CAPÍTULO SIETE A Estefanía le costaba creer que llevaba seis semanas casada con Thanos. Pero con la fiesta de la Luna de Sangre aquí era el tiempo que había pasado. Seis semanas de felicidad, cada una de ellas tan maravillosa como podría haber esperado. “Tienes un aspecto increíble”, dijo, observando a Thanos en los aposentos que ahora compartían en el castillo. Era una imagen en seda de un rojo profundo, adornado con oro rojo y rubís. Algunos días, apenas podía creer que fuera suyo. “El rojo te favorece”. “Parece que esté cubierto de sangre”, respondió Thanos. “Que en realidad es de lo que se trata, dado que estamos en la Luna de Sangre”, puntualizó Estefanía. Se inclinó para besarlo. Le gustaba poderlo hacer cuando quería. Si hubiera más tiempo, podría haberse tomado el momento para