejó de abrazarme para acunar mis mejillas entre sus manos, sus ojos verdes me miraron con tristeza, poco antes de estrellar sus labios con los míos. Me besó de una fo
