CAPÍTULO SEIS Mirara a donde mirara en la Isla Más Allá de la Neblina, Ceres veía cosas que la hacían detenerse y contemplar su extraña belleza. Halcones con plumas del color del arcoíris giraban mientras perseguían cosas que había por allí abajo, pero a la vez los perseguía una serpiente alada que finalmente se posó sobre un chapitel de mármol blanco. Caminaba sobre la hierba esmeralda de la isla y parecía que sabía exactamente dónde tenía que ir. Lo había visto en su visión, allí en lo alto de la colina en la distancia, donde las torres color arcoíris sobresalían como las espinas de una gran bestia. Crecían flores por las bajas cuestas que había en el camino y Ceres se agachó para tocarlas. Pero cuando sus dedos las acariciaron, sus pétalos eran de una piedra fina como el papel. ¿Las