CHELSEA JONES Jack dejó su trabajo a un lado para poder recibirme en su oficina, ahí, él me dejó llorar, me permitió gritar e incluso golpear objetos. Jamás había sentido tanto dolor y desesperación a como lo sentía ahora. Todo mi interior ardía de una forma que me sentía desfallecer. Me sentía decepcionada y desesperada, amar a Byron de aquella manera, dolía, pero lo que más dolía era saber que lo seguía amando a pesar de saber sobre su maldita traición. Quería odiarlo, deseaba aborrecerlo con todas las fuerzas, pero no lo lograba, simplemente aquel hombre lo llevaba tatuado en mi piel. De forma lamentable, en mi mente no dejaban de reproducirse los recuerdos, todos aquellos momentos que pasé con él desde el momento en que nos conocimos, podía ver su rostro feliz y sonriente, al sostene