Pero no había tiempo que perder, Janet tenía que pensar rápido. Cojeando rápidamente se acercó a donde Esha y Sally estaban juntas en posición fetal. Les empujó con el hocico, instándolas a irse mientras todos estaban distraídos. Dos renegados no eran rival para los diez lobos guerreros que habían aparecido. —No puedo transformarme —Esha gimoteó—. Me llenaron de beleño. —Tú...fuiste increíble —Sally susurró admirada, mientras miraba a Janet—. Esos lobos te rodearon por completo, te atacaban y tú lograste deshacerte de todos... yo... nunca había visto a alguien luchar así —Sally admitió. Janet inclinó la cabeza del lobo hacia un lado, preguntándose por qué Sally estaba señalando eso cuando debería estar intentando ayudar a Esha a escapar. —No podemos dejarte así —Sally explicó sua