El Hilo rojo del Destino.

EL COMIENZO.

Alexander sin duda era el chico más feliz hasta el momento no cabía en esa emoción que adquiría cada que tenía un mensaje, una llamada o una salida con Manuel, después del baile se vieron el domingo y el mayor lo llevo a un picnic, comieron y platicaron de sus gustos, claro que para finalizar aquella tarde perfecta Manuel le pido al chico que fuese su novio, sabían que iban de prisa pues el era mucho menor pero aun así sentían que sus sentimientos eran mutuos y bien correspondidos creían que nada podía salir mal, no contaban con que si algo debía salir mal por un secreto que aun no era contado, pero eso sería en unos meses tal vez.

Terminaron su cita y el menor fue llevado a casa en el auto del contrario, cuando se despidieron fue con un beso lento y suave dándose pequeñas caricias sobre la ropa, cuando Manuel sintió que el ambiente iba en aumento de calor con un gran esfuerzo se contuvo, sabía que iban comenzando y debían ir lento a un ritmo en el que el menor no se sintiera presionado y se lo dijo con las respiraciones agitadas.

MANUEL: Vamos mi pequeño debes entrar a casa, sabes que esto apenas comienza y no debes exigirte nada, yo esperare el tiempo que sea necesario bien.

Alexander solo asintió aun ruborizado, le dio un pico y salió del auto rumbo a su casa, no sabía cómo es que pudo caminar pues sentía que podía colapsar en cualquier momento antes de llegar a su cuarto.

Entro y  saludo a su mama con una sonrisa de enamorado que su mamá supo que es lo que pasaba sabia que su hijo se habia enamorado pero tenia miedo de que al saberse su secreto saliera lastimado asi que decidio hablar con el despues no arruinaria su felicidad de ese dia.

Los dias pasaron y con ello una cita o simplemente mensajes y llamadas, Manuel lo esperaba cuando era su descanso a la salida de su escuela.

Todo iba perfecto no había podido esperar sentir algo tan increíble y más por aquel bombero, todo con el siempre era tan intenso, las salidas, el que lo esperara afuera de su escuela cuando tenía días de descanso y claro que había chicas y chicos que lo miraban con envidia y quien no ese sexy hombre había caído rendido ante un pequeño chico de 17 años, pero para el nada de eso afectaba porque simplemente era un gran COMIENZO.