CAPÍTULO DIECINUEVE Ceres estaba sentada sobre su caballo mientras cabalgaban en dirección al sur hacia Delos, agradecida de tener un buen caballo. De no ser así, nunca hubiera conseguido ir a la par con los jinetes de la Costa Norte que tenía alrededor. Cabalgaban formando una horda de cotas de malla brillantes y puntas de espada relucientes, levantando sus banderas por encima de los lomos de sus caballos para proclamar las subdivisiones de sus casa. Lord West y su sobrino cabalgaban bajo su bandera veleta, pero Ceres sabía que era a ella a quien seguían. Solo esperaba estar a la altura de sus expectativas. En el momento en que reveló que sus antepasados eran los Antiguos, le pareció que estaba en una especie de sueño, porque las cosas habían sucedido con mucha fluidez. Lord West había